「Manos Atadas」(Isagi x Bachira) [Blue Lock]

𝐈𝐬𝐚𝐠𝐢

Isagi

Barcelona ― Octubre 24 °C

La música resonando junto a las luces de colores era lo más llamativo de aquel lugar. Apoyado en la barra viendo la multitud de gente bailando, Isagi esperaba a Bachira quien había ido al baño, y a los segundos de preguntarse por qué se demoraba tanto lo vio llegar con un coctel en mano.

― ¿Y eso? ―preguntó algo extrañado puesto ya habían pedido ambos algo. Bachira negó dejando la copa en la barra.

―Un fan me lo regaló al parecer, pero tengo un poco de miedo que tenga algo, ya sabes. ―admitió tomando el coctel que había pedido minutos antes.

Isagi entendía ello, recibir algunos regalos de fans era normal, pero en lugar así podría ser algo peligroso, sobre todo si era una bebida. Al final, eran desconocidos.

Bachira al notar como Isagi miraba algo desorientado el lugar sonrió.

― ¿Bailamos?

Y sin esperar respuesta lo llevó a un lado de la pista.

Isagi solo miraba alrededor un poco desorientado. Había aceptado ir a una discoteca el primer día de pisar España solo porque Bachira lo había invitado, no recordando la última vez que fue a una debido a concentrarse mucho en su carrera; supuso que era momento de distraerse después de mucho tiempo.

Bailaron varios minutos sin parar, quizá una hora, divirtiéndose entre conversaciones cortas y la forma de bailar del otro. La estaban pasando bien, yendo y viniendo de un lado a otro, sintiendo el calor del ambiente ser partícipe de aquel momento junto a la relajante comodidad que sentían entre ambos a pesar de la música ensordecedora y movida.

Todo marchaba bien, sin notar que la multitud aumentaba y el espacio para bailar se reducía considerablemente.

O quizá sí, pero no dijeron nada.

Y entre la música, el alcohol en las venas y la cercanía de sus cuerpos, fue inevitable un sutil roce.

Isagi podía sentir la tensión en el aire; viendo cómo Bachira movía sus caderas de un lado a otro, dando vueltas, subiendo y bajando.

Supo qué era lo que ocurría en sí mismo, aquellas ansias que sentía empezaban a subir no eran más que el creciente impulso de querer dar un paso más y poder bailar más cerca con él, de poder tocarlo.

Pero aquel deseo lo tenía entre la espada y la pared, porque, aunque quisiera hacerlo había un hecho innegable y ese era que estaban en público. Lo último que quería era causar algún malentendido con los medios; ya había un fan que había reconocido a Bachira y seguramente otros más lo habían visto pero no se acercaban. De cualquier forma, quería culpar al alcohol por aquellos deseos; su mente estaba algo nublada y su coordinación automotriz no iba tan a juego. Lo mejor era ignorar aquellos pensamientos.

― ¡Perdón! ―dijo alguien al empujar sin querer a Bachira.

Y la escena había cambiado. Bachira apenas dio un paso al frente debido al golpe había sido suficiente como para tenerlo a unos centímetros frente suyo.

Isagi podía sentir como las manos de Bachira aún se posaban en sus hombros a pesar de haber tomado compostura del empujón. Observó otra vez sus ojos, siendo brillantes luceros dorados a pesar de que las luces de colores los pintaban difusamente.

Y de nuevo pudo sentir aquella chispa en su pecho, como la primera vez que lo vio.

No lo alejó, quedándose quieto solo con el fin de sentir aquella agradable sensación. Se reprendió un poco, otra vez estaba actuando de manera distinta a como pensaba, se había vuelto algo común gracias a la presencia de Bachira. Su corazón latió con fuerza ante el detalle.

―Es tarde ¿Vamos? ―la voz apacigua de Bachira junto al aliento en su mejilla lo sacó de sus pensamientos.

Volvió a conectar consigo mismo y solo asintió, apreciando como las manos de Bachira bajaban lentamente desde sus hombros hasta sus manos. Otra llama interna que lo abarcaba desde la punta de sus dedos hasta el fondo de su corazón; no obstante, no desvió su mirada, centrándose aún en sus orbes dorados.

Bachira retrocedió con lentitud soltando solo una de sus manos, ayudándolo a encaminarse a la salida en medio de las personas que seguían bailando. Dando fin a aquel momento intimo que habían contemplado.

Isagi solo posaba sus ojos en sus cabellos rubios mezclándose con los castaños y sus manos aún atadas, siendo un recuerdo que se sumaría a sus noches en vela a partir de ese instante.

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Pequeña parte :3 ¡Gracias por los comentarios!

ACTUALIZACIÓN Viernes literalmente, perdón, estuve haciendo tareas XD espero les haya gustado Y EN SERIO GRACIAS POR LOS COMENTARIOS MUAK

Besos y abrazos <3

(Limy Alaaya)