Hola, soy Astrid, y esta es mi historia.
Todo comenzó con un cambio. No, no me refiero a un cambio común, como mudarse de casa o cambiar de escuela. Fue un cambio de realidad, un salto entre mundos. Era una shifter, y esa habilidad que me hacía especial también me hacía peligrosa. Los shifters somos seres raros, capaces de movernos entre dimensiones, y aunque siempre supe que mi vida estaba destinada a ser extraordinaria, nunca imaginé lo extraordinaria que sería.
En mi mundo original, los magos eran leyenda, historias de fantasía para asustar a los niños y entretener a los adultos. Pero para mí, la magia era real. Había aprendido a controlarla, a usarla para navegar entre los diferentes planos de existencia. Y fue durante uno de esos saltos que todo cambió.
Me desperté en un lugar extraño, aunque familiar de una manera inquietante. Estaba en una cama grande y antigua, en una habitación que olía a polvo y pergaminos viejos. Me levanté lentamente, mis sentidos agudizándose mientras exploraba el espacio. Era como si hubiera sido transportada a un castillo de cuentos de hadas. Y entonces lo entendí: estaba en Hogwarts, el colegio de magia y hechicería del que había oído en mi mundo.
Mi mente estaba llena de preguntas. ¿Cómo había llegado aquí? ¿Por qué? Mientras buscaba respuestas, la puerta de la habitación se abrió y una figura alta y delgada entró. Su mirada era fría y calculadora, y su presencia irradiaba una autoridad oscura. Era Tom Riddle.
-Astrid- dijo, su voz un susurro que resonó en la habitación.-Has llegado.-
Mis recuerdos comenzaron a encajar en su lugar. Sí, Tom Riddle, también conocido como Lord Voldemort en el mundo de Harry Potter. Pero aquí estaba, más joven y, sorprendentemente, no tan intimidante como en las historias que conocía.
-¿Dónde estoy?- pregunté, mi voz apenas un hilo.
Tom me miró con una mezcla de curiosidad y reconocimiento.
-Estás en Hogwarts, nuestra casa. Eres Astrid Riddle, mi hermana menor...-
La realidad me golpeó como un tren. Yo, una Riddle. Hermana de Tom y Mattheo Riddle, parte de una familia que había marcado la historia del mundo mágico con su oscuridad. La confusión me invadió, pero había algo más, algo que no podía ignorar: una sensación de pertenencia, de estar en el lugar correcto.
Tom me explicó que en esta realidad, yo había sido secuestrada de bebé y había desaparecido sin dejar rastro. Habían buscado por años, sin éxito. Pero ahora, de alguna manera, había regresado. Y no solo eso, había sido bendecida - o maldecida - con la habilidad de cambiar entre dimensiones.
-Hay mucho que debes aprender, Astrid- continuó Tom, su voz suave pero firme. -Y mucho que debemos recuperar juntos.-
A partir de ese momento, mi vida en Hogwarts comenzó. Me integré en el exclusivo grupo de amigos de mis hermanos, compuesto por jóvenes de sangre pura, cada uno con su propio conjunto de talentos y secretos. Draco Malfoy, Blaise Zabini, Pansy Parkinson, las hermanas Astoria y Daphne Greengrass, Lorenzo Berkshire y, por supuesto, Theodore Nott.
Theodore Nott. Desde el primer momento, sentí una conexión con él que no podía explicar. Sus ojos oscuros parecían ver a través de mí, entendiendo más de lo que yo misma entendía. Era misterioso, inteligente y, sobre todo, peligroso. Pero había algo en él que me atraía irremediablemente.
La vida en Hogwarts no era fácil. Las expectativas eran altas, las lealtades cuestionables y los secretos abundaban. Como hermana de los Riddle, se esperaba que siguiera ciertos caminos, que apoyara ciertas causas. Pero en mi corazón, siempre había una lucha. ¿Quién quería ser realmente?
Mientras los días se convertían en semanas y las semanas en meses, mi relación con Theodore se profundizó. Compartíamos momentos furtivos en los pasillos oscuros del castillo, conversaciones susurradas bajo la luz de las estrellas y promesas silenciosas en la biblioteca desierta. Pero había una sombra constante sobre nosotros: mi identidad, mi origen y las expectativas que venían con ser una Riddle.
Theodore me desafió de maneras que nadie más lo hizo. Me hizo cuestionar mi lugar en este mundo, mis lealtades y mis deseos. ¿Podía seguir los oscuros planes de mi familia? ¿O podía forjar mi propio destino, uno que estuviera definido por mis propias decisiones y no por la sangre en mis venas?
Un día, mientras caminábamos por los terrenos de Hogwarts, Theodore se detuvo y me miró fijamente.
-Astrid-dijo, su voz llena de una intensidad que me estremeció. -No tienes que ser lo que ellos quieren que seas. Puedes ser tú misma.-
Sus palabras resonaron en mi mente y en mi corazón. En ese momento, supe que tenía que tomar una decisión. ¿Seguiría los pasos de mi familia, o buscaría mi propio camino, uno que podría llevarme lejos de la oscuridad que siempre me había rodeado?
Y así, mi historia comenzó en serio. En un mundo lleno de magia, sombras y secretos, debía descubrir quién era realmente Astrid Riddle. Con la ayuda de mis amigos, y el amor de Theodore, me embarcaría en un viaje para encontrar mi verdadera identidad y decidir mi destino.
Porque en un universo donde nada es lo que parece, y las sombras siempre acechan, la luz de la verdad es lo único que puede guiarnos. Y yo, Astrid Riddle, estaba decidida a encontrar esa luz, sin importar el costo.
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Sombras en Hogwarts: El Secreto
FanfictionAstrid Riddle nunca fue una chica ordinaria. Criada en las sombras de un mundo paralelo, su vida da un giro inesperado cuando se despierta en la realidad de Harry Potter. Astrid, una shifter capaz de cambiar entre dimensiones, se encuentra de repent...