⚝𝒸𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟪

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_ Puede pasar. _Una ligera revisión en la pantalla del computador y subió la mirada _Sala 212. _

Ochako levantó la vista, sobresaltada, al escuchar la voz de la enfermera. Sus piernas temblaban mientras se ponía de pie y caminaba hacia la sala indicada. Cada paso que parecía dar a pesar toneladas, como si las voces en su cabeza intentaran detenerla. Sin embargo, el deseo de ver a Bakugou, de asegurarse de que estaba bien, la impulsaba hacia adelante.

El sonido de sus pasos resonaba en el pasillo del hospital, acompañado por el eco sordo de su corazón golpeando contra su pecho. Cada paso era una lucha interna, una batalla contra el miedo que amenazaba con consumirla por completo. Ochako se aferraba a la esperanza con manos temblorosas, una esperanza frágil pero inquebrantable que la impulsaba hacia adelante, hacia la sala donde yacía Bakugou. Recuerdos, emociones absolutamente todo estaba en su cabeza en estos momentos puesto que tenía q controlar sea como sea. No podía perder los papeles justo en el momento de ver a Bakugo.

_Bien Ochako _ Decidida dio algunos pasos.

Al llegar a la puerta de la sala 212, se detuvo un momento, tomando una respiración profunda para calmar sus nervios. Finalmente, abrió la puerta con cuidado y entró. La vista de Bakugou, acostado en la cama del hospital, con vendajes y algunas heridas visibles, hizo que su corazón se encogiera. Lo había visto en esa condición varias veces por las batallas con Deku, pero jamás creyó que ver esa escena una vez más seria tan desastrosa para su corazón. Y más en esas condiciones tan graves, ninguna batalla se podía comparar a la que el rubio había enfrentado, y jodidamente se había llevado la peor parte. Él estaba vivo, y eso era lo que importaba.

Se acercó lentamente a su lado, arrodillándose a un lado de la camilla, sus ojos llenos de lágrimas que no pudo contener. Tomo lentamente la mano de Bakugou y este mismo abrió los ojos al sentir su presencia y al oír aquellos sollozos, al verla, una leve sonrisa inconsciente apareció en su rostro. Joder ella extrañaba esa calidez que le brindaba el rubio; una única puesto que solo la sentía cuando estaban juntos. Un silencio rodeaba todo, era extraño, el tiempo pareció detenerse en esa habitación de hospital, como si el universo estuviera conteniendo el aliento junto con ellos. Ochako podía sentir el pulso de Bakugou debajo de su piel, un recordatorio constante de que estaba vivo, de que estaban juntos. A pesar del dolor y la incertidumbre que los rodeaba, encontraron un refugio en los brazos el uno del otro, un lugar donde el mundo exterior no podía alcanzarlos.

_ Ochako... _murmuró, su voz ronca pero reconfortante. Extrañaba tanto esa voz, era lo único que necesitaba para que su corazón para que dejara de temblar y acelerarse a mil por segundo. Bakugou acarició su mejilla con ternura, sus ojos brillando con una determinación feroz.

Ella se inclinó sobre él, susurrando suavemente_ Estoy aquí, Katsuki. Lo siento tanto...

Bakugou levantó una mano, acariciando su mejilla. _ No fue tu culpa _ dijo suavemente. _ Estamos juntos, eso es lo que importa_ Una sonrisa cálida salió de los labios contrarios y fue imitada por la castaña. _ Quita esa fea cara_

_ Lo siento _ Las lágrimas de Ochako cayeron libremente mientras se inclinaba para besarlo con suavidad, sintiendo el calor de su piel y la fuerza de su amor. Se recostó a su lado, colocando su cabeza sobre su pecho, escuchando el ritmo constante y tranquilizador de su corazón. _ De verdad lo siento Katsuki_ Por un momento, las voces en su mente se silenciaron, reemplazadas por la paz y la certeza de que, ese rubio estaría con ella no importa que.

_ Vamos a salir de esta, Ochako _ Dijo, su voz resonando con una confianza que ella anhelaba. _ Juntos, podemos superarlo todo

Esas últimas palabras fueron suficientes para que recordara todos esos recuerdos.

Flechazo🏹💘 KacchakoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora