Jeon Jungkook, el Rey de las Calles, domina las carreras clandestinas de motos en Seúl hasta que llega alguien desde otra ciudad, una misteriosa corredora que comienza a arrebatarle victorias. La rivalidad entre ellos es intensa, llena de odio y ten...
Suspiros de placer salían de nuetros labios, el calor se puso intenso e insoportable para mí, no tarde en quitarme mi camiseta quedando el trozo desnudo algo sudado. Su sonrisa se hizo presente al mirar mi torzo bien entrenado, sus suves y calidas manos viajaron por allí tocando cada centímetro de ni abdomen mientras se mordia su labio inferior.
Mis manos tomaron cada esquina de su blusa para quitárselo, al igual que ella, mis manos pasaron por su suve piel, desde su cintura fui subiendo lentamente hasta el broche de su bracier dejando sus pechos libres. Aprete de ellas haciéndola gemir levemente y sentir como su cuerpo se tensaba cada vez que los apretaba. Sus caderas nuevamente empezaron a moverse rozando nustras intimidades aún cubierta por la ropa, nuetros labios se unieron, un beso intenso y con mucho deseos. Baje hasta su cuello dejando besos húmedos hasta llegar a sus pechos y lamer su pezon erecto, sus manos se enrredaban en mi cabello jaloneando levemente al sentir mi lengua en ella.
Dolía, me dolía bastante el pene, largue un gruñido al sentir como está había apretado de mi pene sin piedad.
Mierda~ -gemi al sentir como mi pene palpitaba.
Nunca antes había sentido este sufrimiento con alguien, nunca había estado tan urgido por entrar en una vagina. No sabía muy bien que es lo que tenía ella para hacerme sentir de esta forma, desesperado.
Mis manos fueron a sus pantalones cortos para después romperlos junto con sus bragas, ella me miró sorprendida por destruir su ropa. No tarde en quitarme mi pantalón al igual que mi bóxer dejando salir mi palpitante pene caliente, sin dejarla reaccionar por la situación me adentre en ella en una sola embestida, un grito fuerte salió de sus labios.
No debiste hacer eso -dije con voz ronca.
En un abrir y cerrar de ojos la puse en el sillón para así abrir más sus piernas y penetrarla con profundidad.
Sus gemidos ardientes envidio todo el living, y quizás más que eso, debido a que no lo hacía con delicadeza sus gemidos eran fuertes y desesperantes, solo deseaba que los vecinos escuchara en especial Hyo-ri, así sabrán que yo soy quien provoca esos ecxitantes gemidos.
Sus uñas clavaron mi espalda al llegarse, el mínimo cosquilleo que sentí salí al instante de ella para luego masturbarme y esparcir mi semen en su abdomen.
Estas loco! -largo agitada, Recibí un leve golpe en mi pecho- no pudiste esperar primero en ponerte un puto condon!?
Carajo! -supire con una sonrisa- fue una sensación increíble sin eso... -me acerque a su rostro- lo siento... -susurre rozando nuestros labios- pero tú me provocaste.
Dije para finalmente unir nuetros labios en un suave y excitante beso, mis manos viajaron desde sus piernas apretandolas con fuerza, hasta llegar a sus pechos masajeandolos levemente.
Ya estando en su habitación ella a orcajadas se subió sobre mí nuevamente, me beso con desesperación, nuetras lenguas luchaban entre ellas, en esta habitación se escuchaba a la perfección el chasquido del intenso beso. Apolle mis codos sobre la cama apreciando su perfecto cuerpo, mordí levemente mi labio inferior al ver sus suaves manos viajar por mi abdomen hasta tomar mi pene, ella masajeo levemente de ella para después hacerlo más rápido.
Heche mi cabeza hacia atrás por el placer que sentía por sus delicadas manos, cada vez aumentaba la velocidad haciéndome gruñir al sentir que estaba por venirme, no tarde mucho en hacerlo manchando su mano y mi abdomen, largue un pesado suspiró.
Mis vista esta en ella, nuestras miradas se conectaron, está solo sonrió coqueta y lamió el semen henchastrado en su mano para después dirigir su lengua en mi pene y darle una lamida.
Busco en el cajón de al lado de su cama, saco un sobre de condon y me lo tiro, no tarde en ponérmelo y quedar sobre ella besando sus carnosos y deliciosos labios.
La penetre en una sola estocada, gemi algo fuerte debido a que mi pene se encuentra algo sensible por eyacular recientemente.
Definitivamente había comprobado que sin condon era una sensación extraordinaria, pensé que esos rumores eran algo exagerados pero no lo fueron. Con ella fue la primera vez que lo hice sin el maldito condon y mataría por volver hacerlo, pero ella no me lo iba a permitir, además por esa locura podría ocasionar algo más terrible.
Salí de ella para después darla vuelta poniéndola en la posición del perrito, me adentre nuevamente en su apretada vagina penetrandola con brusquedad, le di una que otras nalgadas haciéndola gemir más fuerte, su nalgas se encontraban algo coloradas por mis manos. Su cuerpo empezó a debilitarse haciéndome entender que estaba apunto de venirse, la tome con fuerza sus laderas y aumente la velocidad de mi cadera.
Aa-ah Jeon~
Dejo caer su cuerpo al llegar a su punto G, sentía su respiración agitada, sus manos apretaba la sabana de la cama, era una imagen que quedaría en mi cabeza por un largo tiempo.
Te lo dije -hable mientras me quitaba el condon lleno de semen- esta noche será larga...
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