Solo será temporal

748 69 15
                                    

Se abrazaron el silencio hasta que ya no quisieron derramar una lágrima más. 

Alondra besó sus mejillas, su pequeña nariz y sus rosados labios, aprovechando que no podría hacerlo mañana.

Tomó su rostro, haciendo que Rai la mirara, con ojos cansados de llorar, aún así sonrió.

-¿Puedo amar a alguien en tan poco tiempo? - Murmuró la mayor, aunque fue un pensamiento que se escapó.

Rai sonrió, escondiendo sus ojitos tras sus mejillas.

-El corazón no pide permiso para amar, Alo. Tampoco pide tiempo. A demás... Somos predestinadas, Alondra. Ya nos amábamos, sólo necesitabas darte cuenta...

Alondra no pudo sonreír del todo.

No sabía si aquello era muy injusto, o muy justo.

Rai era demasiado para ella, alguien tan dulce, tan tierna, con esa apariencia digna de un ángel, con el don de ser una adorable amiga peluda a voluntad... Alguien así no merecía una delta como ella, una vergüenza de alfa, una don nadie en el mundo.

Tenía toda la suerte del mundo por sólo conocerla, y no se iba a cansar de repetirlo, porque era la única certeza que tenía en ese momento.

-Rai- La llamó, el tono hizo que la omega borrará su sonrisa-, hay personas que nunca encuentran su predestinado... Hay quienes ni siquiera tienen... Yo... Creo que debes buscar a alguien mejor.

Rai pareció decepcionarse con sus palabras.

-No quiero a nadie más - Dijo, con total seguridad, mirando directamente a sus ojos.

Alondra negó ligeramente.

-No quiero que esto sea difícil.

-Nunca fue fácil, no pongas excusas.

-Bien - Alondra dio un pequeño suspiro-. No quiero que sea más difícil.

Rai no dijo nada.

No quería rendirse, no podía rendirse, no después de haber llegado hasta ahí.

-¿Sabes cuándo fue la primera ver que sentí tu olor, Alondra?

La rubia alzó una ceja, no sabía de a dónde ni a qué venía esa pregunta.

-Cuando viajé para conocer a uno de mis pretendientes, Jetziel López, alfa, con olor a cerezas y menta un poco demasiado fuerte, al punto en que pensé que era así porque estaba en celo, y agradecí tener el collar por cualquier cosa que intentara conmigo. Pero no intentó nada. No estaba interesado, y tampoco en celo, su olor fuerte era una peculiaridad. Me dijo que necesitaría tiempo para saber si quería algo conmigo o no, y que había aceptado la reunión conmigo porque no tenía ninguna razón para decir que no. Pero todo ese día pasábamos hablando, y me habló de ti, mucho.

Alondra se sentía un poco atacada por el informalismo, pero sabía que era una costumbre de la omega, de cuando se molestaba.

-Me mostró tu habitación, Alo- Continuó-. Jetziel no lo sentía, pero yo percibía perfectamente tu olor, en toda la habitación. Por primera vez sentí algo, mi loba reaccionó a tu olor, quería mostrar sumisión y tuve que salir de allí para no agobiarme, no sabía lo que me pasaba... Pero mi loba sí, sabía que había encontrado a mi predestinada, aunque no estaba allí, eso la hizo desesperarse un poco. Y luego tu olor me persiguió varias días más, no sé cómo. Y camino a otra pretendiente, pasamos cerca de aquí... Y sólo hice lo que mi loba quiso hacer, corrí a buscarte -Sonrió-. Y aquí estás, aquí estamos...

Rai acercó su rostro al de la morena, notó como ésta misma desvió la vista hacia sus labios.

-He conocido a muchas personas, pero sólo quiero a una - Dejó un suave beso en los labios de Alondra.

Delta [Railo Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora