Condena de Rosas | LeeJoo

Capítulo 22

La canción nada que ver, pero tenía que poner algo 👊😔

Lee Won

Caesar nos miró a ambos, entró por completo a la habitación y nos quedamos en silencio. Se acercó a mí e hizo una expresión que no pude identificar, tal vez era dolor, tal vez arrepentimiento, pero no era amor.

-Te traje agua -me dijo y acercó el vaso que traía a mis labios.

-¿Cómo sé que no tiene alguna droga? -pregunté hundiendo mi rostro en las sábanas.

-Solo bebe -me susurró levemente.

Volví a levantar la cabeza para verlo a los ojos. Ahora ya no me causaba nada, ni emoción ni cariño, sus bellos ojos solo me recordaban a los momentos desastrosos que viví a su lado, la mirada feroz que me lanzaba durante esos momentos, solo eso; no me provocaba emoción ninguna, solamente desprecio y... lastima.

Lo miré sin expresión alguna, él clavó sus ojos en los míos y de nuevo puso esa expresión extraña.

-¿Y bien? -me volvió a ofrecer el agua.

-No puedo beber en esta posición -dije sin ganas.

-De acuerdo -dejó el vaso en el suelo y con delicadeza me levantó para sentarme en la cama.

Mi espalda se apoyaba en la cabecera de la cama, aún tenía las manos atadas por detrás y estaba completamente desnudo. Cuando Caesar terminó de acomodarme, colocó una parte de las sábanas sobre mis piernas para cubrirme hasta la cintura.

-... -Taekjoo solo miraba en silencio, Caesar regresó por el vaso y me dió de beber. El agua se sentía como un alivio en toda mi garganta y cuerpo, hace días que no comía ni bebía nada.

-¿Estás mejor ahora? -Caesar me miró mientras dejaba de lado el vaso.

-¿A qué viene esa amabilidad ahora? ¿Te sientes arrepentido acaso? -escupí con enojo, me molestaba que se comportara como un santo después de eso.

-Trato de hacer que no mueras -su mirada se volvió seria al igual que su voz.

-¿Para qué? ¿Para volver a herirme cuando esté mejor? -frunció el entrecejo disgustado por mi comentario.

Puso su mano en mi mejilla e intentó acariciarme, moví la cara de inmediato y eso lo hirió aún más.

-¿Me desprecias? -preguntó en voz baja.

-¿Cómo no hacerlo? -gruñí-. ¿Qué te pasa? ¿En dónde está ese Caesar que horas antes abusó de mí por horas? ¿Eh? ¡¿Por qué actúas como un tonto inocente después de lo que hiciste?! -le grité enojado-. Eres un sínico.

Bajó su mano y se alejó de mí en silencio, fue directo a Taekjoo y lo tomó del cabello.

-¿Y sí yo fuera él? -qué estaba diciendo, seguramente se había vuelto loco.

Taekjoo se mantuvo reacio ante sus toques y solo me miró fijamente esperando a que respondiera.

-Tú no eres él -dije sin más.

-¿Yo soy el otro? ¿Yo soy el malo de la historia? -ladeó la cabeza en dirección a Taekjoo.

-Esto no es un cuento, esto es la realidad, entiéndelo Caesar -estaba hablando pura mierda sin sentido.

-Lo amas, ¿Verdad? -le preguntó a Taekjoo, él solo asintió en silencio.

Soltó el cabello de Taekjoo con brusquedad y se puso en medio de nosotros dos.