EXTRA. ⚽

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—Voy a matar a Minho.

Lee Jihoon levantó la vista de su teléfono y vio a su esposo caminar por su habitación como un león enjaulado.

Jihoon dijo con suavidad:

—No es culpa de Minho que tu hermano haya pensado que era hetero y luego se haya enamorado de él. Han sido amigos desde que eran niños, lo solucionarán.

Seungcheol lo fulminó con la mirada y se pasó la mano por el pelo.

—No debería haberlo ilusionado llevándolo a citas y prometiéndole cosas que no puede cumplir.

Jihoon levantó las cejas.

—¿Y qué, hubieras encerrado a tu hermano en casa? Sé que piensas que es un bebé, pero es un adulto, Seungcheol.

Seungcheol lo miró con el ceño fruncido y no dijo nada.

Jihoon suspiró.

—Y aquí me preguntaba qué clase de padre serías —dijo—. No debería haberme preguntado. Serás la definición de un padre sobreprotector.

La mirada de Seungcheol se dirigió a él.

—¿Qué?

Jihoon se encogió de hombros.

—Deja de mirarme de esa manera —dijo con su voz más informal—. ¿Crees que no sé qué quieres niños?

Seungcheol lo miró por un momento antes de caminar y arrodillarse frente a él. Tomó las manos de Jihoon entre las suyas.

—No se trata solo de lo que quiero, mocoso.

Jihoon puso los ojos en blanco. En serio, era como si a veces Seungcheol olvidara que era un hombre adulto.

—Como si fuera a hacer algo solo porque lo quieres. Me conoces mejor que eso.

Seungcheol lo miró inquisitivamente.

—¿Realmente lo quieres?

Jihoon miró alrededor de la habitación antes de volver su mirada a los ojos oscuros de Seungcheol. Se encogió de hombros otra vez.

—No me importaría tener una niña pequeña, supongo. Pero ella tiene que ser muy bonita. No podemos tener una hija fea o crecerá con un montón de problemas de autoestima.

Seungcheol le lanzó una mirada exasperada, pero estaba sonriendo.

Jihoon le devolvió la sonrisa sin poder evitarlo.

Seungcheol se inclinó hacia delante y le dio un beso corto y suave, excepto que de alguna manera terminaron besándose en el suelo, con Jihoon a horcajadas sobre su regazo.

Cuando su beso se convirtió en suaves besos, puso su cabeza sobre el hombro de Seungcheol y cerró los ojos, disfrutando el momento de felicidad.

—Él mejorará. Es solo una confusión, se le pasará, no va a quedar afligido por siempre, Jisung no es así—dijo en voz baja.

Los brazos de Seungcheol se apretaron a su alrededor. Él suspiró.

—Ya ha pasado un mes. ¿Lo has visto sonreír alguna vez?

—Él sonríe todo el tiempo.

—Sabes a lo que me refiero.

Jihoon hizo una pequeña mueca. Como alguien que solía usar sonrisas falsas todos los días, podía reconocer las máscaras de otras personas a un kilómetro de distancia, y la de Jisung ni siquiera era una buena.

—Él mejorará. Nadie ha muerto de un corazón roto todavía.

—Eso en realidad no es cierto —dijo Seungcheol—. Se llama miocardiopatía inducida por el estrés. Puede afectar incluso a personas sanas...

—Oh, por el amor de Dios —dijo Jihoon, levantando la cabeza y mirándolo con lo que esperaba que fuera exasperación, pero lo que probablemente era cariño—. No puedes vivir sin decirme lo equivocado que estoy, ¿Verdad?

Seungcheol sonrió y lo besó de nuevo.

Enterrando los dedos en el cabello de su esposo, Jihoon le devolvió el beso; estaba tan feliz de poder llamar a este hombre su esposo. Dios. Lo amaba. Lo amaba tanto. No podía ni quería imaginarse una vida sin él.

FIN (again).

[JICHEOL] SPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora