Doraemon: Nobita y la Ciudad Vapor

Ep 8. Día del proyecto

Los días pasaron como si nada en Sutirushiti, y la vida de Nobita estuvo relativamente más tranquila en comparación a otros días, claro, aún estaba el hecho de que en el aula lo veían como un ladrón pero, el tema de la llave estaba bajando poco a poco que de igual manera las miradas ya no eran tan contundentes. También el hecho de que Suneo y Gigante no lo hayan molestado por ese tiempo le hizo dar un respiro, aunque sabía que ese tema pronto llegaría a su fin, también estaba el hecho de que la nave voladora ya estaba completada y que pudo servir de ayuda para sus compañeros.

También pasaba el tiempo con Shizuka, quien era uno de sus motivos para seguir en la escuela, cada que se sentía mal, solo le bastaba con ver el collar de medio corazón para ayudarse a sí mismo, aunque aún se tropezaba y era muy torpe con unas calificaciones cuestionables, el tener amigos como ella, Dekisugi y Seiya le ayudaba. 

Hablando de los mellizos Hirano, el chico peliazul se había vuelto en otro amigo cercano de Nobita como Shizuka y Dekisugi, incluso Melia que a pesar de ser de otro salón, solía ir a conversar con ellos para ampliar su círculo de amistad. El presidente Olivier seguía en lo del proyecto, todavía seguía estancado, ya estando haciendo pruebas con sus colegas con varias personas que se ofrecieron a sí mismos, sin éxito como 3 veces ya, que ya estaban a esas alturas trabajando con los resultados del sujeto #806.

Había llegado el ansiado fin de mes, justo ese día se iba a celebrar la presentación de proyectos mensuales de la escuela de algunos aulas de clase, por ello el gran salón que estaba a lado de la escuela era perfecto por el tamaño del edificio. Sin dudas, ese iba a ser un día para recordar.

Como le suele pasar a Nobita, se despierta de golpe mientras que el reloj de cuerda que tenía lado de su futón de su cuarto había sonado por tercera vez en la mañana, Doraemon entra a la habitación abriendo la puerta de golpe trayendo un pan tostado con mantequilla y algo de jugo. "¡Nobita! ¡¿Recién te despiertas?! ¡Tenemos que irnos ya, la presentación es dentro de media hora!"

"¡¿MEDIA HORA?! ¡¿Por qué no me despertaste antes?!" Grita el chico mientra se levanta y se quita su pijama para ponerse la ropa que le había dejado su madre

"Porque me dijiste a mí y a mamá que ibas a despertarte por ti mismo hoy, y mira que el pobre despertador no da para más" Doraemon señala al despertador de cuerda que ya se le salían los tornillos de tanto sonar. "¡Pero bueno, ya baja a lavarte que se nos va a hacer tarde, papá aún está terminando lo del motor así que irá dentro de un rato, mamá ya fue directo al evento! ¡Corre, corre!" Nobita termina de vestirse y tomar su bolsa para correr hacia la puerta de su cuarto "¡Pero cuidado con las...!" Solo se escucha como el chico azabache se cae de trasero por las escaleras terminando en el mirador, el gato azul solo exhala "En serio, con tantos tropiezos y caídas que tienes que para cualquiera sería un viaje a un hospital, deberías agregar resistencia a tus puntos fuertes"

Así por fin alistado y con la tostada en la boca tal referencia, Nobita sale por un momento al taller de su padre "¡Ya me voy papá! ¡Nos vemos allá!" Doraemon lo empuja para poder salir del terreno mientrs que Nobisuke solo exhala sonriendo.

"Tarde como de costumbre. Me pregunto de donde habrá salido así ese hijo mío" El mecánico suelta una carcajada cuando recibe una llamada de un teléfono que tenía en la pared del taller, él contesta y alguien le grita desde el otro lado que cuando le iba a llamar para ir a ver su motor "¡S-s-s-sí, ya puede venir a verlo hoy, perdón se me hizo tarde para avisarle jaja!" Nobisuke sonríe con nervios rascándose la nuca.