Recuerdos

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Día 3: Pesadillas

Aclaraciones: Han pasado 2 años desde el comienzo de la misión Strix. 

Se levantó de golpe con la frente aperlada en sudor y comenzó a jadear levemente mientras las imágenes que su subconsciente había traído de vuelta a él después de tanto tiempo se repetían una y otra vez en su mente

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Se levantó de golpe con la frente aperlada en sudor y comenzó a jadear levemente mientras las imágenes que su subconsciente había traído de vuelta a él después de tanto tiempo se repetían una y otra vez en su mente.

Había decidido enterrar aquellos recuerdos en lo más profundo de su alma, deseando que nunca emergieran, ¿por qué volvían a su mente ahora, después de tantos años?

Esa horrible pesadilla solo lo hizo pensar en las tantas veces en las que se descubría a sí mismo deseando no haber hecho una de tantas cosas que hizo en aquella época. Como aquello que tomó lugar horas antes de los primeros bombardeos.

El haber conseguido dinero por parte de su padre a base de mentiras y que eso fuera lo último que le dijo antes de no volverlo a ver era algo que le remordía la consciencia de sobre manera. En ese entonces era tan solo un niño que deseaba conseguir el equipamiento militar de juguete que todos sus amigos ya tenían, sí, pero eso no quitaba lo deplorable de la situación. 

En lugar de mentirle a su padre, pudo haber ayudado durante unos días en la feria del pueblo a cambio de obtener unos cuántos dalcs, ganar aquel juguete de manera honesta, pero no, decidió ir a por el camino fácil. 

El no poder confesar aquello y no haber visto a su padre de nuevo siempre sería una de las tantas cosas que lo atormentarían en grandes magnitudes.

Simplemente todo su pasado era un tema que odiaba traer a colación.

Algo irónico era que, en ese entonces, había repudiado la sensación que aquella mentira había instalado en su estómago después de que su padre la creyera, pero, ahora, su trabajo se basaba en hacer que la gente que lo rodeaba creyera ciegamente en cada una de sus palabras.

Se recostó nuevamente en la cama colocando su antebrazo sobre sus ojos, intentando acallar las voces de su mente e ignorar los recuerdos que salían a flote. Quería tratar de dormir y concentrarse en lo que Loid Forger haría a la mañana siguiente en lugar de pensar en lo que aquel niño cuyo nombre ya no recordaba después de usar otros tantos hizo en el pasado. 

No debería estar pensando en ello teniendo la...

Un balbuceo entre sueños proveniente de la persona que estaba a su lado lo sacó momentáneamente del tornado de pensamientos intrusivos que era su mente.

Quitó lo que obstruía su mirada y la dirigió hacia la persona de la que provenían aquellos balbuceos casi imperceptibles. El verla ahí, con las mejillas sonrojadas, el cabello revuelto y la sábana que cubría desde su pecho hasta sus largas piernas contrastando con su blanquizca piel lo hicieron olvidarse por un momento de su tortuoso pasado y, en lugar de aquellos sombríos recuerdos, traer hasta su mente los recuerdos de hace tan solo unas horas.

Recordó los besos húmedos que había dejado en aquel terso cuello femenino que emanaba un reconfortante olor que parecía embriagarlo y hacerlo desear más y más, el color blanquecino de la suave piel contraria contrastando con sus oscuras sábanas que estaban hechas un desastre a causa de sus movimientos, la forma en la que ella exhalaba bocanadas de aire entre sus dientes cuando los labios masculinos se perdían en el valle de sus senos, los delgados dedos femeninos tirando de su rubio cabello mientras él se encontraba con la cabeza entre sus piernas, la forma en la que él sujetaba con firmeza la cintura femenina para intensificar aún más sus embestidas... 

El simple hecho de recordar todo aquello hizo que sus terminaciones nerviosas se erizaran al instante.

Nunca había conocido a nadie que lograra hacerlo sentir tanto como Yor Briar. Desde el momento en que sus miradas se conectaron en aquella sastrería hasta el momento en que él por fin había logrado admitir que el cariño que sentía por Yor iba mucho más allá que simple agradecimiento supo que solo ella marcaría un antes y un después en su vida. Sabía que, pasara lo que pasara, todos los recuerdos en los que Yor era protagonista lo seguirían a donde sea que fuera.

Desde el momento en que sus labios se juntaron con los de ella por primera vez, supo que, para su suerte o desgracia, había encontrado a esa persona que te muestra que todas las anteriores fueron solamente callejones sin salida que te hicieron llegar hacia la indicada.

No quería creer que la razón por la que disfrutaba cada momento con ella como si fuera el último era porque, precisamente, sabía que en algún momento todos los secretos que el arrastraba consigo como pesadas cadenas atadas a sus tobillos podrían fragmentar lo que se estaba formando entre ellos. El quería creer que los disfrutaba de sobremanera porque, simple y llanamente, se trataba de ella. Aquella mujer que parecía tan atolondrada para algunas cosas y tan hábil para otras que amaría hasta que un último suspiro saliera de su cuerpo.

A veces, cuando la ansiedad llegaba a él como un misil, traía a colación todos los recuerdos que compartía con Yor. Ya fuera que estuvieran en la alcoba ardiendo en llamas o en la sala de estar, simple y llanamente, conectando sus miradas que derrochaban todos esos sentimientos que ni con todas las palabras del mundo podrían expresar. Para él, todos aquellos eran de las cosas más valiosas que tenía.

Se acercó hasta ella y la envolvió entre sus brazos, inhalando ese embriagante olor tan característico que ella poseía y enmascaraba el de la pólvora que llegaba junto con esos recuerdos amargos.

Tras unos segundos, ella se acurrucó en sus brazos y murmuró algo parecido a un "te quiero" entre sueños. Finalmente, después de susurrar algo inaudible mientras los recuerdos con ella opacaban a los de sus pesadillas, se quedó dormido.

"Yo también", había dicho él.

Definitivamente, siempre que llegará a caminar por el pasillo de sus recuerdos, escogería la puerta en los que Yor era protagonista sin siquiera pestañear.

Aunque, la idea de que quizá esos recuerdos sean lo último que tendría de ella cuando descubriera lo que trataba de ocultarle no se iba de su mente.

Aunque, la idea de que quizá esos recuerdos sean lo último que tendría de ella cuando descubriera lo que trataba de ocultarle no se iba de su mente

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Debo decir que no me convenció del todo, además que es más corto que los demás, pero no está tan mal, creo.

Besos, Lils.

Everlasting Love | Twiyor week 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora