Capítulo 4

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Cuando tenga tiempo paso por aquí para editar este
capítulo. Disfruten la lectura, pronto vuelvo
a actualizar :)

Mi collar, aquel amuleto misterioso que desde que llegó no ha hecho más que desencadenar una catástrofe, estaba segura de que algo tenía que ver con todo esto.

Miré el reloj de mi mesilla y ya era tiempo de partir. Salí de casa intentando hacer el menor ruido posible y me dirigí hacia los límites del Delighted...

El bosque era algo sin forma en una noche tan apagada, sin luna. Comencé a caminar entre sus árboles intentando no caerme por culpa de las enormes raíces que sobresalían del suelo.

Solo se escuchaba el silbido del helado viento y quizá algún que otro animal escalando entre las ramas. Era una noche fría para ser verano, al menos eso parecía en el bosque.

Seguí caminando y mi corazón dio un vuelco cuando empecé a reconocer el lugar que tenía delante. Era el lugar de mis pesadillas, era exactamente igual. Quizás eso quiere decir que si miro un poco más arriba... no, es imposible, pero... puede ser...

Levanté la mirada y deseé no haberlo hecho en primer lugar, allí, en la misma posición de mi última pesadilla amarrado a un viejo árbol estaba el cuerpo de Heinell, y no solo eso, sentí el mismo olor en la habitación de mi hermano.

¿Quiere decir que ese cadáver era...? No, no puede ser ¿verdad?

Me fui alejando de forma suave, no sabía exactamente por qué pero sabía que alguien podría encontrarme si hacía el mínimo ruido. El cuerpo inerte y ensangrentado de mi mejor amigo se encontraba a unos metros de mí, con sus brazos y torso cubierto por aquella cuerda.

Seguí alejándome, pero al ir de espaldas, no veía el camino y una rama crujió bajo mi peso. Sentí otro movimiento cerca de mi y automáticamente me giré para ver que se trataba de aquel lobo blanco.

Y lo peor no era solo eso, era que al crujir la rama había ocasionado que despertara y no parecía muy contento, seguía encadenado como en mi pesadilla.
La gigante bestia puso sus ojos en mí, su iris casi se confundía con el blanco de sus ojos y su pelaje se veía suave, además de tener patas y orejas enormes. Se podía decir que duplicaba mi tamaño.

El lobo se incorporó y pude ver el momento exacto en que captaba que algo estaba fuera de lugar, me enseñó los dientes gruñendo para luego dar un salto hacia mí que de no haber estado con cadenas, me hubiera tragado sin siquiera masticar.

La bestia siguió luchando con las cadenas y yo aproveché ese momento para salir corriendo, esta vez sin mirar ni siquiera el camino por el que iba.

Corrí entre árboles, hojas y algunas ramas caídas, no volví a mirar atrás hasta que estuve segura de haberme alejado lo suficiente.

En ese momento mi único problema era que estaba perdida.

Lo que me faltaba, mi hermano secuestrado por un psicopata loco, mi mejor amigo muerto, un animal que duplica el tamaño a cualquier persona encadenado a un árbol y para colmo, perdida en un bosque al que nadie iba a hacer nada bueno y menos un psicopata.

No podía quedarme sentada, eso estaba seguro, tenía que seguir caminando si quería salir de ahí, aunque claro, también estaba la opción de perderme aún más y que acabaran matándome.

Caminé y lo seguí haciendo por mucho tiempo. Había perdido la cuenta de cuantos árboles había pasado ya cuando escuché una rama crujir, había alguien más, no estaba sola, y no sabía si eso me aliviaba o solo me daba más miedo.

Volví a correr mirando atrás cada cinco segundos asegurándome que nadie me seguía. En una de esas veces, una rama crujió bajo mis pies y maldije en voz baja.

Miré hacia atrás rezando al cielo porque no me encontraran y terminaran utilizándome de sazón en la sopa y justo en ese momento choqué contra algo duro.

Fue tan fuerte el impacto que acabé en el suelo. Mis ojos vieron unas botas negras, luego subí mi mirada, un pantalón negro, que si me permiten, se veía que ocultaba cositas interesantes. Seguí subiendo la vista, unos brazos con músculos medianamente pronunciados, iris negro y pestañas largas... Ryan

Solo pude tener algo en mi cabeza en ese momento.

¿Qué hacía Ryan en este bosque a estas horas?

De cara a la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora