04: Rubio valiente

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La música resonaba en toda la mansión y las luces azules creaban un ambiente mucho más cálido y al mismo tiempo fiestero, las chicas conversaban y se divertían en la piscina con algunos chicos, bebían y reían, probablemente estaban todos muy borrachos ya.

Junkook entró a la sala, con su brazo al rededor del hombro de una chica y se sentó al lado de Bang chan, que tenía a una mujer a cada lado, ambas en ropa interior y cubiertas por una bata, aunque en realidad había varias chicas en la sala.

-¿Estás cómodo?- Preguntó el pelinegro sarcásticamente, a lo que su amigo se rió -Estoy entretenido viendo como todos hablan de Felix- Respondió, moviendo sus dedos sobre la pantalla.

-Creo que Hyunjin está bastante enojado porque nadie lo encontró hoy.

En ese momento lo escucharon empujar a un chico a la piscina, obviamente era Hyunjin, que si, se veía enojado, definitivamente tenían razón.

-¿Eres idiota? Solo te di una jodida orden- Le gritó al otro chico, antes de también lanzarlo al agua.

-No es nuestra culpa, estaba escondido quién sabe en donde- Se defendió el menor, que movía sus bracitos y piernas para no ahogarse.

El pelinegro se puso de rodillas y lo agarró del cabello, tirando de este dolorosamente -Entonces la próxima será para ti- Lo amenazó antes de sumergirlo debajo del agua repetidas veces, sin darle tiempo suficiente para respirar. De hecho estaba a punto de dejarlo sin aire cuando sintió a Jungkook tirar de su brazo.

-Es un niño, déjalo en paz- Lo apartó, empujándolo levemente para hacerlo entrar en razón -No voy a dejar que ese fantasma me humille así, deben estar locos si creen eso- Respondió el pelinegro.

-Era un chico defendiendo a su amigo- Bang Chan estaba de lado del rubio, su amigo estaba un poco intolerante a los seres humanos últimamente.

-Estás yendo muy lejos, lo de la tarjeta era algo para resolver problemas extremos, no para vengarte de cualquier idiota- Jungkook intentó hacerlo entrar en razón, pero el más alto apenas parecía oírle.

Puso una mano en el hombro de Hyunjin, inclinándose para hablarle de más cerca -No es para hacerte sentir poderoso- Le dió un gran peso a cada palabra.

-No me importa que tan insignificante sea ese bastardo- Dijo, cansado de que lo regañen -Nadie va a decirme qué hacer o cómo actuar- Se alejó, no quería estar cerca de sus estupidos amigos en ese momento, ellos no lo entendían.

Se acercó a unas dos chicas que habían cerca y ellas no tardaron nada en comenzar a coquetear con el, pero parecía distraído y sin muchas ganas de conversar —Una mamada ¿Si o no? Entre las dos— Las apresuró.
Estas se miraron entre ellas con una expresión de haber ganado la lotería, y asintieron rápidamente —Por supuesto, te la haremos— Malditas zorras, a veces sentia asco por ellas.

Se las llevó adentro de la mansión y a una habitación más solitaria, al menos ahora podría aliviar un poquito su estrés.

Se las llevó adentro de la mansión y a una habitación más solitaria, al menos ahora podría aliviar un poquito su estrés

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