Doraemon: Nobita y la Ciudad Vapor

Ep 31. El preludio del final

El tiempo hacia el Día de la Independencia fue transcurriendo de manera tranquila y en el ritmo normal en la ciudad de vapor. Por un lado, las cosas en la escuela fueron monótamente rutinaria, para Nobita y Doraemon fueron días de ir al salón de prácticas para prepararse para la misión, el azabache seguía practicando a mejorar su habilidad de mecánico de manera conciente bajo la tutela de Mia, la mecánica principal de Suchimu Corp. Aunque no le iba como quería, era la habilidad que le costaba manejarla al 100%, mejoraba un poco pero aún era algo lento. 

Después de haber arreglado las cosas con sus amigos de la escuela, él pasó los 2 meses sin tener ataques seguidos, además que la pesadilla que había cambiado drásticamente había vuelto a su versión original, aunque no podía deshacerse de esta todavía, ya no era tan intensa.

Pero mientras en Sutirushiti las cosas pasaban tranquilas y sin problemas de gran magnitud, dos noches antes del Día de la Liberación donde se definiría el destino de la ciudad, justamente en la parte subterránea de la ciudad donde se encontraba el territorio del Barón Kurai, el gran edificio siniestro de color negro que emanaba una gran cantidad de smog por las maquinarias y los trabajos de los secuaces del villano, este estaba teniendo una reunión con su mano derecha Katami y un capitán de los soldados que iba a estar al mando para el día definitivo, ellos estaban en su oficina en el sexto piso.

"Los soldados están listos con sus protecciones y los robots modificados están en condiciones, los dirigibles están chequeados, cargados con los equipos y el combustible; y los explosivos están en sus posiciones." El capitán de los soldados oscuros que lucían un traje similar a los soldados de la segunda guerra mundial pero con decoraciones de engranes rojos y con una máscara de gas para evitar ser identificados daba su informe final. 

El Barón Kurai estaba sin el casco de samurai puesto mostrando su cara, pero esboza una sonrisa satisfecha. Katami estaba puliendo una pistola de rayos modificada de cañón largo en el mueble que estaba cerca del escritorio de su jefe. "Muy bien capitán. En cuanto a los inventores y mecánicos que hemos estado usando de manera <voluntaria>, procede a hacer eso" El capitán obedece con una reverencia y se retira de la oficina del barón. "Ya no falta mucho Katami, pronto nos apoderaremos de Sutirushiti y sus habitantes se postrarán a nuestros pies, pero es solo el comienzo. Una vez la ciudad caiga en mis manos, procederemos a extender nuestro dominio en las siguientes ciudades a Sutirushiti, poco a poco TODO el territorio será nuestro, después la región y a la final ¡El mundo será de los fuertes y los débiles tendrán que postrarse ante nosotros!"

"Menos mal que pudimos robar su plan de acción, desde que Suchimu Corp está aliado a las Fuerzas Especiales, se creen una fuerza salvadora que puede detenernos, PATÉTICO" Katami saca la carpeta que se había robado de la oficina del presidente de la fábrica y la revisa. "¿Crear un plan de acción con un equipo de sabotaje para desmantelar los dirigibles y las bombas justamente en la mañana del Día de la Independencia para mandar a las fuerzas especiales a hacer el resto cuando no funcionen precisamente en los resultados del Concurso de Patentes? Vaya cosa más predecible. Como si desmantelar fuera algo rápido. Por suerte tenemos a unos soldados que se encargarán de cuidar todo ese día y hemos puesto trampas a todas las entradas de la guarida, ese equipo de sabotaje va a ser el primero en caer por la imprudencia de ese tipo"

"Parece que la ira del Sr. Hirano les hizo hacer un plan muy patético, y pensaba que era como su padre. Distraerse con sus hijos fue su error y ahora estamos un paso adelante de ellos" Dice el barón, o mejor dicho, el Profesor Matsuyama. "Y pensar que mi creación está ahora en sus manos. ¿Brazos, piernas, un estimulador nervioso, ojos biónicos? ¡No son nada comparados a la versatilidad del Motor Mecánico!"