Dancing in the Dark

sombría lealtad

Felicidades Changbin, oficialmente eres un idiota – molestó golpeó el hombro del chico, quien sólo lo veía con un rostro de arrepentimiento

Lo siento, él había dicho que si... pero puedes conseguir a alguien más – mencionó el más bajo intentando salvar la situación

No, yo quería a Seungmin y ahora no sé cómo podré contactarlo – antes de que pudiera seguir con la conversación el club se llenó de gritos, por lo que Hyunjin y Changbin se dirigieron a donde se originaba el escándalo y ahí estaba su mejor amigo siendo protagonista de aquella pelea

¿Ahora que mierda hiciste Minho? – gritó Hyunjin acercándose a él quien tenía parte de la camisa rota

Juro que no sabía que ella tenía novio – levantó las manos en posición de paz, pero el chico del otro lado del club no se encontraba dispuesto a dejar pasar que Minho haya besado a su novia.

Felicidades Minho, ahora tu arruinaste la noche y nos acabas de lanzar a tipos para que nos den una paliza – habló Changbin quien se puso en posición de combate para iniciar la pelea. Eran seis contra tres, así que Hyunjin y sus amigos tuvieron que hacer doble esfuerzo.

La pelea estalla con una violencia repentina. Los tres individuos se lanzan contra sus oponentes con ferocidad, cada uno luchando con habilidad y determinación. A pesar de estar en clara desventaja numérica, no retroceden ante el desafío.

El club se convierte en un caos de golpes, patadas y gruñidos de dolor. Los seis agresores atacan en oleadas, pero los tres defensores se mantienen firmes, protegiéndose mutuamente y contraatacando con furia.

Sin importar la desventaja numérica, Hyunjin y sus amigos logran salir con victoria, huyendo del lugar se montaron en sus motocicletas y se dirigieron hacía su lugar, ubicado cerca de los callejones cercanos a la avenida en la que vivían.

Hyunjin decidió tomarse una ducha mientras sus amigos seguían bebiendo. Para Hyunjin, el recuerdo del encuentro con Seungmin lo perseguía como una sombra persistente. Su mente estaba llena de la imagen del bailarín, con su gracia etérea y su mirada penetrante, y no podía sacudirse la sensación de que había encontrado algo único en él, algo que lo había desequilibrado de una manera que nunca antes había experimentado.

Espero volver a vernos – susurró para después sentarse junto a sus amigos, quienes se reían de la pelea que habían tenido anteriormente.

Mientras tanto, Seungmin había manejado hasta la casa de Felix, quien ya se encontraba más sobrio, por lo que le dedico una mirada arrepentida esperando que su amigo lo perdonara por la forma en la que actuó en el club,

Lo siento Minnie, creo que me excedí – hizo un puchero con la intención de aminorar el regaño por parte de Seungmin

Terminaste besándote con una desconocido, no te estoy juzgando... pero y si era una mala persona, debes tener cuidado Felix – Seungmin le dio una mirada tranquila haciendo notar que no iba a regañar a su amigo, solo se había preocupado.

Sólo diré que yo acepté el beso, pero si, creo que estuvo mal – Seungmin asintió y ambos salieron del auto ya estacionado. Felix abrazó a su amigo como una disculpa por su comportamiento, el rubio correspondió el abrazo diciendo que todo estaba bien.

Mientras Seungmin intentaba dormir, recordó a Hyunjin,

Para Seungmin, Hyunjin es como una figura enigmática que surgió de las sombras de la pista de baile. La primera impresión que tuvo de él fue impactante: un chico con una actitud desafiante y una presencia magnética que lo hizo destacar entre la multitud. Aunque inicialmente desconocido, había algo en Hyunjin que lo atrajo hacia él, algo que lo hizo querer descubrir más sobre el chico misterioso que se movía con tal confianza en medio del bullicio del club.

Una parte de él esperaba volver a ver a aquel chico, la otra le recordaba que no tenía tiempo para conocer personas y debía concentrarse en aquello que amaba, el ballet.

Al día siguiente una llamada despertó a Hyunjin quien fue obligado a levantarse y prepararse para el siguiente encargo de su jefe, quien le había indicado que el asunto era importante.

La elegante oficina no combinaba con el atuendo de Hyunjin, se sentía fuera de lugar, pero él no venía a aparentar algo que no es, solo venía por negocios y ordenes así que dejó pasar aquel pensamiento.

Hyunjin, necesito que hagas algo por mí - comienza el jefe, su tono de voz dejando claro que esta es una solicitud que no se puede rechazar.

Hay alguien que necesita ser observado, alguien que podría ser un obstáculo para nuestros negocios. Necesito que lo mantengas bajo control - Hyunjin escucha atentamente, su rostro sin revelar ninguna emoción mientras procesa la solicitud de su jefe. Sabe que no puede negarse, que está en deuda con él de una manera que no puede ignorar.

¿Quién es la persona? - pregunta Hyunjin, su voz tranquila pero firme.

Estamos hablando de Lee Yongdae, es el abogado que esta llevando a cabo la demanda a mi empresa de alimentos, quiero que lo observes unos días, quiero que veas cada uno de sus movimientos porque servirá para la siguiente tarea que tienes, que es darle una paliza sólo para darle una advertencia – al señor Park le gustaba iniciar con pequeñas advertencias para confiar al enemigo y después darle el golpe final, a veces terminaba en la muerte. Hyunjin solo esperara que ese no fuera el caso, ya tenía muchos muertos en su consciencia, no quería uno más,

Por ahora cuál es la información disponible para ubicarlo – preguntó intentando ignorar el pensamiento anterior, entre menos pensara en ello, era lo mejor.

Su hija tendrá un recital de ballet el día de mañana, ahí estará aquel idiota por lo que puedes empezar desde mañana, yo te daré instrucciones – el señor Park le ofreció una invitación donde marcaba la fecha, hora y lugar en el que sería el recital

Sabes que no me interesa tu vestimenta, pero para entrar a este lugar debes ir de etiqueta, no te preocupes por ello, mi secretaria te traerá algunos trajes que puedes utilizar, no me puedes fallar Hyunjin – amenazó mientras tomaba su hombro con particular fuerza

Nunca lo haré señor – inmediatamente respondió sabiendo la posición inferior en la que se encontraba a lado de aquel hombre poderoso.

Mientras regresaba a su departamento comenzó a recordar todo tipo de cosas que hizo por ordenes de aquel hombre al que le debía la vida. Cada paso que da a través de las calles de la ciudad le recuerda los delitos que ha cometido en el pasado, las decisiones cuestionables que ha tomado para sobrevivir en un mundo donde la moralidad es relativa y la ley a menudo está en manos de los más fuertes.

Al subir a su motocicleta, dirigió su mirada hacía el gran edificio donde hace unos momentos había estado y se cuestionó cuantas vidas habrá sacrificado aquel hombre para llegar hasta donde está.

A pesar de todo, Hyunjin sabe que no puede permitirse dejarse llevar por el remordimiento o la duda. En su mundo, la debilidad es un lujo que no puede permitirse, y cada paso en falso podría significar su perdición. Por lo tanto, se obliga a apartar esos pensamientos de su mente, a enterrarlos bajo capas de indiferencia y desapego.