Capítulo 3
Hoy era el día de la reunión del señor Marcos y sus hijos con gerentes de la empresa y de empresas ajenas. Preparé las copas, las bebidas y los bocaditos que el señor había pedido la noche anterior para tener todo listo, pues la reunión comenzaba a las siete de la mañana.
Los hombres en traje iban llegando y ninguno evito mirarme de forma grosera antes de sentarse. Controlé bastante bien mis ganas de mostrarles lo que se siente un tacón en los huevos y serví durante toda la reunión.
Como yo estaba en la sala atenta, escuchaba de lo que hablaban. Estaban en problemas con su presupuesto del mes. Decidieron abrir una nueva sucursal y dividieron la cantidad de empleados para que les cueste menos que buscar nuevas personas.
No me parecían inteligentes las decisiones que tomaban. Para evitar más gastos pensaban reducir el número de empleados, que de por sí, ya fue reducido por la división. Su nivel de producción tampoco era el recomendado ni mucho menos el necesario para equiparar el coste de producción.
Uno de los hombres se veía bastante frustrado, se lo estaba atacando demasiado, diciendo que no hacía bien su trabajo y él explotó ─ Sí tan fácil es, ¡¿por qué no lo hacen ustedes?! Es más. Creo que mi trabajo es tan fácil que hasta la empleada puede solucionarlo ─ me apuntó con el dedo ─ Adelante, dinos lo que piensas, me quiero reír un rato ─ que tipo estúpido, me dio justo el maso que quería.
Aclaré la voz y hablé ─ Bueno, no recomendaría la reducción de empleados, la indemnización les saldrá más caro que mantener a los pocos funcionarios que tienen que no logran dar abasto con la producción necesaria para superar sus costos ─ me iba a interrumpir, pero no lo permití ─ Además, necesitan cubrir sus gastos lo antes posible, pues no pueden permitir que se les acumule con los gastos del mes siguiente. Por lo que sugeriría reducir el presupuesto en marketing para cambiarlo con producción y recursos humanos. Por lo menos por esta temporada hasta que puedan estabilizarse ─ el hombre estalló en risas, pese a que todos me escuchaban con atención.
Trató de justificar su motivo de risa ─ No seas estúpida, ¿cómo venderemos si le sacamos presupuesto a mi departamento? Somos los que hacemos que la empresa se mantenga en pie ─ no fue un acierto atacar justo su departamento, pero aún así no me equivocaba ni me retractaría ─ Bueno, cualquier inteligencia artificial puede hacer publicidad y mucho más barato que un universitario con título. Pero el problema de las ventas no es que no se conoce el producto, es que no se vende ─ él se veía molesto porque yo tenía razón.
Pero no se rendía ─ Y si tan inteligente eres, ¿cómo sugieres que nos recuperemos? ─ me diste la victoria en bandeja ─ Habilitando un departamento de inversiones en la empresa. Las empresas de distribución de cítricos están desesperadas por el precio del combustible y son las más susceptibles a aceptar invertir su capital con la esperanza de poder tener el dinero suficiente para el combustible en épocas de cosechas. No tienen que subir demasiado la garantía y prolongar los plazos lo más posible para que puedan tolerar el golpe de no poder superar los gastos de máximo dos meses hasta recomponerse ─ quedó callado.
Otro hombre de forma respetuosa me pregunta ─ ¿Y tienes una idea de cuánto nos tomaría ser capaces de recuperar la inversión para poder mantener nuestros propios gastos y encima dar la garantía? ─ asentí y conteste ─ Pues tomaría un año a lo mejor, pero bajo control no debería ser una preocupación de perdida, sino de un punto de equilibrio el cual se deben de esforzar para que pase a superávit ─ sentía la mirada de todos sobre mí.
Repase todo lo que dije en mi mente, pensando si falte el respeto a alguien o si simplemente fue muy estúpido lo que dije porque realmente no tengo estudios ni títulos del tema. Pero comencé a calmarme cuando escuché al señor Marcos estallar de la risa ─ Dios mío, es increíble lo mal que haces tu trabajo Jacinto que una niña de dieciocho te tuvo que poner en tu lugar. Muy bien Eva ─ me levantó el pulgar mientras seguía riéndose del tipo.
Todos comenzaron a reírse de él. No era mi intención tampoco, no me parece inteligente hacerme enemigos para solo quedar con la razón. Pero tampoco pienso en que debo dejarme pisar cuando alguien no se siente suficiente consigo mismo y trata de descargarse en los demás.
Después de ese incidente me siguieron preguntando por mi opinión de una forma cautelosa y sumamente respetuosa, pues ya vieron que no me sé morder la lengua y me sentí realmente genial. Fue una experiencia muy educativa.
Cuando la reunión termino y todos se despedían entre ellos y salieron todos menos uno de los hombres que menos habló se acercó a mí ─ Eres muy inteligente para ser tan joven, sobre todo muy madura ─ es que los hombres no entienden que eso ya activa todas las alarmas habidas por haber.
Me aleje sin responder para que no pase a mayores, pero él me siguió ─ No deberías asustarte, solo pienso darte una oferta de trabajo ─ se estaba acercando demasiado ─ No. Le exijo que se aleje ─ estaba a nada de abofetear su mano, pero Roy se pone enfrente mío ─ No quiero hacer ningún escenario, así que diré esto y saldrá sin ningún reproche. Está despedido ─ me quedé sin palabras.
El señor trató de rodearlo para verme de nuevo, pero Roy volvió a ponerse frente a él ─ ¿Es que no escuchaste su edad, viejo? ─ él solo se río ─ Dieciocho, niño. Ya es totalmente legal y no te incumbe lo que hagamos. Vi lo eficiente que es como mujer de servicio y me gustaría que trabaje para mí ─ en ningún momento Roy dejó que se acerqué a mí ─ Creo que no escuchaste la parte de que te he despedido de mi empresa. Sal de mi casa ahora mismo si no quieres que llame a la policía por acosar a una niña ─ no soy ninguna niña, pero no pensaba reclamarle por defenderme.
No me gustaba la escena que se estaba haciendo, el otro hombre ya se estaba acercando demasiado a Roy ─ Te recomiendo que aprendas a morderte más la lengua niño, no deberías hablar de esa forma a tus mayores ─ ya se iban a tomar de los trajes así que me metí en medio ─ Señor respondiendo a su oferta la niego. No hay forma en la que cambie mi trabajo por trabajar por usted. No consiguió lo que quería así que váyase ─ Roy me volvió a poner detrás suyo.
Me molestaba que no me haya dejado ponerlo en su lugar lo suficiente ─ No vuelva a mostrar su cara en la oficina el lunes. Mandaremos a un personal que le entregué sus cosas para cuando terminen de vaciar su oficina ─ el hombre se puso nervioso ─ No te puedes poner así por una empleada Roy, no vas a despedir a tu gerente de comercial por esta estupidez ─ sé que estaba a sus espaldas, pero sentí que con su mirada acuchilló al hombre.
Él seguía manteniéndome detrás suyo ─ No podemos contar con personas con antivalores como la pedofilia en la empresa. Cuarenta años de diferencia es una barbaridad, así que algo debe andar mal en su cabeza como para incitar a llevarse a una adolescente a su casa. Retírese ahora ─ podía ver como su cuerpo se ponía tenso.
Fueron unos segundos los que le tomaron al hombre tomar sus cosas e irse. El señor Marcos se acercó y yo sentí que estaba molesto. No podía creer que realmente por la mujer de servicio se haya despedido a un gerente comercial. No es que no lo agradezca, pero si me sorprende.
Sentí como el señor me miraba, pensé que se molestó conmigo, pero no fue así ─ Eva, ¿no te molesto o tocó? Avísame cualquier cosa para demandarlo ─ guau. Estaba sorprendida por lo defensivos que estaban los dos por mí ─ No fue así señor, le agradezco demasiado su preocupación, a los dos ─ miré a Roy quien tenía solo furia en sus ojos. El señor Marcos se retiró, dejándonos solos a Roy y a mí y sentí que por fin íbamos a hablar, pero estoy segura que no de la forma en la que me podría imaginar.
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Un infierno aguantable
Mystery / ThrillerNo existe forma de conocer las historias que ocultan las personas, hay personas que simplemente lo ocultan de maravilla o que simplemente no dimensionan el infierno en el que sobreviven y no viven. Hay sonrisas tan puras y llenas de optimismo que si...