Capítulo 1: El Misterio del Espejo de los Deseos

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El aire fresco de la mañana llenaba mis pulmones mientras caminaba por los terrenos de Hogwarts. El sol apenas comenzaba a asomarse por encima del horizonte, pintando el cielo con tonos rosados y dorados. Era un nuevo día en el castillo de magia y hechicería, y yo me encontraba en una encrucijada.

Desde mi llegada a Hogwarts, había estado navegando en un mar de secretos y confusión. Ser parte de la familia Riddle traía consigo una carga pesada, una sombra que nunca parecía desaparecer por completo. Pero había decidido que ya era suficiente. Era hora de tomar las riendas de mi propio destino.

Decidida a empezar el día con buen pie, me dirigí hacia la Sala Común de Slytherin. El pasillo estaba tranquilo a esta hora temprana, con solo unos pocos estudiantes deambulando por los alrededores. Al llegar a la gran puerta de entrada de la Sala Común, murmuré la contraseña y entré.

El ambiente en el interior era cálido y acogedor, con el crepitar del fuego en la chimenea y el suave murmullo de conversaciones entre los estudiantes. Mis compañeros de casa me saludaron con sonrisas y asentimientos mientras pasaba, pero mi mente estaba en otra parte.

Me dirigí directamente a mi habitación, decidida a empezar el día con una mente clara y enfocada. Abrí mi baúl y saqué mi uniforme escolar, preparándome para el día que me esperaba. Mientras me cambiaba, repasé mentalmente los eventos del día anterior.

Había sido un día agitado, lleno de clases y encuentros con mis amigos. Theodore había estado especialmente intrigante, con su mirada penetrante y su aura de misterio. Cada vez que estaba cerca de él, sentía una chispa de electricidad en el aire, una conexión que no podía ignorar.

Pero también había habido momentos de tensión y conflicto. La sombra de mi apellido siempre estaba presente, recordándome las expectativas que se esperaban de mí como una Riddle. Y luego estaba el tema del espejo de los deseos, una reliquia mágica que había capturado la atención de muchos en Hogwarts.

El espejo de los deseos, según decían las leyendas, tenía el poder de mostrarle a quien lo mirara su deseo más profundo. Era una tentación peligrosa, una ventana a los anhelos más oscuros y secretos del corazón humano. Y ahora, parecía que alguien había encontrado el espejo y lo estaba usando para sus propios fines.

Mientras terminaba de arreglarme, una idea comenzó a formarse en mi mente. Si alguien estaba usando el espejo para cumplir sus deseos, ¿podría ser esa la clave para descubrir la verdad sobre mi propio destino? ¿Podría el espejo revelar el camino que debía seguir, lejos de la sombra de mi familia y hacia la luz de mi verdadero yo?

Decidida a investigar más a fondo, salí de mi habitación y me dirigí hacia el Gran Comedor. El bullicio de la hora del desayuno me saludó mientras entraba, y me dirigí hacia la mesa de Slytherin con determinación en mis pasos.

Buenos días, Astrid—me saludó Theodore cuando me acerqué a la mesa. Su mirada era intensa, como si supiera lo que estaba pasando por mi mente.

Buenos días, Theodore— respondí, tratando de ocultar mi nerviosismo. —¿Has oído algo sobre el espejo de los deseos?—

Theodore frunció el ceño ligeramente, sus ojos oscuros centelleando con interés.

Algunos rumores aquí y allá— admitió.—Dicen que está escondido en algún lugar de los terrenos de Hogwarts, pero nadie parece saber dónde exactamente.—

Mis pensamientos dieron vueltas mientras digería esta información. Si el espejo estaba realmente en Hogwarts, eso significaba que tenía una oportunidad de encontrarlo y usarlo para descubrir la verdad sobre mi destino.

Decidida a actuar, me levanté de la mesa y miré a Theodore con determinación.

Voy a buscar el espejo—anuncié. —Necesito respuestas, y creo que el espejo puede tenerlas.—

Theodore me miró por un momento, su expresión indecifrable. Luego asintió lentamente.

Te ayudaré—dijo. —Juntos encontraremos el espejo y descubriremos la verdad.—

Con una sonrisa de agradecimiento, me dirigí hacia la salida del Gran Comedor, lista para embarcarme en una búsqueda que cambiaría mi vida para siempre. Con Theodore a mi lado, estaba segura de que nada podía detenernos. Juntos, enfrentaríamos los desafíos que se interponían en nuestro camino y encontraríamos la verdad que tanto ansiábamos.

Sombras en Hogwarts: El SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora