Cap 5:Unica opción.

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Voidside,lado norte del muro.


Rex



Subí lo más rápido que pude y tomé asiento en la última fila del Cyberbus, ajustando la capucha de mi chaqueta para ocultarme mejor. Las manos me sudaban y el corazón me latía tan rápido que parecía que iba a salirse del pecho. La inscripción había salido bien, quizá demasiado bien, y el objeto de despedida que dejé—un simple libro de supervivencia , lo único que llevaba encima—me pesaba en la mente. No sabía que tendríamos que dejar algo para nuestros amigos y familiares en caso de no regresar.

Miré mis manos, húmedas y temblorosas. Sentía que en cualquier momento podría vomitar. Cuando todos subieron y el Cyberbus arrancó, sentí un nudo en la garganta y mi ansiedad se disparó. Podía escuchar a una voz robótica dar indicaciones de algo que no alcance a entender. Me daba la impresión de que el aire se volvía más espeso, como si me aplastara el pecho. La presión era tan fuerte que pensé que podría desmayarme. Con manos temblorosas, abrí mi pequeña mochila y saqué el único regalo que realmente valoraba de mi padre: mis gafas, esenciales para mi visión defectuosa. Las coloqué sobre mis ojos. Siempre había temido usarlas porque los chicos en Voidside se burlaban de mí y una vez me golpearon por llevarlas. Pero las necesitaba; sin ellas, apenas podría ver a unos metros de distancia.

—¿Cómo terminé metido en esto? —susurré, sintiéndome pequeño y aterrado. ¿Había tomado la peor decisión de mi vida? Parecía que sí. Pero no veía otra salida. Sabía que mis amigos se enfadarían conmigo si se enteraban, y aunque me consumía la culpa por el sufrimiento que  les causaría cuando lo sepan, no tenía más opciones.

Miré alrededor del Cyberbus, sintiendo que estaba a punto de hacer algo increíblemente peligroso y estúpido. Sabía que mis amigos me odiarían por esto, pero en verdad esperaba que lo entendieran. Apreté las gafas en mi rostro y traté de controlar mi respiración. Las luces del Cyberbus parpadeaban y el ruido a mi alrededor se volvía distante, casi como un zumbido. Estaba asustado y perdido, pero intentaba no pensar en lo que venía, sólo en lo que debía hacer. Sabía que me estaban esperando cosas difíciles, pero esperaba, con todo mi corazón, que saliera algo bueno de esto.

Flashback

Recuerdo cómo ayer por la mañana fue la última vez que vi a mis amigos. Después de que Nayla se marchó, me despedí de Lexaris y Dani. Ellos son mi único refugio seguro. Pero tuve que dirigirme a mi padre, con pasos inseguros y el corazón encogido. Desde lejos, ya podía ver su expresión furiosa, y el miedo se apoderó de mí.Aunque conocía bien ese gesto, no dejaba de esperar, en el fondo, que esta vez no me hiciera daño.

—¿Dónde diablos estabas? —Su voz resonó, cortante y llena de ira, cuando llegué hasta él.

Tragué saliva, sintiendo cómo mis palabras se atragantaban en mi garganta. Bajé la mirada, deseando en ese momento tener la valentía de Dani, la astucia de Nayla o la esperanza de Lexaris. Pero yo no soy ellos, solo soy yo. Apenas pude murmurar, con la voz temblorosa, más de lo que esperaba.

—Es... estaba con mis... amigos.

Su mirada parecía buscar algo en mis ojos, y me estremecí. Estaba furioso, apreté los ojos, esperando el grito, el golpe, cualquier cosa. Pero entonces noté un cambio en su expresión,pasando de la furia a algo que nunca había visto en él: sorpresa, quizá incluso miedo. Sus ojos se enfocaron en algo detrás de mí. Fruncí el ceño, desconcertado; mi padre nunca mostraba miedo. Rexon Morgan era el que siempre controlaba todo con su ira. Me giré lentamente, con el estómago revolviéndose, y los vi. Un grupo de soldados de la fuerza de defensa de Néxar se movía por la Plaza Central, sus uniformes grises con detalles de neón los delataban. Caminaban con prisa, claramente buscando algo o alguien. Ver a la ley en las calles de Voidside era insólito; nuestro sector era el más olvidado de todo Néxar. Observé sus rostros tensos, preguntándome por qué estaban aquí, y entonces sentí un tirón fuerte en mi brazo. Mi padre me apretó tan fuerte que dolió, sus dedos se clavaban en mi piel.

VORTEX:Juegos Mortales ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora