La hora del lobo cubrió mi piel con una obscuridad ferviente, dejé de comer y olvidé mis escenas. Un villano había mancillado mi cuerpo, ultrajado mi alma y profanado mi virtud. No podía conciliar el sueño en mi espaciosa recámara, escuchar el más mínimo ruido me alertaba de la posible visita de ese ángel obscuro que me había robado mi doncellez.
Las horas pasaban y mi cuerpo seguía agitándose en la cama, arrastrando las sábanas de un lugar al otro y descubriendo mi cuerpo desnudo. Me sentía tan enferma que me había permitido regresar a casa con el cabello platinado después de la escena en Drifmark con Laenor Velaryon. Habían transcurrido dos semanas después del abuso y seguía sintiendo sus manos sobre mí cuerpo.
En medio de mis cortos sueños veía a Daemon cómo un ángel rojo volando a lomos de Caraxes, luego a Aemond junto a él con Vaghar danzando en fuego mientras sus espadas se besaban con un ferviente odio, dispuestos a morir bajo sus propias manos.
Me desperté cuando sentí un agradable frote en mi entrepierna, su pervertida lengua acariciaba mi intimidad mientras sus labios se comían mi coño con hambre y pronto empecé a jadear. Observé los brazos de Matt sosteniendo mis pálidas piernas, sus dedos marcaban con firmeza mi piel y pude notar que también traía consigo el cabello platinado. Por unos momentos creí que era un sueño hasta que mi entrepierna estaba goteando.
—Por los siete dioses, Daemon. —murmuré con mi cuerpo bañado en una fina capa de sudor.
—Os gusta cuando soy Daemon, ¿No es así? Sobrina. —detuvo su acción para hablar.
Estaba tan mojada que mi mano viajó hasta la cabeza de mi tío para obligarlo otra vez a devorarme el coño, no había sentido tanto placer cómo ahora. Ryan solía chupar mis pezones cuando estaba estresada para grabar una escena pero lo que hacía mi tío ahora me obligaba a borrar de mis pensamientos cómo ese cruel villano me había profanado.
Pronto espasmos incesantes por las lamidas de Matt atacaron mi vientre solo para ver cómo él mordía y molía mi clítoris tan deliciosamente hasta que un estallido de dragón me quemó por dentro y mis fluidos se derramaron en la boca de mi tío. Matt se recostó en mi pecho, cómo un niño necesitado de amor.
—No habéis estado, en la escena de la boda de Rhaenyra. —mis ojos ardieron advirtiendo lo necesitados qué estaban por llorar.
Escuché sus suspiros, eran suaves brisas chocando contra mis pechos desnudos.
—Estaba con Laena, quiero decir Rita...—respondió sin ofrecer la mayor importancia—. No soís la única que puede lograr obtener placer en el set, escuché que vuestro colega Ryan no se aparta de ti en cada escena y eso está empezando a joder a Lasalle.
Mientras Aemond estaba...Mi ángel estaba follando a una actriz con un corto papel mientras su sobrino había mancillado mi honor.
—Ryan me protege de los monstruos a diferencia de otros. —aparté el rostro de Matt con violencia de mi cuerpo.
Tal acto le molestó e hizo qué nuestros impíos cuerpos lucharán contra sí mientras mi cama y sábanas servían cómo campo de batalla. Matt me tomaba del cabello para besarme, solo para obtener fuertes golpes de mis manos contra su pecho y cuando fue demasiado tomó ágilmente mi culo contra su regazo y le ofreció fuertes palmadas que me obligaron a ceder hasta que algo inesperado ocurrió.
—Estáis lastimada, Milly. —su voz se detuvo y sus dedos acariciaron mis glúteos—. ¿Quién os ha lastimado?
Lágrimas de cristal se deslizaron por mis mejillas. Los dragones no eran reales, había escuchado pero estaba a punto de emergir uno.
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𝘦𝘶𝘱𝘩𝘰𝘳𝘪𝘢 ──𝘔𝘢𝘵𝘵 𝘚𝘮𝘪𝘵𝘩
Misterio / SuspensoDespués de sufrir una agresión sexual, Milly debe enfrentarse al peso de la verdad y las intenciones ocultas de las personas que le rodean. Un thriller deliciosamente desgarrador y crudo dónde la violencia y el horror entrarán a su vida al aceptar r...