VALS Y ESPEJISMOS

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Hace mucho tiempo, una nube en el cielo, se posó sobre mi mente, y abrazó mis pensamientos; hace mucho tiempo nuestros mundos se unieron, tomados de la mano, cara a cara se vieron.

Hace mucho tiempo tu sonrisa iluminó todos mis pasos, luego allí me vi, envuelto en tus brazos, hace mucho tiempo te miré directamente, respiré profundamente, y allí estabas, en mi mente.

Hace mucho tiempo intenté cerrar mis ojos, pero allí te vi para enseñarme algo hermoso, un mundo maravilloso, donde el corazón es bondadoso, donde supe que seríamos el uno para el otro.

Caminé mientras soñaba, con los ojos abiertos, subí hasta las montañas y hallé el primer misterio, encontré las razones por las que detendría el tiempo para tan solo mirarte y confesarte lo que siento.

Bajé las escaleras de mi oscuro aposento, abrí las siete puertas sacudiendo mis cimientos, tomé la llave del cofre congelado en el cemento, allí lo habían dejado, era el segundo secreto, dejaron morir el cofre al sonar aquel silencio, cuando no fui un «sí», sino, un «hasta luego».

Corría con todas mis fuerzas, te juro que daría lo que fuera, lo que fuera por vernos felices, desde el verano hasta la primavera, eres para mí el brillante sol que ilumina la pradera, espero ser finalmente un «sí», no aguanto más la espera.

Y finalmente frente a ti, pero junto al cementerio, ¿por qué me trajiste aquí? aún no lo entiendo, tomaste mis manos, miraste mi entrecejo, congelaste el tiempo, nuevamente hay silencio, y con ello te fuiste, te fuiste de nuevo.

Allí lo entendí, desde el principio hasta aquí, nunca hubo colores, todo fue gris, nada fue real, aunque sí me lo creí, bailamos el vals, sin ver nuestro fin, sin ver que mientras lo valías todo para mí, yo seguiría siendo insignificante para ti, pues creí con un saludo que serías para mí, pero como duele entender que yo nunca sería para ti.

Es aquí cuando descubro que en un mundo sumergido en pensamientos vivo por mis sentimientos. Es aquí cuando creí que eras miles de colores pero siempre estuve viéndote en blanco y negro.

Pues ahora que despierto, y veo a mi alrededor, comprendo el espejismo que mi corazón vio, todo fue una ilusión de mi engañoso corazón, todo ha sido un producto de mi triste imaginación.

SUEÑOS EN TIEMPOS DE LUNA LLENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora