De cara a la realidad

Capítulo 7

-Dímelo, dime lo que sientes- dije algo nerviosa

-Pues...

Fue a abrir la boca para decir algo pero una puerta abriéndose nos sorprendió haciendo que nos separáramos.

Era el sherif, estuvo en mi casa cuando desapareció mi hermano dejando su habitación hecha un desastre. Pero además de eso, era el padre de Ryan y se veía una persona muy estricta.

Nos miró a ambos quedándose mucho más tiempo en mí del habitual.

Ryan carraspeó a mi lado llamando la atención de su padre.

-Papá, ella es..

Fue a decir Ryan algo nerviosa pero su padre lo interrumpió.

-Ya sé quién es Ryan- dijo para luego voltearse y mirarme levantando una ceja. -Necesito hablar con mi hijo a solas, así que por favor vaya a algún otro lugar, señorita Presley-

Hice lo que me decía, pero justo cuando salí empezaron a hablar en voz baja y opté por quedarme y escuchar a escondidas.

Si, muy legal.

¿Qué dije sobre opinar de lo que hago?

Escuché susurros molestos y empecé a prestar atención a la conversación, parecía ser importante.

-¿Cómo se te ocurre traerla aquí?- dijo entre susurros el padre de Ryan. -¿Te das cuenta de que eso nos podía poner en gran peligro?- dijo de la misma forma.

En ese momento no entendí absolutamente nada. ¿Cómo podría yo ponerlos en peligro? Al parecer Ryan tenía la misma duda porque su única respuesta fue preguntar al respecto.

-La señorita Presley podría ser la hermana de un hombre lobo convertido- dijo el señor Rossmert.

-¿A qué te refieres al decir convertido?- preguntó Ryan medio descolocado.

-Me refiero a que no lo es de forma genética, por eso el resto de su familia no lo es y por eso tampoco comparten el mismo desarrollo de olfato o audición.- enumeró el señor Rossmert.

-¿Pero cómo puede ser un hombre lobo? ¿Cómo puedes saberlo si se lo llevaron?- preguntó Ryan sorprendido por la seguridad de las palabras de su padre.

-Es sencillo, él no se fue, el destrozo en su habitación es producto del cambio de hombre a lobo, recuerda qué hay distintas formas, al parecer la suya, es ser agresivo. No forzaron la cerradura pero si qué hay rasgones en el tejado. Así qué hay dos opciones, o se fue por la puerta siendo humano o saltó por la ventana siendo un lobo.- explicó el padre de Ryan.

-¿Pero no tendría la runa grabada en su torso?- preguntó el menor.

-Al ser convertido y no genético, pues no, no tiene la runa. Lo que me sorprende es que no esté solo, los lobos son muy territoriales. Los convertidos para ellos son como los extranjeros para nosotros, solo que ellos no son bien recibidos en las manadas de lobos genéticos.- dijo el señor Rossmert.

Una duda asaltó mi mente. ¿Con quien estaría Daniels?

-¿Cómo puedes estar tan seguro de que no está solo?-
preguntó Ryan leyéndome la mente.

-Los lobos recién convertidos son como los neófitos en los vampiros, se descontrolan en busca de su presa, si no hay algún superior cerca que tome el control saldrían del bosque a atacar a cualquier persona del pueblo.-

-¿Cómo se convierte un lobo no genético?- me escuché preguntando.

Ambos en el salón se giraron hacia mí sobresaltados. Vi la expresión de regañina en la cara de Ryan pero no me importó. Era mi hermano, no me interesa si conmigo no fue la mejor persona del mundo, pero es mi hermano.

-Un lobo no genético se convierte a través de una mordida. Esto solo puede hacerlo un superior, sus colmillos liberan un veneno capaz de asesinar o convertir a su presa. Por tanto eso también nos deja dos opciones. El señor Presley pudo haber sido convertido de forma premeditada o de forma accidental si el superior perdió el control total de su veneno- escuché decir al señor Rossmert.

-Lo que significa que mi hermano pudo haber sido mordido por un lobo superior al estar fuera de casa aquella noche, ¿no?- dije

-Exactamente señorita Presley. Pero los lobos tienen entre ellos a varios de nuestros policías, que son de distintas mandas. Se encargan de controlar que ningún lobo salga de los límites del bosque. Por tanto, su hermano no salió de casa solo a dar una vuelta- explicó.

-¿Quiere decir que fue directamente al bosque?- dije pasmada.

-Usted sabe la respuesta a esa pregunta, señorita Presley.- dijo levantándose. -Ahora, espero que ambos sepan en lo que están metidos y sobretodo lo peligroso que es todo esto. Cuídense mucho.- dijo el señor Rossmert dirigiéndose a la puerta.

Después de eso miré a Ryan. Aún me quedaban un poco de nervios de la anterior conversación por lo que no me atreví a mirarlo a los ojos directamente.

-¿Por qué espiaste la conversación?- dijo poco afectado por lo que había pasado en ese sofá antes de que su padre llegara.

-¿Disculpa? Es mi hermano, tengo derecho a saberlo.- repliqué.

-¿Pero no podías esperar a que te lo dijera yo mismo?- preguntó

-Aún no sé si puedo confiar en tí.- dije sin pensar y al momento en que vi su expresión dolida supe que la había cagado.

-Bien.- dijo por fin.- Dormiré en el sofá, tú ve a la cama.-

Admito que me dolió la forma en que lo dijo pero me lo merecía, de verdad que me lo merecía.

Subí las escaleras y abrí la puerta que supuse era la de la habitación. Una oleada del perfume de Ryan llegó hasta mí enviándome un escalofrío por la espina dorsal.

Me senté en la cama y desplacé mi mano por la superficie del colchón. Estaba frío pero suave y cómodo.

Me recosté hundiendo mi nariz en su almohada absorbiendo su aroma.

Oh Ryan, cuanto lo siento.

Es que eres tonta

No puede ser, tú de nuevo

Pues claro que sí. ¿Que mejor momento del día para venir a recordarte lo que hiciste mal en tus últimos 3 años y hacerte revivir los momentos más vergonzosos de tu vida que cuando vas a dormir?

Agh en serio que quiero cambiar de conciencia

Pues lo lamento mucho guapa

Me tapé la cara con la almohada deseando ignorar la voz de mi molesta conciencia.

Sigo siendo la misma persona que tú

Que me dejes dormir

Baja a disculparte con Ryan y me callo

No pienso hacer eso

Pues tú decides. ¿Recuerdas la vez que..

No la dejé terminar porque me levanté de la cama y fui directo a la escalera. Ya me estaba volviendo loca.

Ryan estaba sentado en el sofá con la cabeza entre las manos mirando al suelo.

-Ryan.- dije, tocando su hombro. -Yo...