PRÓLOGO

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Toda historia tiene un principio y un fin, te contaré lo que ocurrió antes de poder sonreír, cuando no veía colores, sino blanco, negro y gris.

Mi anhelo siempre ha sido encontrar un final feliz, aquí no es lo que parece, pues ayer me viste sonreír, pero si tan solo supieras que mis lágrimas no han dejado de salir.

No busco mucho, o eso creo, camino mientras no veo, la luna en su apogeo ilumina mi camino con su gran destello, el viento hace silencio, por la oscuridad veo menos, y traté de buscar mis sombras, pero también desaparecieron, solo me queda una hoja en la que intentaré escribir lo que siento, espero que este sea mi escape ante tanto sufrimiento, espero hallar sanidad entre tantos enfermos, espero encontrar la luz, así sea desde lejos.

El camino se hace extenso hacia todo lo que quiero responder, preguntas que me hago de día y de noche consumen mi ser, ¿qué me mantiene vivo?, ¿podré sonreír genuinamente otra vez?, ¿podré sanar mis heridas, o en el intento moriré?

No sé a dónde llegaré, ni cuánto tiempo tardaré en recorrer este gran camino con el que me topé, veo cómo oscurece más, veo mis lágrimas caer, veo mis pies en el suelo, sin poderse mover.

No pido que me entiendan, no pido comprensión, solo pido un abrazo para mi corazón, entregué mil detalles a quienes me dieron un simple adiós, di las piezas de mi corazón, y nunca tuve devolución.

En una noche de oscuridad el dolor recorre mis venas, mis sombras me están encontrando, entre lágrimas me esperan, trataré de narrar lo que vea a través de las estrellas, lo que siento al contemplar esta gran luna llena.

SUEÑOS EN TIEMPOS DE LUNA LLENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora