Ep 2. Acusaciones y una sorpresa

55 1 0
                                    

La escuela pública de Sutirushiti tenía alrededor de 10 años de fundación, fue creada por el municipio con el fin de que los niños en vez de dedicarse a andar por ahí robándose chatarra y no hacer nada, se dedicaran a explotar su propio ingenio y destreza tanto en la mecánica y el desarrollo de máquinas, que era de las asiganturas más importantes allí. Apesar de que era accesible por ser pública, los padres de los niños tenían que gastar en herramientas y partes para sus trabajos. Era un gran edificio que estaba cerca de una montaña, o donde habría una montaña si no la hubieran convertido en una estación para dirigibles.


Tocaban las campanadas, los chicos que aún estaban en el patio se apresuraban para entrar. En el salón donde estudiaba Nobita, mesas y sillas, unas grandes ventanas al estilo victoriano con decoraciones de engrajes y tubos, además de un exhibidor de artefactos donde los que destacaban allí eran los de Dekisugi, Suneo, Gigante y de algunos compañeros más, claro, ni una sola vez Nobita estaba en ese salón de la fama como era de esperarse.


Cuando Dekisugi entró la mayoría de sus compañeros se acercaron llenos de júbilo para pedirle consejos o elogiarlo por entrar al torneo local de inventos, aunque le daba pena la atención, el chico listo era muy educado y ayudaba a todo aquel que necesitaba ayuda con las matemáticas, historia, ciencia y mecánica. Cuando Shizuka entra, sus amigas la reciben con emoción conversando de su día a día y las fiestas de té que solían programar por diversión.


Por otro lado, cuando Nobita entra, el ambiente es distinto, algunos por ser amables lo saludan pero nada más que allá, al ser un poco vago y lento, otros no les agradaba estar en el mismo salón que él, murmurando a sus espaldas del como todavía una escuela de mecánicos e inventores permitían que siguiera asistiendo, sobre todo porque a veces hacía explotar las cosas. De entre todos ellos, los únicos que toleraban la lenta personalidad del azabache era Tachibana, una niña linda de vestido amarillo victoriano que era muy amiga de Shizuka; Yasuo, un chico con tirantes que siempre usaba una gorra, aunque no la llevaba en ese momento por las reglas de no uso de gorras en el salón; y Haru, un chico gordito que gustaba mucho de comer golosinas a escondidas en la clase. Fuera de eso, muchos eran reacios con Nobita.


Pero hoy había una energía negativa hacia él mayor que lo usual, y aprovechando que el profesor aún no llegaba por un asunto repentino, Suneo, que ya había llegado con Gigante se acerca a Nobita que estaba colocando su bolso en el escritorio "¡Oye Nobita! ¡Devuélveme mi llave inglesa dorada, sé que tú la tomaste!" Ahora el chico azabache sabía el por qué muchos lo veían mal.


"¡¿Cómo?! ¡Pero si apenas llegué aquí! ¡No pude haber tomado esa llave, tengo mis propias herramientas!" Grita Nobita tratando de defenderse de esa acusación mientras lagrimeaba


"¿Esas herramientas oxidadas? ¿En serio no las recogiste de la basura? Las mías están en muy buenas condiciones a diferencia de las tuyas ¡Jajaja!" Ríe Gigante


"¿Pero no que gran parte de esas herramientas te las dieron Yasuo y Haru de forma "voluntaria"?" El par recién nombrado asienten con la cabeza de forma triste recordando como Gigante cambiaba de herramientas cuando veía unas que le gustaban de otros niños y los amenazaba con golpearlos si no las intercambiaban. A lo que Gigante se molesta con el par mostrando su guante de hojalata, haciendo que estos prefieran alejarse asustados. "De todos modos, yo no lo hice. Debiste haberla dejado por ahí y no lo recuerdas."


"¡Bueno, esto ya es demasiado!" Shizuka se acerca con Dekisugi poniendose del lado del azabache "No solo ustedes dos molestan a Nobita siempre que pueden. ¿Y ahora lo acusan de ladrón? ¡Así no es como debemos llevarnos en este salón!"

Doraemon: Nobita y la Ciudad VaporDonde viven las historias. Descúbrelo ahora