Cap 2: oportunidad

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Voidside, lado norte del muro.

Lexaris.


Limpio las lágrimas que surcan mis mejillas con la manga de mi suéter. Damien Walker siempre ha sido un idiota, y lo supe desde que éramos niños. Su padre, Demon Walker, es el dueño de la mayoría de los negocios en Voidside, un estafador consumado. Dicen que es un delincuente y que cuando no le pagan sus deudas, se encarga personalmente de obligarlos o algo peor. Grim es uno de sus perros guardianes, vigilando que los negocios fluyan sin contratiempos. Damien cree que puede pisotear a quien quiera, siguiendo los pasos de su padre. Recuerdo claramente las innumerables veces que he recibido insultos y agresiones de Damien y sus secuaces, que no son más que sombras sin voluntad propia, siguiendo cada uno de sus caprichos. Las palabras de Damien siempre han sido como cuchillos, precisos y crueles, diseñados para herirme en lo más profundo.

Fleshback

Recuerdo con claridad el inicio de su maltrato. Estábamos en la primaria y siempre me había resultado difícil relacionarme con los otros niños. Mientras ellos disfrutaban de juegos y charlas interminables, yo encontraba todo eso abrumador. Odiaba tener que hablar en público o estar rodeada de muchas personas, especialmente si me convertía en el centro de atención. Damien era completamente diferente. Desde niño, atraía a las personas con una aura dominante e intrigante. Hablaba en público con una facilidad envidiable y se adaptaba rápidamente a cualquier entorno, donde siempre terminaba manipulando a los demás. Aunque a veces parecía fastidiado por tener tantos seguidores.

Recuerdo bien el inicio de cuarto grado. Íbamos en el mismo salón, pero no nos conocíamos. Lo había visto muchas veces con su padre en las calles de Voidside. Era un niño extraño, su mirada era amenazante y su semblante siempre parecía cansado. Mi yo de ocho años estaba segura de que su expresión era triste y deprimida, pero simplemente lo dejaba pasar. Hasta ese momento, nunca habíamos coincidido. Él solía estar rodeado de los chicos más fuertes, mientras yo me mantenía sola en un rincón del aula. Los demás niños preferían mantenerse alejados de mí en cuanto descubrían quién era mi madre. Mi abuela me había explicado en palabras simples su trabajo, pero yo aún no comprendía del todo. Hasta ese momento, Damien parecía no saberlo y me dedicaba miradas rápidas e indiferentes. Pero, todo cambio. La primera vez que Damien se fijó en mí, estaba dibujando bajo un árbol, intentando desaparecer del mundo. Él llegó como una tormenta, arrancándome el dibujo de las manos y destrozando mi refugio de papel. No entendía por qué el niño más popular de la escuela, el que todos adoraban, de repente había decidido hacer de mi vida un infierno. Cada encuentro con Damien era una nueva herida. Rompía mis dibujos, organizaba bromas crueles y difundía rumores que me hacían sentir aún más sola. Sus susurros en los pasillos eran veneno puro, llenos de odio y desprecio, especialmente hacia mi madre, aunque yo no comprendía por qué. Hasta que un día, decidió soltarlo.

Era una tarde tranquila en el patio de la primaria. Estaba en un rincón apartado, lejos del bullicio de los otros niños, concentrada en una pequeña ave herida que había encontrado esa mañana. Con mucho cuidado, envolví  la delicada ala del pájaro con un trozo de tela, intentando proporcionarle algún tipo de alivio. De repente, una sombra se cernió sobre mi. Levante la vista y vi a Damien. El niño que todos querían ser, con su sonrisa deslumbrante y su aura misteriosa. Pero cuando se acercó a mí, su expresión era de furia contenida. Mi corazón se aceleró. Intente ignorarlo y volver mi atención al ave, pero la voz de Damien retumbó por el patio.

—¡Lexaris! —gritó, su tono cortante como un cuchillo.

El grito atrajo la atención de todos los niños alrededor. Las risas y las conversaciones cesaron, y en cuestión de segundos, un círculo de curiosos se formó a nuestro alrededor. Sentí que el mundo se cerraba sobre mi, pero antes de poder reaccionar, Damien continuó.

VORTEX:Juegos Mortales ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora