Rissa Reed es una reconocida alquimista experta en crear herramientas que le ayuden a acabar con la corrupción del Gobierno Mundial, lo que la llevo a convertirse en una de las principales Comandantes de Ejército Revolucionario, siendo uno de los e...
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El día era favorable para cualquier navío que se encontrara en esas aguas, el cielo azul con unas cuantas, y esponjosas nubes blancas adornando el cielo junto con la fresca brisa marina hacían el clima agradable, y los piratas de Barba blanca eran quienes más disfrutaban de ese tranquilo día.
Salvo por un joven pelinegro de pecas, quien se encontraba tirado en la cubierta boca arriba con una mala cara mientras miraba el cielo aburrido. Sin duda alguna prefería los días emocionantes en los que peleaban con otros piratas o con la marina, o en los que están teniendo alguna aventura divertida.
—Se te va a quedar la cara congelada si sigues así. — se burló Marco, quien se encontraba recostado en una silla de playa mientras leía un libro de medicina tradicional, él, al contrario de Ace, disfrutaba del día, ya que últimamente habían tenido días bastante ajetreados, por lo que un día de tranquilidad no le caía nada mal.
—No quiero escuchar eso de ti, cejas raras. — se burló devuelta sin cambiar su mala cara, pero muy en el fondo deseaba que Marco se levantara enojado por su comentario y comenzar una pelea para así tener, aunque sea un poco de diversión, pero olvidaba que el primer comandante era todo menos busca pleitos.
—Si estas tan aburrido haznos el favor y vete a hacer algo útil. Como lavar los baños. — comento sin apartar la mirada de su lectura.
—Lo dice el que se la pasa perdiendo el tiempo leyendo. — respondió con fastidio.
—No me sorprende que digas eso, se nota que nunca has agarrado un libro. — continúo burlándose con una leve sonrisa disfrutando de ver como una vena saltaba de la frente de Ace, quien no tardo en levantarse de la cubierta y comenzar a acercarse a Marco.
—Ay no. Ya van a comenzar. — menciono Teach con fastidio al ver que estaban por empezar una nueva pelea.
A pesar de que Ace se acercaba a Marco con una mala cara el usuario de la fruta de Zoan ni siquiera se inmuto y continuo tranquilo con su lectura, algo que irrito a Ace al sentir que lo estaban ignorando, cosa que detestaba. Así que, de un manotazo mando a volar el libro medico de Marco haciendo que este cayera en alguna parte de la cubierta. Marco seguía con su cara seria, sin expresar nada, pero no tardo en levantar la vista hacia el 2do comandante, quien mostraba una sonrisa divertida al lograr su objetivo de hacerlo enojar.
Al ver eso, los que estaban cerca de la escena no dudaron en alejarse para no terminar en el fuego cruzado.
—Se nota que no tienes nada que hacer. — dijo Marco levantándose.
—Digo lo mismo de ti. — respondió Ace con una sonrisa burlona.
La tensión podía sentirse en el aire convirtiendo el agradable clima en uno hostil que se sentía pesado. Ambos comandantes se miraban fijamente con una clara molestia que se dedicaban uno al otro, pero antes de que alguno pudiera hacer el primer movimiento el grito de uno de sus compañeros que estaba en la torre de vigía los interrumpió.
