Capitulo 6: El diario parte 1

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Han pasado unos días desde que Lincoln junto a Linia comenzaron a viajar juntos la noche era fría y oscura. Lincoln y Linia estaban acurrucados dentro de un coche abandonado, buscando refugio del viento helado y de cualquier amenaza que pudiera acechar en la oscuridad. Habían encontrado el vehículo junto a una carretera desierta y, tras comprobar que estaba vacío y seguro, decidieron pasar la noche allí.

Linia se sentó en el asiento delantero del coche abandonado, con la mirada alerta hacia la oscuridad. La noche era tranquila, solo se escuchaban los sonidos lejanos de algún animal nocturno y el susurro del viento entre los árboles. Se sentía aburrida y cansada, luchar contra el sueño era una batalla constante.

Decidida a mantenerse despierta, buscó algo con qué entretenerse. Sus ojos se fijaron en la mochila de Lincoln, medio oculta bajo el asiento. Sin pensarlo demasiado, la tomó y la abrió, buscando algo que pudiera ayudarle a pasar el tiempo.

Entre las pocas pertenencias que llevaba Lincoln, encontró una botella de aceite, una GBA que no encendía, algo de comida, una tarjeta de seguridad, una pelota y otras dos botellas con líquidos azul y rojo. Al abrir una de las botellas, un olor horrible la golpeó, así que decidió tirarla por la ventana.

Al continuar revisando, se topó con un libro. Al levantarlo, una foto cayó al suelo. Linia se agachó y la recogió.

En la imagen, un Lincoln más joven sonreía junto a lo que parecían ser su familia. Un hombre de pelo negro y barba, con ojos verdes, era corpulento y  acariciaba su cabeza. A su lado, una mujer castaña y rellenita lo miraba con dulzura. También estaban un niño con una gran sonrisa y una niña que se aferraban a Lincoln en un abrazo.

Linia: Hmmm, falta su hermana mayor, supongo

Murmuró Linia mientras observaba la foto con melancolía.

Linia: ¿y esto?

Linia abrió el libro para revisar el contenido de este. 

24 de octubre del 2017

Solo han pasado unos días desde que escapé de casa y este día fue horrible. Entré a una casa buscando comida. Me colé por una ventana; el lugar estaba muy limpio, parecía que aún vivía gente aquí. Revisé toda la casa, pero no encontré nada útil. Sin embargo, descubrí una puerta que llevaba al sótano.

Rompí la cerradura y empecé a bajar. La luz de mi linterna apenas iluminaba el camino, y mientras descendía, comencé a escuchar ruidos extraños, como si algo o alguien se moviera allá abajo.

Cuando llegué al final de las escaleras, lo vi: un grupo de personas en pésimo estado, encadenados a las paredes. En cuanto me vieron, empezaron a gritar desesperados, pidiendo ayuda. Varios de ellos intentaron acercarse a mí, sus ojos llenos de miedo y desesperación. Retrocedí, asustado.

Salí de ese lugar lo más rápido que pude. Mientras subía las escaleras, escuché el sonido de motores acercándose desde afuera.

Me asomé por una ventana y vi al menos cinco vehículos decorados con cráneos humanos. En el auto principal, una mujer muerta estaba atada como si fuera un trofeo.

Eran caníbales. Los conductores bajaron; hombres y mujeres bien armados, demasiado para enfrentarlos solo. Sentí el pánico subirme por la garganta. No podía hacer nada por las personas encadenadas en el sótano, y lo único que podía hacer era escapar.

Linia se quedó en silencio por un momento, mirando el libro y la fecha escrita en la página.

Linia: (pensamiento) Esto es un diario... el diario de Lincoln.  Hace casi cinco años... solo tenía 14 años cuando pasó todo eso.

The Loud House: La Travesía de Lincoln loudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora