CAPITULO 18

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Jihoon miraba por la ventanilla lateral, viendo pasar el paisaje mientras que Seungcheol los llevaba de regreso a casa. Desde que habían dejado el centro de entrenamiento, la tensión en el coche no se había desvanecido. Era una presencia viva, se la podía oír respirar.

El chequeo médico había sido bastante incómodo. Soonyoung había notado, obviamente, los chupones en varias partes de su cuerpo –tendría que haber sido ciego para no notarlos- pero no había dicho nada, manteniendo sus preguntas estrictamente profesionales. Aun así, no pudo esconder el ceño fruncido en su cara o las evidentemente severas miradas que le disparó a Seungcheol. Soonyoung lo sabía; Jihoon estaba seguro de ello. Normalmente, no le molestaría tanto. Soonyoung era probablemente la única persona de su ambiente en quien confiaría plenamente para que no lo expusiera: Soonyoung era gay por sí mismo y era la definición misma de un "tipo agradable", si es que tal cosa existiera.

Luego de que el examen médico hubiera terminado, Soonyoung llevó a Seungcheol aparte y le dijo algo en voz baja, enojado. La mandíbula de Seungcheol se apretó, sus ojos se volvieron tormentosos mientras escuchaba lo que Soonyoung le estaba diciendo. Por un largo y tenso momento, no dijo nada. Finalmente, asintió bruscamente y salió de la habitación después de decirle a Jihoon que lo esperaría en el coche. Cuando Jihoon exigió respuestas de Soonyoung, el médico simplemente lo miró antes de informarle que mañana podría volver a entrenar con el resto del equipo.

Mañana.

Ese pensamiento seguía jugando en su mente una y otra vez. Mañana.

Jihoon miró a Seungcheol, pero él estaba mirando la carretera. Volvió a mirar el paisaje.

–Soonyoung dijo que debería empezar a entrenar con el equipo mañana.

–Sí.

Jihoon empujó su pulgar contra el cristal.

–Entonces eso quiere decir que nosotros básicamente terminamos.

Contó tres segundos antes de que Seungcheol dijera:

–Sí.

–Ah –dijo Jihoon, trazando líneas en zigzag por la ventanilla con el dedo–. Ya era hora. La temporada está a punto de terminar. Sólo voy a tener un mes para recuperar mi forma e impresionar al entrenador.

–Al retomar el entrenamiento con el equipo, no te apresures en volver al campo de juego. Tu problema es que no tienes paciencia –Seungcheol soltó un gruñido irritado–. Me entregaron el coche recién lavado esta mañana. Para con eso.

Jihoon no se detuvo.

–Tengo mucha paciencia. Soy el epítome de la paciencia.

–Y yo soy el Papa. Esta es tu tercera lesión en la ingle en medio año. Es obvio que has estado haciendo algo mal. Miré los vídeos de tus sesiones de entrenamiento y me di cuenta de que eres demasiado impaciente y no haces un exhaustivo precalentamiento antes de cada entrenamiento. Es muy importante, Jihoon. Un correcto precalentamiento ayudará a preparar tus músculos para cualquier actividad.

Jihoon dibujó un perro con su dedo. Bueno, al menos se suponía que era un perro. Miró por la ventana.

–No vamos a mi casa.

–No –dijo Seungcheol–. Tengo un DVD en mi casa. Una guía del calentamiento adecuado y una rutina de estiramiento estructurado. Lo verás con atención y seguirás las instrucciones al pie de la letra, cuando empieces a entrenar sin mí –Seungcheol se quedó en silencio por un momento–. Pensé que tendríamos una semana más, pero Soonyoung no estuvo de acuerdo. Por lo que tendrás que aprenderlo del video.

Jihoon empezó a pintar con sus dedos al perro.

Seungcheol dejó escapar un suspiro de exasperación.

[JICHEOL] SPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora