Todos pueden pensar que los B4 son perfectos y completamente encantadores, menos Felix, el los odia... como si no pudiera odiarlo más de lo que ya lo hace.
Uno es pretencioso, cree que es el ser humano más guapo en la faz de la tierra.
Otro es miste...
Los días habían pasado, finalmente era la fecha, Yeji se iba a Francia para comenzar a cumplir sus sueños y trabajar de lo que realmente le gusta. Todos fueron a despedirla al aeropuerto incluyendo a Felix, ya que se habían hecho medio amigos en esa fiesta.
La abrazó con fuerza, era una pena que se fuera, pero si eso era lo que la hacía feliz entonces era lo correcto. Minho se acercó a el con una pequeña sonrisa, dejándolo un poco confundido —¿Sabes? Felix, creo que tenías razón cuando me dijiste que luchara por el amor de Yeji— Se acercó bastante y lo agarró de las manos, el rubio realmente no entendia nada —Decidí ir con ella a Francia, por lo menos un tiempo, gracias por tus palabras el otro día—
Bien, Minho se estaba yendo y el ni siquiera había confesado sus sentimientos, pero bueno, era un poco su culpa por haber sido insistente antes. —Espero que logres conquistarla, es una buena chica— Dijo con una sonrisa, medio falsa medio genuina.
Hyunjin se acercó, tocando el hombro de su amigo con una expresión medio seria —Lo siento por haber sido un idiota antes, te voy a extrañar— Era muy extraño oírlo hablar de esa manera, no sabia que ese chico tenía sentimientos.
—No importa, estoy acostumbrado a que seas un idiota— Bromeó, haciendo reír al pelinegro y a sus otros dos amigos. Se dieron un pequeño abrazo grupal que el pecoso miró desde lejos, pero Minho rápidamente tuvo que irse para no perder su vuelo, como si el avión fuese a irse sin el.
Fue un poco doloroso verlo irse, pero tenía la esperanza de que el en serio iba a volver dentro de poco tiempo, y casi rezaba por ello.
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Todos comían en la cafetería de la escuela, normalmente en la gran televisión se transmitía música que estuviese de moda o estaba apagada, pero de la nada se encendió y se comenzó a reproducir un video.
En la pantalla estaba Hyunjin, con una expresión de molestia y un fondo blanco —Si Lee Felix de 6to está viendo esto... Hola, quiero invitarte a la torre de reloj el sábado, aproximadamente a la 1 p.m., si llegas tarde no te esperaré y si no vas te mataré, gracias—
¿Que mierda? Así que hacia falta que todos se enteraran ¿Verdad? No podía ser un jodido mensaje por privado.
Todos lo miraron y murmuraban, suspiró, no pensaba ir, pero tampoco quería volver a ser secuestrado, joder.
[...]
Era sábado, 1:35 p.m., y seguía pensando si ir al jodido parque o seguir con su vida como si nada. No estaba muy lejos, aproximadamente a unos cinco minutos, pero no estaba seguro si quiera de si todo esto era una broma o no.
Lo pensó mucho, pero finalmente decidió ir, estaba lloviendo bastante y le preocupaba la posibilidad de que el chico realmente lo estuviese esperando de verdad. Fue al lugar que le había indicado y ahí estaba el maldito Hyunjin, empapado bajo la lluvia justo al lado del reloj enorme.
