| R | CHAPTER 4: La única hereda.

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La melena de su cabello descendía ferozmente por su espalda, era rojizo cómo brazas de fuego ardiente. Olivia tomó mi brazo con fuerza cuando las cámaras en el set de filmación dejaron de grabar.

—¿Dónde están Lassalle y Matt? —el tono de su voz pese a ser dulce y asquerosamente británico también llegó a ser autoritario.

—El rey Viserys y el príncipe Daemon se encuentran en la torre de Maegor, en el salón del trono. —imité la voz de Rhaenyra solo para joderla, en realidad solo la detestaba un poco.

Mi jóven y atractiva madrastra solo era tres años mayor a mí, gracias a su relación sexual con mi padre se encontraba enlazada al proyecto. Sus delicadas facciones eran parecidas a las mías y compartíamos una nariz delgada, respingada o algo pequeña. Las esposas de papá siempre encontraron la manera de lucir un poco parecidas a mí por alguna obsesiva razón.

—Milly, el puto asistente de director cortó la escena hace cinco minutos. Debéis ser igual de profesional a lo acordado y responder a la pregunta. —a veces se dirigía a mí cómo una mujer mucho mayor a su edad, también le desagradaba.

—Están en el Camper número dos discutiendo la escena sobre los peldaños de piedra. —mi mirada había sustituido su rostro por el suelo falso del set de grabación.

En mi corto momento de soledad recordé la incomodidad de mi molesto cabello sintético platinado, una de las personas encargadas de la estética cosmética pasó una delgada brocha sobre mi rostro ya qué estaba muy pálida.

Todos en ese lugar amaban a papá. Lasalle es uno de los pocos artistas que ostentan el célebre título de EGOT, fue galardonado con los cuatro premios más importantes de la industria del espectáculo: el Emmy, el Grammy, el Oscar y el Tony. Ganó cinco premios Grammy por su reinvención de la sexta sinfonía de beethoven para la película «Royalty» misma en la que Matt se llevó una estatuilla dorada.

Una parte de mi aspiraba a ser cómo él, obtener premios y reconocimientos en la industria gracias a mi esfuerzo. Él me había encaminado sobre la música y su aterradora belleza, era diestra en el piano, violín, violoncello, arpa y en la actuación. Pero era un desastre siendo su hija.

Mis ojos azules se desviaron hacía uno de los camper ubicados en el fondo del Set, la puerta se abrió revelando a un Kieran muy perturbado. Su ropa estaba bañado en vómito y su cabello castaño claro parecía sucio.

Caminé hacía él posando mis delgados brazos detrás de la cintura. —No sabía querido hermano que también váis a interpretar a un pordiosero, ¿El bastardo de un Targaryen o el asqueroso informante de un Lord?

—El hermano de una puta, ¿Eso os parece bien? Ewan me comentó que disfrutas de la compañía de vuestro tío. —admitió con ironía, su aspecto era peor de lo que imaginaba.

—Las personas de la producción, vuestra familia y vuestro padre merecen respeto. Le encantará saber qué su hijo asiste alcoholizado a las grabaciones y es acusado de depredación sexual por las asistentes de vestuario. —el tono de mi voz se elevó un poco más de lo usual. Varías personas a nuestro alrededor nos observaron, incluyendo a Lasalle.

Lassalle, no me gusta llamarlo padre.

—Kieran tenéis cinco malditos segundos para abandonar el set. —amenazó Lassalle cuando la dirección de su camino se cruzó con la nuestra—. Os vuelvo a notar una puta gota de ebriedad de nuevo y reemplazaré a Aegon con otro actor.

Los párpados de Kieran se tiñeron de un rojizo intenso, sus ojos grises se cristalizaron con la intensidad de una gota bajando por un vaso de vidrio.

—No soy cómo ella, ¿Creéis que no lo sé? —la voz de mi medio hermano se inyectó de rabia e impotencia—. Ewan encontró una copia del testamento, Amelia es vuestra única heredera.

No mentí la primera vez cuando dije que Lasalle D'arcy había firmado mi sentencia de muerte.

𝘦𝘶𝘱𝘩𝘰𝘳𝘪𝘢  ──𝘔𝘢𝘵𝘵 𝘚𝘮𝘪𝘵𝘩 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora