Collar

1.2K 99 12
                                    

Alondra comprendió cuando Rai había dicho que conforme pasaban los días tendría más ganas de consolarse, porque durante el resto de la mañana, el mediodía y la temprana tarde no lo había dejado separarse de ella ni para bañarse, aunque ella tampoco puso mucha resistencia. Aunque el baño quedó en segundo lugar, ya que también terminaron haciéndolo bajo la ducha, jugando con la espuma del shampoo, con risas y besos, hasta terminar con el cuerpo de la menor acurrucado contra el pecho de Alondra, con esta acariciando su espalda en círculos y apoyando el rostro sobre la cabellera de la omega, inhalando su aroma.

-¿Sabes que conocí a tu hermano? - Soltó Rai de la nada, haciendo que Alondra tardara unos segundos es responder con un simple "¿Qué?".- Jetziel López - Añadió.

La rubia asintió, por supuesto que sabía el nombre de su hermano.

-Me habló mucho de ti- Continuó la omega-. Se ve que te extrañan bastante, te siguen esperando.

Alondra tardó un segundo en suspirar.

-Que digas esas cosas no me hace sentir mejor o algo, ya lo sé, prefiero no hablar de-

-Me dijo que si tú hubieras estado en casa aún, me hubieran presentado contigo en vez de ella.

Las palabras la hicieron callar.

Rai movió un poco el rostro para mirar hacia arriba, chocando su ojos con los de Alondra.

-Si no me hubieran marcado... Y yo no hubiera huido - Habló la mayor con lentitud-. Yo sería una de tus pretendientes - Sonrió.

Rai asintió.

-Incluso si nada hubiera pasado nos hubiéramos conocido.- Respondió la omega-. Destino.

Alondra alzó el rostro de su chica para besarla.

Al salir del baño, cuando ya comenzaron a tener frío, Alondra tomó una toalla para la pelirroja y otra para ella, aunque no había terminado de secarse la mitad del cuerpo cuando Rai pasó la toalla sobre ella, enganchando su cuello para atraerla hacia sí misma, sonrió a a centímetros de su rostro antes de besarla.

A Alondra simplemente le encantaba.

Pensó apenas unos días atrás, donde se había avergonzado cuando despertó abrazando a Rai en la primera noche. Y ahora estaban pegadas piel con piel sin ninguna vergüenza de su desnudez, habían aprendido que la ropa sólo les era un estorbo.

Las manos de Alondra bajaron sin querer hacia el collar de la menor, tocando la textura de la tela que lo forraba.

Sus dedos fueron hacia la curva entre su hombro y cuello, y maldijo al collar con todo su corazón.

Rai pareció sentir que pasaba, porque se separó del beso para mirarla como si pidiera perdón, su mirada se tornó melancólica repentinamente.

Rai llevó sus manos al collar, aprestándolo con fuerza, enganchando sus dedos debajo de este, como si al tirar lo suficiente podría romperlo, sus nudillos se volvieron blancos y las mejillas se tornaron rojas por la fuerza.

-Rai, no, no... - Alondra tomó las manos, tirando de ellas para que soltara su collar, usando un poco más de fuerza de la que quería para que se rindiera.

Vio las lágrimas de frustración en los ojos de Rai, y como se mordía el labio con fuerza para intentar contenerse.

-Ra-

-Lamento que tenga que ser así - Dijo, intentando hacer dura su voz -. No sé la contraseña... De saberla me lo hubiera quitado el primer día, pero- Un hipido de llanto interrumpió sus palabras-, quiero quedarme contigo, Alondra - Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

Delta [Railo Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora