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Ese día ya estaba peor, pareciera que las buenas energías y ánimos sólo habían sido momentáneos, está vez estaba teniendo incluso dolores en la cadera y el vientre bajo sintiendo como una gran piedra asentada en esa parte.
No lo hacía mejor que me la pasaba perdiendo el tiempo con Ares en mi estudio, ya que sólo platicábamos y mis notas las había dejado a un lado por completo, hasta olvidaba anotar cosas o incluso creo que ya había hasta olvidado en qué parte se suponía que una u otra cosa, era agradable pero me molestaba que fuera más una distracción que una ayuda para mí gran plan.
Con pesar e incomodidad seguí la rutina de siempre, bañarme, mi desayuno sencillo con un té de manzanilla para tratar de relajar las molestias y luego hacerle a él su propio desayuno...
No me sentía muy animada, así que le prepare algo sencillo y muy fuera de su dieta normal pero también tenía que variar un poco sus alimentos sino quería que además volviera a alterarse como antes y que todo fuera un desastre otra vez. Le preparé huevos en tazas de jamón, y mientras emplataba su desayuno recordé de repente mi última propuesta a la cual no le dió respuesta, lo de la ducha...sin darme cuenta y más que nada por distraída, terminé tirando uno de los huevos en el piso, haciendo un desastre de inmediato.

-¡Mierda, no!- exclamé mientras suspiraba cansada y derrotada.

Fui por toallas de papel para levantar la suciedad, luego fui por unos cuantos trapos, cloro, jabón y limpiador desinfectante para pisos, más que nada para que después no oliera horrible mi piso. Tenía que volver a preguntarle, porque de verdad le hacía falta una ducha, y mientras terminaba de ponerle su café y agua me sonroje un poco al pensar en qué por seguridad mía más que nada, tendría que asearlo yo misma, lo cual sería verlo completamente desnudo.
Respiré profundamente antes de bajar, para controlarme, baje poco a poco encontrándome con Ares medio sentado con la cabeza hacia un lado completamente inmóvil, asustada y pasmada me acerqué lentamente creyendo que pudo haber muerto de la nada, dejé la bandeja en el mismo lugar de siempre y seguí mi camino hacia él hasta estar frente a Ares, me arrodillé y me quedé observándolo.
De esa forma no sólo pude observar lo suavemente que subía y bajaba su pecho, lo que me calmaba bastante porque significaba que solamente dormía,  sino que además pude notar sus rasgos mucho mejor, su cabello enredado, su piel herida y maltratada, y mi mirada se centró en la pequeña quemadura que le había hecho con mi cigarrillo varios días atrás, inhale bruscamente y sin pensarlo mucho llevé mis dedos hacia está para poder examinarla.
Estaba cicatrizada, pero sin duda se veía rosácea y bastante nueva, por suerte no parecía infectada, con las yemas de mis dedos acaricié el contorno de la herida que no era tan profunda y con mi uña raspé un poco la herida, deseando verla más nueva que nunca; en ese momento noté como su respiración se detenía por completo y él mismo no se movió en absoluto.
Levanté la mirada hacia su rostro para ver si estaba inconsciente, sólo para encontrarme con sus penetrantes ojos miel mirándome con seriedad, no parecía estar asustado, molesto, ni nada parecido sólo...estaba, rápidamente aparté mi mano.

-Quería ver qué aún respirabas- dije poniéndome de pie y retrocediendo hasta mi lugar frente al escritorio.

Ares no dijo nada, a mis espaldas lo escuché bostezar sonoramente, luego como se movían sus cadenas seguramente para alcanzar su comida. Me senté frente a mi escritorio sin decir una sola palabra y no pudiendo sentirme  tan valiente como para verlo a los ojos, así que tragué saliva y me quedé en blanco porque no sabía que hacer en ese momento, tal vez volver arriba y dejarlo comer en paz era la mejor opción.

-¿Hay algo mal?- lo escuché decir de repente mientras escuchaba que movía algo en su plato.

-¿Perdón?- dije sin voltear a verlo, concentrándome en la madera de mi escritorio.

-Me refiero a que si estás bien, te ves un poco ida y bueno...¿No quieres hablar hoy conmigo?- me preguntó curioso y bastante calmado.

-Estoy bien, sólo un poco cansada- mentí recargando los brazos en mi escritorio y luego en estos mismos recargar mi cabeza.

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⏰ Última actualización: May 23 ⏰

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El Paraíso de Ares en Venus Donde viven las historias. Descúbrelo ahora