"Were is the Beauty in the Bestiality?"
Aemond Targaryen sabía que había cometido un error, pero ya no podía retroceder en el tiempo para cambiarlo.
Ahora debía vivir con esa maldición de por vida.
¿O tal vez no?
House of the Dragon AU Fanfic
Aemond...
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Written by Monse Targaryen
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"Finalmente, después de un incómodo sueño, la luz del día avanzo por los cristales de las ventanas hasta golpear su durmiente rostro con fuerza...
Despertó gruñendo ante la luz solar que se filtraba, molesta por las ventanas ¿Por qué no habían cortinas? Tendría que molestar a la Bestia para que alguien pusiera unas. No quería que la luz del sol molestara de nuevo. Recordando sus despertares en el Valle, estos eran gracias a las damas que ingresaban a su habitación con conversaciones cómodas y cálidas, brindándole unos buenos días mientras caminaban a abrir las cortinas.
Ahora, en King's Landing, no tenía nada de eso.
—Sayi, ¿Dormiste mejor? —Preguntó Eggy, sentado junto al bulto que sus piernas hacían por debajo de las mantas.
—Sí, creo que es la primera vez que tengo ese tipo de pesadillas. Parecía un bucle, todo el tiempo regresando al inicio y... Por más que sabía lo que estaba por pasar...
—Tu cuerpo no respondía a los comandos de tu cerebro —terminó Eggy.
Asintió, dándole la razón al gato. El desayuno ya estaba servido en una mesa, su estómago rugió llamando a ser alimentado. Por lo que se levantó de la cama mientras los mininos se lavaban, para colocar las pantuflas y la bata en sus pies y cuerpo. Camino hasta una vasija con agua para lavarse. Después de ello, se acercó a la mesa tomando asiento para poder desayunar.
Su boca y estomago se deleitó con los deliciosos manjares que degusto.
Al terminar de comer, se comenzó a preparar para aquel nuevo día. Vistió un vestido celeste delicado. No tenía muchos detalles, pero era perfecto para pasar el día recorriendo los rincones misteriosos de la Fortaleza Roja. Tenía libertad de hacerlo, asi que no se perdería esa maravillosa oportunidad. Deseaba conocer la Biblioteca, pero esta quedaba demasiado lejos del aposento en el que se encontraba.
Y lo que menos quería era perderse, porque no quería pedirle ayuda a la Bestia.
Ya bastante tenía con vivir bajo el mismo techo de ella, como para encontrarla de frente o si quiera mantener una conversación "pacífica". Sus conversaciones eran de todo menor pacificas debido al mal carácter que caracterizaba a la Bestia, y porque ella no le gustaba quedarse callada. Si, era respondona y a veces algo quejica.
