Capítulo 23[ El Peligro Se Acerca]

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Keigo- tu asesino es demasiado inútil- comentó al pelinegro medio dormido en el sofá- por du culpa ahora estoy en bastantes aprietos!

Touya- relajate rubia gritona, el idiota cabeza de músculos no hablará- se estiró bastante relajado de la situación- dudo mucho que salga de prisión pero por lo menos tus secretos están guardados bastante bien

Keigo- no creo que te des cuenta lo horrible de la situación, si sabes qué! - antes de continuar su amigo le dio un fuerte puñetazo que le dejó en el suelo

Touya- cállate un segundo y déjame dormir... - habló irritado

Keigo- en verdad no entiendes que si ese tipo sigue acercándose a Ryuko puede irse mi oportunidad de tener dinero?! - gritó al pelinegro quien soltó un suspiro negandose a responder- ese idiota obtendrá todo lo que me corresponde a mi!

Touya- eso suena cómo tu problema, no el mío - respondío cansado

Keigo- oh no, es problema de ambos o acaso olvidas nuestro trato?! - sonrió tratando de convencer al pelinegro

Touya- no eh olvidado que me debes demasiado Keigo... - soltó con calma, asustando un poco al rubio- te eh estado ayudando dejando que te quedes en mi casa, dejo que comas mi comida y dejo que hagas lo que quieras simplemente porque dijiste que podías conseguir absolutamente todo lo que me debes pero no has hecho nada, eh tenido que poner mucho por esto, mis cosas, mis compradores e incluso mis contactos y no has sido capaz de llegar al dinero, literalmente lo único que tenías era para el cabeza de músculo y eso ya te lo fumaste- se levantó con bastante rabia- así que esto es lo que va a pasar... Tú te irás de aquí, obtendrás un 25% de lo que me debes y entonces te volveré a ayudar, de lo contrario cobraré todo con tu cuerpo y con tu vida, fui claro? - sonrió amenazante al rubio el cual se paralizó de miedo

Keigo- un 25% eh? No suena tanto, seguro- sonrió tenso a su amigo el cual le devolvió una sonrisa burlona

Touya- el 25% es 1.000.000 así que más te vale tenerlos para el final de la semana por que si no vas a ver- el rubio asintió saliendo de la casa del pelinegro

Podía estar bastante asustado, sin lugar al cual ir y sin muchas opciones o lugares a los cuales ir, era literalmente lo peor que podía pasarle y aún así Keigo estaba bastante tranquilo pensando cual sería la mejor opción para avanzar. Touya recomendó ir por un vacío legal para obligar al sistema a darle dinero de Ryuko y si bien tenía algunos datos para tratar de ir por ese camino, no se sentía muy preparado para ello.

Si Touya no estaría pidiendo dinero seguramente podría adquirir más información pero dado que no estaba dispuesto a esperar más no le quedaba de otra que jugarlo todo a su mano medio ganadora, no era agradable mostrar tan de prisa sus ases bajo la manga pero era una situación desesperada.

- si que es lo que necesita? - así que allí estaba, a punto de entrar en una batalla legal por una niña que ni quiere o le interesa

Keigo- me gustaría presentar un caso... - sonriente habló con la recepcionista esperando tener lo suficiente para algo sólido

No había mucho por lo que tomar a Ryuko, la mujer era impecable con todo lo que pudiera haber y hacer, la única cosa por la cual podía tomar alguna ventaja era con el error de no darle la educación adecuada a su hija. No era por parecer un acosador pero en todo el tiempo que estuvo vigilando a la mujer nunca hubieron indicios de que su hija fuera por dicho aprendizaje por lo que su opción se basaba en ello. Le bastaba al sistema para levantar las cejas o eso esperaba...

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Ryuko por su lado estaba decidida a terminar todos sus pendientes del día para poder ir con su hija y con el niñero de la misma, últimamente estaba demasiado enfocada en pasar más tiempo con ambos principalmente por que el peliverde encontró la manera de que su hija comience a estudiar por su propia cuenta, iban a paso lento pero seguro con todo lo que podían enseñarle a la dulce niña y la verdad esto le estaba gustando demasiado, se sentía tan en calma junto a ambos que casi parecían familia...

Negó con rapidez ante tan tonta idea, no quería pensar en el pecoso cómo un posible padre de su niña, él tenía proyectos y sueños que seguramente se verían retardados si es que tenía una hija, él aún quería avanzar mucho más cómo para que le frenara así. Era un poco desanimante pensar así pero era lo que había. Llegaría el momento en el que Izuku continué su camino y hasta que eso sucediera iba a aprovechar cada momento que tuvieran juntos.

Así que hizo lo mejor que pudo y se apresuró a llegar a casa y seguir con sus planes, no había tráfico por fortuna por lo que su llegada fue en menos de lo previsto.

Ryuko- ya llegué! - mencionó quitándose sus zapatos y dejándoles a un lado

Ryuta- mami! - su hija corrió desde la sala abrazando a su madre por la espalda

Ryuko- hola mi amor... - con un beso dejó ir a su niña quien se veía radiante

Izuku- bienvenida a casa Ryuko-san- sonriente el pecoso salió de la cocina con el delantal que ella usaba para hacer la comida provocando que la mujer se pusiera algo nerviosa

Ryuko- hola Midoriya-san... - sonrió tratando de mantener la compostura

Izuku- llegó bastante más temprano que de costumbre, por una parte me alegro de ello pero por otro lado aún no tengo lista la cena- murmuró para si mismo mientras la mujer hacia lo posible por no enloquecer

Ryuko- ( es cómo si estuviéramos casados!!) - no podía creer cómo cambiaban las cosas tan rápido

Ryuta- Izuku tengo hambre- miró al pecoso el cual sonrió a la niña

Izuku- en un momento te doy un postre, ahora debes terminar lo que te puse- la niña hizo un puchero con algo de irritación, le parecía bastante injusto -  quizá tu mamá pueda ayudarte- la niña sonrió girando hacia su madre

Ryuta- mami ven! - la tomó de la mano y la arrastró hacia la sala mientras el pecoso soltaba una risa por lo bajo

Ryuko- ( se supone que tengo que mantenerme alejada emocionalmente de él pero aún así...) - miró al pecoso el cual sonreía de camino a la cocina- ( lo único que hace es adentrarse cada vez más y más en nuestras vidas y en nuestros corazones...)

Ryuta- mira mami, esto hice! - mostró una hoja con algunos caracteres legibles

Ryuko- avanzas rápido Ryuta! - la niña sonrió con orgullo- que fue lo que te puso ese despiadado de Midoriya?

Izuku- oye! - se escuchó desde la cocina

Ryuta- esto- mostró un papel con palabras bastante simples( me aburre esto! - hizo un puchero haciendo suspirar a su madre

Ryuko- ven te enseño- tomó a su niña con delicadeza y la fue guiando bajo la mirada del niñero sonriente

Izuku- no se está tan mal... - murmuró admirando a la mujer- me agrada esta sensación... - estos momentos de paz no le gustaría cambiar por nada aunque desgraciadamente había alguien a punto de romperlo todo

el guardia del dragón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora