Ep 34. Pánico

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----------Guarida del Barón Kurai, zona de abordaje de los dirigibles hace unas horas----------


Nobita ya había terminado de poner todos los saboteadores en los dirigibles que le tocaban, había salido del último dirigible "¡Uf, menos mal ya están todos! Llamaré a Seiya para decirle que en mi lado ya están todo listo" El joven descorazonado estaba a punto de usar el comunicador pero ve algo que le llama la atención al voltear: Una pequeña ventana.


Con un poco de dudas, el azabache vuelta hasta la ventana y se sorprende al ver por la ventana que había un treceavo dirigible, pero este era negro y rojo a diferencia de los demás que eran de color óxido, además de que era más grande. "¿Otro dirigible? Creí que eran 12, pero este es diferente al resto." El chico solo sacude su cabeza "Aún tengo unos saboteadores, creo que es mejor ponerle uno a ese de ahí"


Buscando por allí cuidándose de la vista de los soldados, Nobita logra encontrar una abertura en la pared lo suficientemente grande para que él pueda pasar a duras penas. Una vez del otro lado baja hasta el cuarto de control entrando por la puerta "Aquí no parece haber nadie, supongo que puedo entrar por aquí sin problemas". Al aterrizar comienza a caminar viendo que había muchas armas y bombas allí "Que miedo, parece que quieren hacer un gran lío con todo esto, no puedo dejar que eso pase." 


Al abrir lentamente al cuarto de mandos donde estaba la consola, se sorprende que allí estaba Katami, la mano derecha del Barón Kurai, pero estaba dormida con un antifaz en el asiento frente a la consola, lo que hace poner nervioso a Nobita porque es allí donde tenía que poner el saboteador pero con ella allí, era complicado "¿Esa mujer será la que mencionó el Sr. Hirano que robó la carpeta de su oficina? ¿Cómo voy a poner el saboteador con ella ahí?" El chico solo aspira hondo para calmarse "T-tendré que tener cuidado y colocarlo sin que me note, menos mal parece que está durmiendo"


Con pasitos lentos pero seguros, el chico de las gafas se acerca lentamente a la consola pasando lentamente de Katami para evitar que ella lo note, aún dormida podría causarle problemas, estaba ya sacando el saboteador del chaleco cuando... Siente que alguien le agarra de la muñeca, era Katami quien a pesar que estaba quieta lo había agarrado. Por supuesto que eso puso en pánico al chico quien empezó a ponerse pálido y a hiperventilarse pensando que lo habían pillado, pero al parecer parecía seguir dormida y lo que hizo fue un acto reflejo. 


"Nobita ¿Cómo vas con tu parte de la misión?" La voz de Doraemon en el comunicador solo lo altera más, tenía que contestar, pero el chico sabía que si hablaba cerca de Katami, iba a ser descubierto, no sabía como liberarse de la mano de la mujer ya que si se suelta con brusquedad, ella se iba a despertar, así que solo se quedó inmovil pensando que así, ella lo soltaría.


"¡Suéltame, suéltame, por favor, suéltame!" Pensaba el azabache rogando que ella lo soltase para huir de allí, el miedo de haber sido atrapado hizo que soltara el saboteador cayendo y rondando abajo del mando, haciendo un poco de ruido al ser un engrane, pero que por suerte no fue oído por la mujer. "Menos mal que no lo oyó, pero debo recogerlo para ponerlo en la consola, pero sigo atrapado aquí"


Para acabarla de liar, Katami se acomoda de estar recostada en el asiento y suelta un bostezo "¡NO, no te despiertes!" Piensa Nobita con el pánico en las nubes para este punto.


"Oyeeeeee... Soldado, traeme el vino de la despensa, quiero tomar algo antes del gran golpe" Como Katami tenía puesto el antifaz y estaba aún medio dormida no podía darse cuenta que le estaba hablando al chico torpe, ella lo suelta "¡Corre inútil!"

Doraemon: Nobita y la Ciudad VaporDonde viven las historias. Descúbrelo ahora