[In]Felices para siempre (dos)

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Día 7: Felices para siempre

La luz de la luna se filtraba a través de las ramas de los árboles, creando un juego de sombras y destellos plateados sobre el capó del auto que habían tomado prestado del estacionamiento en cierto momento a mitad de su huida

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La luz de la luna se filtraba a través de las ramas de los árboles, creando un juego de sombras y destellos plateados sobre el capó del auto que habían tomado prestado del estacionamiento en cierto momento a mitad de su huida. 

Dentro del vehículo, el ambiente estaba impregnado de una tensión palpable, una conexión eléctrica entre dos almas que, a pesar de saber que todos los factores estaban en su contra, sentían que era justo el lugar donde debían estar.

El uno con el otro.

Después de unos cuantos minutos, él detuvo el auto cerca de un edificio que no parecía muy habitado.

— No se ve nadie — escuchó la voz de su esposa.

Al oír eso, Loid recostó su cabeza en la reposadera del asiento y soltó un suspiro de alivio. Sabía que no los estaban siguiendo, pero no estaba de más la confirmación de la mujer que estaba en el asiento de copiloto, a su lado. 

Giró su rostro en dirección a ella y, cuando sus miradas se encontraron en un instante tan íntimo, no pudo evitar la sensación de querer terminar aquello que había dado inicio en un rincón del bosque apartado de todo lo demás.

Se acercó hasta ella y tomó suavemente su rostro entre sus manos, acariciando suavemente sus mejillas teñidas en carmesí con los pulgares. Sus miradas se encontraron en un instante de complicidad silenciosa, como si pudiera leer cada uno de sus pensamientos.

El sonido suave de la respiración de ambos llenaba el espacio entre ellos, mientras se acercaban lentamente, como si cada centímetro de distancia que hubiera entre sus labios fuera una eternidad que necesitara ser conquistada, con cada movimiento cargado de anticipación y deseo. 

A tan solo milímetros de distancia entre sus labios, celeste y carmesí se encontraron una vez más en un instante de complicidad, reflejando el deseo y la pasión que ardían en lo más profundo de sus almas. 

Luego de unos tortuosos segundos de espera, sus labios finalmente se encontraron en un beso lento y apasionado, un beso que comenzó con una delicadeza casi imperceptible y que creció en intensidad con cada latido acelerado de sus corazones que sonaban de fondo en una preciosa sinfonía que emanaba todos los sentimientos que no podían expresar con palabras. 

Sus labios se movían en perfecta armonía, explorando cada rincón y recoveco con una devoción que se había acumulado en grandes magnitudes con el pasar del tiempo.

El mundo exterior desapareció a su alrededor, dejándolos suspendidos en un universo paralelo donde solo existían ellos dos y la conexión eléctrica que los unía sin intención de dejarlos ir. El tiempo parecía detenerse mientras se entregaban el uno al otro en un torbellino de sensaciones y emociones, con sus cuerpos vibrando al unísono con el pulso del deseo.

Cuando ella se movió hasta estar a horcajadas en su regazo, aún sin separar sus labios, sus manos se perdieron en el laberinto de cabellos y la tela de la ropa, quemando todo a su paso mientras exploraban cada contorno y curva con anhelo, deseando unirse en un modo mucho más profundo que el que estaban experimentando en ese momento. El tiempo parecía detenerse a su alrededor, mientras se entregaban el uno al otro en un torbellino de sensaciones.

Everlasting Love | Twiyor week 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora