El fin de semana pasa muy rápido con Sullivan en mi departamento quejándose cada cinco segundos acerca de lo mal decorado que está. También hemos compartido un sábado de bebidas, donde termino soltando toda la mierda que me cargo.
Desde decirle que estoy en una clase de apatía emocional que me causa la sensación de no sentir nada, hasta llorar entre sus brazos la muerte de mis padres.
A Sullivan jamás le cayó bien Xavier, así que se distanció de mí en cuanto yo comencé a relacionarme más con él. Incluso nos habíamos peleado, era una de esas amistades que sabía que estaban por allí, pero que a su vez no tomaba en cuenta para nada.
Sin embargo, si un día Sullivan me pedía ayuda y viceversa, sabía que correríamos hasta el otro lado del mundo para auxiliarnos. Quizá no estoy tan solo como había pensado en un inicio.
El domingo estamos sentados en la terraza mientras cenamos tostadas que hicimos y tomando gaseosa mientras vemos una película de romance y comedia en la tableta, soltamos carcajadas. Conforme el tiempo pasa, el hormigueo en mis manos crece.
Muevo la rodilla como si ya tuviera un resorte que la hace rebotar y me arranco los pellejitos de mis dedos. A veces tengo que inhalar una gran cantidad de aire para sentir que estoy respirando porque parece que mis pulmones están averiados.
Soy un Omega Dominante cuyo rasgo es la presencia, la gente me mirará haga lo que haga y no puedo ocultarme. De tan sólo saberlo ya quiero quedarme encerrado el resto de mi vida, pero sé que no puedo.
Sí, mis padres murieron. Sí, mi mejor amigo me engañó con mi novio. Sí. Sí. Sí, parece que el mundo se me está viniendo encima, pero no por eso dejará de girar. La vida sigue el ritmo del tiempo, mañana regresaré a clases, la gente me mirará como siempre lo hizo. Se van a acercar, hablaran hablarán del tema, ¿y qué puedo hacer yo? Nada.
Más que continuar y eso es lo difícil.
—¿Te busco para comer mañana? —Sullivan se despide de mí pasando las once de la noche, al inicio había dicho que se quedaría, pero a último momento decidió irse a pasar el rato entre las piernas de un omega que frecuenta estos últimos días—. Tengo mi última clase a las dos.
—Perfecto, te espero.
Nos despedimos. Al quedarme solo, una vez más la ansiedad me abraza.
Me recargo en la puerta y miro mi tableta, estoy siendo un obseso de esta cosa, también enciendo el teléfono y, pese a que es un modelo reciente, termina trabado de tantas notificaciones que explotan en la barra de estados. Me dejo caer poco a poco y me quedo mirando todo.
Noticias de mis padres, así como llamadas de mis familiares y… Llamadas perdidas de Víctor.
Xavier sólo mandó un mensaje diciendo “Perdóname”. ¿Perdóname? Ni Judas se atrevió a hacer algo tan enfermo como eso. ¿Meterte con el mejor amigo de tu novio? Al menos lo hubiera sobrellevado mejor si hubiéramos terminado antes, pero no, esos idiotas se veían a mis espaldas, y como los tres estábamos siempre juntos no logré diferenciar las feromonas gracias a que ambos suelen tomar supresores. Me enojo por mi propia estupidez, yo fui el único imbécil que creyó en nuestra relación.
Fui el único imbécil que creyó en nuestra amistad.
Y cuando la pantalla del móvil se ilumina con una llamada de Víctor, mi corazón salta como un terremoto y se me cierra la garganta. No quiero responder, así que lo dejo en silencio a un lado y tomo mi tableta para jugar cinco minutos, pues al sexto ya estoy tomando las llaves de la Mercedes y saliendo de mi departamento.
Salgo sin pensar mucho hacia dónde ir, sólo subo a la camioneta y manejo por la ciudad con la música a todo volumen. Me mantengo dando vueltas en la glorieta hasta que me canso y voy al mini súper y compro dos bebidas energéticas. Regreso para hacer lo mismo, algunos autos me pitan, pero no lo hacen con intención de molestar, sino que pronto veo que un chico a quien jamás he visto en mi vida me sigue pitando como si fuera un desfile alegórico.
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Biker
Teen FictionEl asesinato del Presidente y la Primera Dama destruyó la vida de Cyril, quien se ha convertido en el objetivo de una organización criminal que atenta contra su vida, por si fuera poco, relacionarse con un chico lleno de tatuajes que monta una moto...