Después de romper su compromiso con Zhan, Yibo callo en una espiral de excesos, sus padres ya no sabían que hacer con su alocado hijo, ya se había estrellado en la avenida donde afortunadamente sólo se luxo el cuello, había armado escándalo en la vía pública debido a que se emborracho en un club nocturno y lo expulsaron por impertinente, poco a poco los crímenes, altercados, excesos y escándalos sobre sus adicciones, costumbres poco salubres y montones de personas que se llevaba a la cama, llenaban las revistas de chismes, noticieros y redes sociales.
En menos de tres años Yibo arruino su vida, los Xiao habían emigrado a Inglaterra para salir de China, por no embarcarse en los dimes y diretes de la ciudad, de lo Wang y de la prensa que no dejaban en paz a su hijo, cinco años mas tarde Yibo estaba en una clínica de rehabilitación, sus padres habían pagado pequeñas fortunas en el extrajero, para que ayudarán a su hijo, pues ellos no habían podido hacer nada por el.
Zhan por su lado tenía a sus gemelos Ying y Wuxian ambos varones igual a su padre en género, pero copias exactas de su madre doncel, afortunadamente, por que de tener algún rastro de los genes Wang no habrían podido volver a su país de origen jamás, como esta tarde estaban a punto de hacerlo, sus padres habían dejado su empresa en manos de su yerno, decidieron jubilarse para cuidar de sus nietos.
Zhan estaba a punto de dar a luz otra ves y ese obsesivo hombre con el que se habia casado, no dejaba que nadie que no fueran ellos estubieran cerca de su creciente familia, además que habían oído que los Wang ahora vivían las en norte américa, que en China por lo que decidieron que era tiempo de volver, sus nietos cumplían 8 años, pero gracias a su apariencia más infantil los habían registrado de 6, para que no hubiera duda de que estos niños eran todos unos...
L A N
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Xiao Zhan conoció a Wangji en su sesión psicológica, que le ayudó a sanar un poco, su amor por esos niños que crecían en su vientre, aún tenía pesadillas con el video que los amigos de Yibo habían grabado de su noche de iniciación, ahí se veía como todos ellos habían pasado por el cuerpo del doncel, después de que el Wang callera inconsinte de tanto alcohol, se reían de ver al pobre chico suplicar por ya no más, por qué lo dejarán en paz y como le gritaba a su novio que lo salvara, solo para que los muy malditos hombres lo torturaran más, delante del dormido hombre que provocó todo.
Wangji asistía al centro por que perdió a su esposa e hijos no natos en un accidente automovilístico, su esposo salio a buscar algo que le hacía falta para la cena donde le daria la buena noticia de su embarazo, un conductor ebrio se llevó entre el auto su vida, a la joven mujer, a sus bebes de tres meses de gestación y media vida de ese hombre, que aún después de 10 años de perdida, seguía maldiciendo que no hubiera muerto el también, en los siguientes años.
Pero el creador le tenía una recompensa por no atreverse a atentar contra su vida, para ambas personas, el conocer al otro fue una gota de agua en su desértico corazón, Wangji lleno a Zhan con su añoranza de una familia, Zhan fue para ese hombre la necesidad de ser feliz por seguir con vida, cuando los bebés nacieron decidieron formar la familia que ambos necesitan, pero después los corazones ya reparados por el entendimiento, la constancia, la devoción y el bienestar común los llevo de nuevo al amor, pero esta ves no era de ese amor desesperado, más bien era de ese tipo de amor del que se nutre día a día con respeto, con responsabilidad y mucha paciencia, vaya que necesitaba paciencia pues sus gemelos eran todo un reto a la hora de tenerlos bajo sus cuidados, nacieron como esos niños que no toleran que su madre o padre los deje un solo segundo sin supervision.
Ying era el cerebro de las travesuras y Wuxian el que ejecutaba el plan, compartían el botín y también los catigos,así como también las llamadas de atención de su mami, por qué papi era fácil de convencer solo bastaba unos ojos coquetos, una mirada risueña o una cara de bombón amargo para que papi jiii se derritiera en abrazos, besos y mimos para sus pequeñas tormentas eléctricas.
