Condena de Rosas | LeeJoo

Capítulo 17

Hola :) Una pregunta, ¿Qué harían si están a punto de publicar un nuevo capítulo de su fanfic y por un error de lo más ******* se elimina todo? (No tienen una copia de respaldo)

Opción A: Pegar un grito interno porque si lo hago de verdad me van a ver raro.

Opción B: Frustrarme porque ya no tengo tiempo de hacerlo otra vez y si lo hago ya no queda igual.

Opción C: Quejarse con esa amiga que sabe que escribes pero no qué cosas escribes.

Opción D: Dejarlo tirado todo para el día siguiente y al día siguiente desesperarse por no saber que escribir.

Opción E: Todas las anteriores

En mi caso sería la opción "E" así que aquí estamos, lo siento si no es tan bueno, juro que lo intenté recrear de nuevo, pero dejemos mis quejas de lado, espero y les agrade :)

Nota: La canción no tiene casi nada que ver pero siento que en el fondo, Caesar se siente más o menos así jaja no del todo pero en una parte.

Narrador

Serle infiel a una persona como Caesar era algo arriesgado y requería de mucho valor pero, ¿Lee Won no había sido ya muy valiente? Sí, lo había sido al soportar a dicha persona y mantenerse a su lado, bueno, haber sobrevivido estando con él.

El pelinegro había tomado muchos riesgos a lo largo de su vida y los había superado, solo era de esperarse que está vez también saliera victorioso y pudiera ser feliz junto a Taekjoo. Desde la perspectiva de Caesar, eso había sido un golpe directo en su orgullo como hombre, ¿Alguien había podido enredar a su novio y llevárselo de su lado? ¿Cómo era posible eso? ¿Quién había podido ser una mejor opción para Lee Won? Eso era lo que el rubio pensaba desde ya hacia un tiempo.

Caesar Alexandrovich Sergevey, un hombre duro de matar y que todo lo que quería, lo conseguía sin importar el costo, ese mismo hombre yacía sobre su suave cama, pensaba en todas las cosas que había hecho para conservar a Lee Won, el abogado del que se enamoró.

¿Y qué pasaba si lo había hecho por amor? Porque era por eso ¿Verdad? Pero no había funcionado al fin y al cabo, se sentía como un idiota al pensar que después de todo, Lee Won se quedaría a su lado, inconscientemente o no, solo lo habia alejado más y más cada vez.

¿Lo había notado? Claro que sí, había notado el repentino cambio de humor en Lee Won, un poco más ansioso y apegado a su teléfono, ¿Creyó que no se daría cuenta? Lee Won era bastante obvio, para Caesar, ese tipo de comportamiento era distinto al habitual en su pareja. Durante todo ese tiempo había notado como se emocionaba y ponía nervioso con una sola notificación en su teléfono; Caesar lo presentía, solo que no quería aceptarlo, algo andaba mal.

Todo fue cierto, absolutamente todo lo que su mente había maquinado en sus horas de soledad en su oficina, todo era cierto; lo siguió una vez, sí, aún sabiendolo todo, Caesar quería saber hasta que punto era capaz de llegar Lee Won. La única vez en la que siguió al abogado, fue luego de que el susodicho hubiera escapado dos veces antes, sin contar la vez que lo había sorprendido con un corte en toda la palma de su mano, seguirlo ese día, fue la peor idea que se le hubiera podido ocurrir; él aún tenía la esperanza de solo ver algo totalmente normal en la salida de Lee Won, pero el simple hecho de haberse escapado ya era malo.

El Zar, ese hombre al que muchos le temían, ese hombre quería mejorar siquiera un poco para su pareja, al principio sus celos enfermizos no lo dejaban hasta el punto de seguir a su pareja o celarlo con cualquiera, pero está vez quería darle una oportunidad; a pesar de que los celos lo consumían, quería darle un espacio a Lee Won y que este supiera que lo estaba intentando, pero no fue así.