Esa escencia. . . . no la reconozco ©

5. Si te amará

Taylor Swift- Cardigan
"Un amigo de todos, no es amigo de nadie. 

Persigues a dos chicas, pierdes a la indicada "

. . .

La vida no es lo que esperas ni lo que planeaste, eso es evidente. Sin embargo, Shu Kurenai siempre creyó que su vida siempre estaría pulcramente organizada. Porque algo que estaba desorganizado, era algo que nunca iba a tener futuro.

Shu conoció a Valt desde que eran jóvenes, algunas veces le resultaba irritante la personalidad tan despreocupada de el chico peli azul. El era sin duda todo lo opuesto a él. Shu era organizado y Valt sin duda era lo opuesto, demasiado desorganizado para su propio bien. Y lo más inquietante era la propia preocupación de Valt por eso, sin duda el albino no lograba entender para nada porque aquel chico nunca planeaba nada.

Valt era espontáneo y su plan de vida siempre había sido seguir sus sueños, sin importar a donde lo llevaron estos. Mientras tanto Shu odiaba ir tan a la deriva en la vida, y para el, un buen plan de vida requería ser planeado hasta en los detalles más mínimos. Las personas como el peli azul resultaban todo un misterio para el.

¿Cómo fue que se enamoro de Valt? En realidad, Shu es incapaz de describirlo. A pesar de sus diferentes personalidades, de alguna extraña forma ellos encajaban en la perfección, se complementaban demasiado bien. Shu le enseñó a Valt a planear, a ser un poco más organizado y a actuar con más razonamiento.  En cambio Valt le dio a Shu lecciones aún más valiosas, le enseñó a el albino a divertirse, a entregarse a los planes inesperados y en general, a permitirse salirse a veces de su estricto plan de vida.

¿Cuando fue que lo dejó de ver como un simple amigo de su infancia? Realmente Valt era muy sociable, así que solía hacer amigos por montones, muy contrario a Shu que era algo asocial y hermético. Valt era demasiado lindo, alegre e irritante, y a pesar de no estar de acuerdo, el corazón de Shu decidió amarlo.

La sonrisa de Valt era hermosa. Si cabello rebelde se veía precioso. Sus gritos eran irritantes, pero su corazón estaba cálido cada vez que los escuchaba. Su amor era tan evidente y expresivo, tanto que Shu quería amarlo cada minuto de su vida.

En la mente del joven e inexperto Shu, su vida y amor con Valt era inevitable. Ellos estaban destinados a amarse, a estar juntos de por vida. El amaría ver esa sonrisa de por vida, ese sonrojo, ver su cara al despertarse y oír su voz, estar en una casa y vivir una vida que siempre desearon.

Aún lo recuerda, cuando Valt recibió aquella jugosa oferta para ser un jugador profesional de beyblade, aún recuerda su cara emocionada y como todos estaban tan felices por el crecimiento personal de su amigo. Todos, menos el. Por primera vez en su vida, sintió un pánico terrible, no quería perder a Valt. Su relación ya había comenzado y todo estaba bien, sin embargo, el no era tan fuerte, no soportaría una relación a distancia.

Todo esta claro en su mente. Tomo los ahorros de su vida y decidió hacer algo que nunca creyó hacer, compro dos anillos. Demasiado bonitos, decidió grabar las iniciales de el y Valt. Admite que su actuar fue egoísta y impulsivo. Pero solo estaba siendo lo que era en ese tiempo: un hombre enamorado.

Cuando le pidió matrimonio a Valt todo se detuvo, solo eran dos jóvenes impulsados por la pasión y el amor.  Valt lloro como nunca antes, la noche se sintió mágica y finalmente acepto su propuesta.

Aunque Shu nunca mencionó nada ni condicionó a Valt. Valt decidió hacer lo que nunca creyó que el hiciera: decidió dejar ir esa gran oportunidad por permanecer junto a él.