18: Lalisa

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-Mierda, no tienen idea de lo agotadora que es esa chica- Se quejó el castaño, a lo que su amigo coincidió.

-¿Por qué lo dicen?- Preguntó Felix.

Los dos amigos más estupidos de Hyunjin habían llegado sin avisar a la florería, se veían cansados y como si huyeran de alguien.

-El idiota de tu noviecito nos pidió pasar tiempo con ella para espantarla, pero fue ella la que nos espantó a nosotros- Explicó Jungkook jadeando.

-Le dijimos cosas horribles de Hyunjin, la hicimos pagar por todo lo que queríamos, actuamos como si fuésemos imbeciles, hicimos de todo, todo y nada sirve.

En ese momento sonó la campana de que alguien estaba entrando por la puerta, los chicos rápidamente se escondieron al ver que era la futura esposa de Hyunjin.

La chica no parecía estresada como los otros dos, al contrario, ella se veía feliz como si estuviesen jugando algún juego entre todos.

-Hola Felix- Dijo la chica con una gran sonrisa ¿Como sabía su nombre? -De hecho estaba esperando para que habláramos ¿Quieres ir de compras conmigo?-

El pecoso no supo como responder, volteó hacia los amigos de Hyunjin y estos le dijeron que no con la cabeza rápidamente, advirtiéndole con una señal de cortar el cuello con sus manos.

Pero a la mierda, no tenía como decirle que no sin quedar como un maldito grosero, así que no tuvo más opción que poner una sonrisa falsa y acceder como si la noticia lo alegrara, la chica se puso feliz.

Lo llevo al centro comercial a comprar ropa, intentó negarse a que la chica pagara por todo, pero en el fondo ambos sabían que Felix no tenía ni un centavo para derrochar en cosas innecesarias, pues según el tenia ropa suficiente para sobrevivir, aunque repitiera prendas casi todos los días, el estaba cómodo así.

Pasaron por todas las tiendas, en todas habían cosas de su estilo, pero se limitó a solo acceder a comprar algo cuando la chica se ponía muy insistente y no le dejaba otra opción que decir que si para calmarla de una vez.

Volvieron a la casa del chico, su armario era un desastre, pues era como una carpa larga, una opción barata, y tenía muy pocas cosas dentro, algo que lo avergonzó mucho, pero ahora, el interior estaba casi completamente lleno gracias a las nuevas compras.

Mientras organizaban las cosas y charlaban, que por cierto, estos dos tenían mucho en común excepto por la personalidad intensa y extrovertida de la mayor, todo lo contrario a el, oyeron a Hyunjin entrar a la habitación, quien rápidamente se quedó congelado.

-¿Qué hace ella aquí?
-¿Qué hace el aquí?

Preguntaron en unísono.

-Puedo venir cuando quiera, tengo las llaves de la casa.

-¿Ah sí? Pues ahora el es mi amigo, así que también puedo venir cuando quiera.

Ambos hablaron como niños estupidos e infantiles, y también se irritaron fácilmente con la respuesta del otro, Felix solo estaba ahí en el medio como una estatua viendo como los futuros casados discutían como si no fuesen a tener que pasar el resto de sus vidas juntos.

-¿Es tu amigo? ¿O solo es un pobre chico amable que no tuvo otra opción que pasar el día con una intensa como tu?

La chica abrió la boca de par en par, claramente ofendida por lo que acababa de oír, agarró una almohada y se acercó al chico como una fiera, golpeándolo fuertemente en la cabeza como castigo.

—Bueno, ya ¿No?— Se quejó el rubio quitándole la almohada de las manos a la chica, cansado del comportamiento infantil de estos dos.
Ambos estaban molestos, estaba más que claro que no querían casarse y ni siquiera se soportaban.

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