Por ti || Secuela

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★Capitulo V★

“—La fiesta de compromiso con el joven Héctor es dentro de dos días, ¿no estás emocionada?

—¿Por qué debería de estarlo?

—Porqué te gusta el joven, y pronto será tu esposo.

—Eso crees tú.

—¿Estás molesta?

—No.

—¿Entonces por qué esa actitud?

—Por que no quiero casarme... no con Héctor.”

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Aún recordaba aquella plática de la jóven morena con su nana, hizo mal en escuchar a escondidas una conversación personal, pero quería saber porque la actitud tan apagada de la chica en ese entonces. Siempre había sido alguien sonriente y alegre, sin embargo, cada vez notaba que esa sonrisa se iba desvaneciendo. Creía que la chica estaría feliz al estar a nada de casarse con el chico que “amaba”.

—Lo siento—volvio a la realidad Chimo al escuchar la voz de la castaña. —Pero, yo solo veo visiones para ayudar a qué tengas un buen futuro. No hago magia negra como para cambiar tu destino.

—Es que no quiero casarme con él—solto un sollozó aquella jóven de alta sociedad.

TN bajo la mirada con tristeza por la joven, pero no podía hacer nada, ese era su destino. Por otro lado Chimo no deja de ver a la joven que acudió por ayuda de TN para romper su compromiso arreglado. Le traía recuerdos vagos... de algunas platicas con cierta morena.

—¿No tendrás a algún amigo chamán o brujo que me ayude?—pregunto la chica.

—Lo siento, pero no—respondió TN incómoda.

No era la primera vez que le trataban como si fuera una bruja, una bruja a la cual quemar por usar magia. Aunque realmente ella no usará nada de eso.

—Sasha, ¿verdad?—hablo Chimo interrumpiendo la sesión de la castaña, quien volteo a verlo con confusión. Por otro lado la mencionada asintió—¿Por qué no quieres aceptar tu compromiso?—interrogo el chico.

—Chimo—llamo con molestia la castaña, no le gustaba indagar en la vida personal de sus clientes.

—¿Me ayudarás si te digo?—cuestiono la peliroja.

Chimo tomo asiento junto ella, para tomar su mano, cosa que le hizo sonrojar a la peliroja.

—No te prometo ayudar a romper aquel compromiso—dijo el moreno dando un ligero apretón a la mano de la chica—Pero te puedo dar un consejo que tal vez te pueda ayudar.

—¿Tú? ¿Darme un consejo? —interrogó Sasha tomando ahora ella ambas manos de Chimo.

TN por otro lado solo se mantuvo callada observando a ambos jóvenes con el ceño fruncido, específicamente a la peliroja, que se apegó a Chimo.