Capítulo 8

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Maratón 1/2

Ryan estaba sentado en el sofá con la cabeza entre las manos mirando al suelo.

-Ryan.- dije, tocando su hombro. -Yo...


-Véte a la cama, mañana debemos levantarnos temprano para ir a la oficina de mi padre y traer ese dichoso libro- dijo Ryan sin dejarme terminar.

-Pero..-intenté decir.

-Ashly, ve a la cama.- dijo de nuevo

-No pienso irme a la cama sin haberte dicho antes lo que siento.- dije de forma rápida por si volvía a interrumpirme.

-¿Y qué sientes? ¿Qué no confías en mí? ¿Qué podría traicionarte?- dijo con una expresión dolida.

-Claro que no, yo no.. yo no quise decir eso- dije a punto de llorar.

-Pero lo dijiste Ashly, lo dijiste y nunca he estado mas seguro de que decías la verdad- dijo

-Pues no era la verdad, no lo es ahora. Ryan, si hubiera desconfiado de ti en algún momento no te hubiera contado mis planes, no hubiera venido a tu casa y desde luego no estaría aquí ahora mismo, disculpándome contigo. Sé que lo que dije pudo haberte dolido y en serio lo siento. Sé que lo jodí todo y aunque no es justificación estoy pasando momentos complicados, mi hermano es un posible hombre lobo convertido que podría atacar a cualquiera si se sale del control del policía a cargo y mi mejor amigo está muerto y amarrado a un árbol en un bosque. No es fácil nada de lo que está sucediendo, ahora mismo podríamos estar en peligro de muerte, tú y yo, por mi culpa. Lo peor es que tú no deberías estar involucrado.- dije desahogándome por todo aquello que me estaba revolviendo las entrañas. Toda aquella situación era realmente complicada para mí y sé que para él también, después de todo, mi hermano era su mejor amigo.

A este punto en mis ojos ya se acumulaban lágrimas de desesperación y el pareció notarlas. Su expresión cambió drásticamente a una precavida.

-Yo.. lo siento. En verdad lo siento. No debería estar llorando, disculpa- dije limpiando mis ojos.

-Oye- susurró acercándose a mí. -No debes disculparte conmigo por ser una persona humana, no eres de hierro. Siempre intentas ser fuerte, pero, está bien tener momentos de absoluta debilidad en los que no puedas con el peso sobre tus hombros. Tienes apenas 16 años, no deberías estar pasando por esto. Las circunstancias son difíciles, claro que si y entiendo que te sea complicado confiar, pero puedes caminar junto a mí con los ojos vendados.- me dijo, haciendo que mis ojos volvieran a llenarse de lágrimas rebeldes.

-Ven aquí- dijo acercándome a él. Hundí la cara en su pecho y dejé las lágrimas salir. Él me pasaba la mano por el pelo de forma suave.

Me llevó despacio hasta el sofá para sentarme sobre sus piernas. Poco después solo estaba recostada a su pecho con la respiración acompasada.

Todo estaba bien, o eso me parecía en ese momento. Sentía que todo se solucionaría.

Sentí sus manos sujetar mi mentón y poco después sus ojos directamente en los míos. Me sentí desnuda, desarmada, me sentí libre de cargas. Me sentí como si volviera a ser simplemente Ashly, una chica de 16 años, estudiosa y tranquila, con amigos, con una vida normal.

-Todo va a estar bien, pronto volveremos a ser solo tú y yo- dijo Ryan. Eso hizo que conectara su mirada y la mía. Quizá si que existiría un nosotros.

-Ashly, esto es una batalla de ambos y la pelearemos juntos. No pienso dejarte sola. No te sientas culpable por yo estar involucrado en esto, porque fui yo quien quise meterme en ese bosque a buscarte.- dijo en un susurro. Su mano seguía acariciando mi cabello y de alguna forma, supe que era el momento.

Mi mano agarró su nuca y empujé su rostro hasta el mío. Nuestros labios se unieron y sentí fuegos artificiales en mi estómago.

Hija de Dios pero que cursi que eres

Oh cállate y déjame disfrutar

Continúa continúa

Sus labios se abrieron sobre los míos profundizando el beso. Sus manos recorrieron mi cuerpo hasta llegar a mi cintura, me levantó un poco para dejarme recostada en el sofá y se apoyó en su rodilla para no dejarme su peso completo.

El beso se hizo más acelerado y sus manos empezaron a recorrerme con mucha más necesidad. Enredé mis dedos en su pelo atrayéndolo más.

Tenía miedo, por supuesto que lo tenía. Nunca había llegado tan lejos con nadie y no sabía que hacer.

Mis manos se movieron solas, sus hombros, su torso, seguí recorriendo el camino hasta llegar al borde de su camiseta y levantarla de forma suave.

Sus ojos volvieron a encontrarse con los míos. Ya sabía lo que estaba queriendo preguntar. Asentí una vez y fue suficiente para que todo se volviera mucho más acelerado.

...

De nuevo ese maldito bosque, las voces eran muy fuertes esta vez. El nombre de mi hermano volviendo a retumbar en mis oídos.

Hablaban de algo, pero esta vez, la charla la protagonizó una voz femenina. El siguiente nombre me dejó pasmada.

Emma Presley, mi hermana.

Estaban hablando de algún tipo de plan. Un plan en el que mis dos hermanos estaban involucrados. Se me cortó la respiración.

Me sentía como si me estuviera ahogando bajo el agua, pero no solo lo parecía, si no que así era.

...

-Ash- pronunció una voz lejana. -¡Ashly despierta!- dijo mucho más fuerte.

Al abrir los ojos vi el rostro preocupado de Ryan, vi el techo de una habitación. Estaba tumbada en una cama suave y cómoda.

Me encontraba en la habitación de Ryan.

-Buenos días- dijo el mismo relajándose al ver que me despertaba. -Estabas teniendo un mal sueño al parecer. Me desperté en medio de la noche al sentir tus gritos de desesperación, pensé que podría ser el lobo del bosque. Cuando llegué estabas aguantándote el cuello y estabas sudando. Estuve buen rato intentado despertarte. Luego vi que querías deshacerte del collar y te lo quité. Fue cuando despertaste.- me contó Ryan con expresión preocupada.

De nuevo ese maldito collar, casi lo olvidaba.

-Vamos, debemos prepararnos para ir a por ese libro-

De cara a la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora