—Nunca me he subido a una moto.
A pesar de que se lo dije, Haven me logra convencer sin usar ninguna palabra. Me pasa un casco que luce bastante nuevo y se trepa a la moto. Me quedo unos segundos observando el casco como si fuera algo nuevo para mí y la piel se me eriza. El sudor en mis manos casi provoca que el casco se caiga, mi agarre se vuelve flojo y eso permite que Haven me lo quite.
—¡Oye! Eso… Eso es mío.
—¿Seguro? —le quito el casco y me lo pongo.
—Bastante seguro.
No. No estoy seguro.
—No te preocupes, sólo sujétate y disfruta el paseo.
Me comen los nervios.
—¿Y qué era lo que querías intentar? —me animo a preguntar porque ya me encuentro más tranquilo.
—Intentarlo —arranca la moto—. Contigo.
—¡Woah!
Me aferro a su espalda, Haven ríe por la manera en la que me anclo a su cuerpo. Me siento pequeño e indefenso en una motocicleta y no me gustan, por lo que la inseguridad crece conforme Haven acelera.
—Perder la oportunidad de conocerte quizá sea un error. Intentémoslo bajo tus condiciones.
—¿Condiciones…?
—¡Te estoy dando la oportunidad de ponerme correa, Muñeco!
Acelera. Acelera mucho. Arrugo su playera y cierro mis ojos, pero al no escuchar más la voz de Haven, me animo a mirar un poco y encontrar una vista extraña acompañada del viento cálido. Atravesamos un puente, los pocos carros que hay se quedan atrás cuando Haven los adelanta.
No digo nada, tan sólo me dedico a disfrutar de esta nueva sensación, se siente como tener libertad condicionada al estar aferrado a Haven y dejarme llevar por él.
Llegamos a una parte de la ciudad donde no hay nadie, mis piernas se sienten como gelatina.
—Dime tus condiciones.
—¿Qué se supone que es eso para ti?
—Algo que debo y no debo hacer. Jamás he estado en una relación, ¿pero tú podrías ser la primera, no?
—¿No-novios…?
No.
¿De verdad quiero esto? ¿Mis sentimientos por Xavier se esfumaron de un momento a otro? ¿Siquiera es correcto? Hacía tres semanas que me la pasaba diciéndole a Xavier que lo amaba y ahora aquí estaba, frente a un alfa que me pedía comenzar algo.
—¿Está bien eso…? Yo… —bajo la mirada, la vergüenza me sofoca—. Yo acabo de terminar una relación y…-
—¿Hablas de esa relación donde un bastardo jugó con tus sentimientos?
Asiento.
—Si buscas algo serio, pero a la vez no quieres algo, ¿entonces qué quieres?
Ni yo sé qué quiero.
—Es sólo… Supongo que creo —hago una pausa—. Sólo no sé si es correcto.
—¿Correcto?
—Esto —me señalo a mí mismo—. Siento que no siento nada, ¿te ha pasado alguna vez? Es como sentir que todo está bien cuando sabes que no lo está, tus sentimientos se sienten inexistentes y el mundo sólo sigue su curso mientras tú te estancas en la ignorancia de no saber qué mierda sucede contigo. Me siento de esa forma. Mi relación terminó el mismo día que mis padres murieron y desde entonces parece que mis emociones se apagaron y no logro… No logro conectar con nada. Me atraes y eso me da miedo, me da miedo… Me da miedo aceptar que me quedé solo. Es aterrador saber que de ahora en más sólo puedo contar con un hermano mayor que está a cientos de kilómetros y que debo valerme por mí mismo. Me da miedo… comenzar algo contigo y joderlo. Me da miedo abrirme a nuevas personas. Me da miedo… Aceptar que quizá lo único bueno que tengo son mis genes y por eso fui tirado tan fácil por quien se suponía que era mi mejor amigo.
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Biker
Ficção AdolescenteEl asesinato del Presidente y la Primera Dama destruyó la vida de Cyril, quien se ha convertido en el objetivo de una organización criminal que atenta contra su vida, por si fuera poco, relacionarse con un chico lleno de tatuajes que monta una moto...