The Winner Takes It All

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Gustabo y Horacio habían llegado a su residencia, cansados y agotados después de un día de trabajo. Mientras Horacio cocinaba algo, Gustabo estaba cambiándose para descansar, durante la cena salió la pregunta sobre la nueva agente.

De verdad el viejo nos puso niñera? - Indico Gustabo con disgusto, no le gustaba trabajar con gente nueva. - Joder si que nos tiene confianza.

Posiblemente sea otra cosa, yo te recomiendo que te relajes, en fin, date tiempo de conocerla a ver. - Le respondió Horacio con calma.- Mientras no nos haga nada, no creo que moleste.

Bien, me voy a descasar ya, que estoy muerto.- Dijo dirigiéndose a su habitación. - Oye otra cosita, deja la pena con Volkov, nunca te tomara en serio así. - dijo cerrando la puerta

Horacio solo se quedo pensando y algo rojo, se dejo de pensamientos y se fue arreglar para dormir, mañana deben ir nuevamente a patrullar.
Un nuevo amanecer había llegado, al estar listo Horacio decidió ir con Gustabo a casa de Alice, al tocar la puerta, se dieron cuenta que la joven abrió casi lista. Los saludo con amabilidad y le invito a pasar por un Café. Luego de pasar por la cocina y darle una taza a cada uno les invito al sillón.

Van a la comisaria? - Les pregunto amenamente, mientras se cambiaba las pantuflas por unas botas de tacón bajo. A diferencia de ayer llevaba un pantalón con una camisa azul.

Si, queríamos saber si necesitas un aventón - le dijo Gustabo.

Si no es molestia lo acepto con mucho gusto - Respondió Alice con calma. En eso suena el teléfono de la joven al ver el nombre no evito poner una cara momentánea de fastidio siendo percibida por Gustabo. - Disculpen voy a contestar

La joven se aparto un poco para responder, Gustabo aprovecho de seguirla con la mirada curiosa, cosa que Horacio noto atento.

Que pasa? - Le pregunto Horacio a su hermano. - No se, puso una cara de disgusto por un momento en la llamada, me da curiosidad saber quien es. - Le respondió Gustabo.

No pudieron seguir hablando porque Alice había regresado, dándoles una disculpa pero ya la venían a recoger para una reunión y que no iba a poder acompañarlos a comisaria. Los chicos se retiraron sin problemas, agradeciendo por el café.

A los pocos minutos llego Michelle, al entrar se sentó en el sillón con cara de pocos amigos. Lentamente la joven se sentó en el sillón del frente para mirarle directamente.

Bienvenida Alice, cuando coño me ibas a decir que habías llega? - Le dijo de una manera seria Michelle.

Claro que te iba avisar, aunque ya no tienes gente que te indico cuando pise Los Santos por favor. - Dijo con fastidio Alice.

Obvio pero ya sabes como son las directrices, esta es mi jurisdicción cariño - Le recrimino.

No pienso quitártela tampoco, sobre mis últimos informes ya los tienes por el medio acordado.- Le respondió con serenidad, levantándose se para dirigirse a la puerta.
No es por eso que vengo, Que haces en esta Ciudad? Respóndeme - Le consulto con un tono autoritario a la Joven.

Tu crees que quiero venir a verte la cara Michelle, no estoy por ti y lo sabes - Respondió la joven, volteando y mirándola como si quisiera retarla.

Es por Conway lo se, sabes que lo voy a proteger no te necesito aquí - Le respondió con mas seriedad Michelle - Sabes que soy de un mayor rango.

Tengo permisos desde los Altos Mandos, tu rango me la pela - Le respondió mas de cerca Alice - No estés celosa querida, sabes que Conway para mi es importante pero no como piensas.

Sabes que no es por eso. Ya suficiente lo tienen agarrado los de arriba para tener mas mierda, te tendré vigilada y lo sabes no? - Le respondió con un tono amenazante a la joven

Has lo que quieras, es mas seria interesante, porque no te unes a mi - le dijo en un susurro, haciendo unas señas que solo ellas pueden entender.

Perfecto, entonces veremos quien puede más, te veo donde siempre - le respondió saliendo del lugar con autoridad. Una vez sola respiro hondo y realizo el llamado a Volkov para que viniera por ella, próximamente comprara una moto de ser necesario, esto de depender de otros para movilizarse es una mierda.

El eco de tu vozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora