En cada escenario existente, buscaba entrelazar su mirada con la suya, remarcando aquel anhelo inmensurable entre ambos que, a pesar de haber tenido un inicio, no tendría un final.
Colección participante en la Twiyor week 2024, organizada por la cue...
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Desde donde se encontraban se podía ver la forma en que el sol comenzaba a ponerse, pintando el cielo con tonos cálidos de naranja y rosa, mientras que los árboles se mecían suavemente con la brisa helada de la tarde de invierno.
En un rincón tranquilo del parque, entre las flores que desprendían su fragancia, una familia aparentemente ordinaria a la vista de los demás se encontraba pasando un rato agradable.
— ¡No te vayas tan lejos! — le indicó la madre a la niña que corría emocionada.
Ella ni siquiera volteó, siguió corriendo por todo el lugar con su perro a un lado, corriendo igual de emocionado. A ambos les encantaba cuando toda la familia iba junta al parque.
Cuando Loid le había mencionado a Yor que tendría el resto del fin de semana libre al llegar relativamente más temprano de lo normal a casa, ella propuso pasar un rato en el parque que estaba cerca de casa, pues a Bond le hacía falta un paseo y a Anya despegarse un rato de la televisión y tomar un poco de aire fresco. Loid había estado de acuerdo con la idea, por lo que le informó a Anya que saldrían y debía ponerse ropa abrigada, pues, siendo pleno invierno, hacía un clima frío en la ciudad.
Salir a pasear en familia es una actividad que hacían todas las familias ordinarias, ¿no?
Por ello, todos los miembros de la familia Forger se encontraban en un punto tranquilo y no demasiado concurrido del parque, con los adultos caminando unos cuantos metros detrás de la enérgica niña que corría de un lado a otro con su perro a un lado, al cual le mandaba miradas de complicidad de vez en cuando que él parecía comprender por completo. Ambos tenían la misma energía.
Yor sonrió al ver a ambos, sabía que luego de unas horas se sentirían sumamente exhaustos y Anya pediría que la cargaran. El tiempo que llevaba conviviendo con ellos no era en vano, los conocía demasiado bien.
— ¡Ma, pa! — se acercó un poco a ellos — ¡Por allá hay juegos! — señaló un punto a lo lejos.
— Puedes ir, anda — a pesar de la ausencia de la pregunta, Loid sabía que era por ello que lo mencionaba.
Cuando Sylvia le había informado que le darían unos cuantos días libres debido a todo el arduo trabajo extra que había realizado estos últimos días, le cayó de sorpresa. ¿Días libres? En el tipo de empleo que él llevaba los días libres eran pérdidas de tiempo que podrían traer consecuencias desfavorables, más aún con el poco personal con el que contaba WISE.
Se habría negado rotundamente de no haber recordado un momento de la cena de hace unos días.
— Hoy Becky me contó que el fin de semana fue a muchos lugares divertidos — había dicho Anya mientras picoteaba las partes de la comida que no quería.
