El día había comenzado hace un par de horas, el cielo era azul y las nubes blancas se formaban dejando a la imaginación de uno una forma asemejándose a un objeto o animal.
Se escuchaba las pisadas cada vez más frecuentes por los pasillos, como si tuviera prisa en llegar a tiempo a las clases.
-"¡Oh, cielos, llegaré tarde!"
Habló una rubia preocupada, a pesar de su buen aspecto, tenía el mal hábito de no notar el tiempo volar y así quedar bajo esta situación.
...
El sonido de sus zapatos frenó violentamente contra el suelo antes de seguir avanzando o caerse, su mano abrió la puerta rápidamente, viendo a su grupo esperando a que el maestro dicte la clase.
-"¡Estoy a tiempo, profesor!"
Dijo la chica de ojos azules tratando de recuperar la respiración, luego de que le permitieran el pase, se sentó junto a su mejor amigo, Neige.
-"Dreamerella, no estoy seguro cómo haces para estar al último minuto pero, ¡me alegro que otra vez no te pusieran inasistencia!"
Comentó con una genuina sonrisa el chico de ojos marrones como un venado, Neige era bastante amable y considerado como siempre.
-"Oh, puede que tengas razón pero es un tanto problemático tener que correr por los pasillos...-"
Respondió Dreamerella un tanto cansada después de la "maratón" que hizo para no incumplir una falta; el profesor tomaría asistencia.
...
La campana sonó, indicando que era la hora de almorzar, de un momento a otro, los alumnos como Dreamerella y Neige estaban sentados en una de las largas mesas con blancos manteles y jarrones llenas de flores.
-"¡Oh, Dreamerella! Debes estar teniendo hambre ya que has estado corriendo desde la mañana, ¿no?"
-"Incluso este pequeño trozo de pastel de calabaza significa todo para mí."
Dijo la chica de moño alto antes de dar un gran bocado a su merienda.
-"...¡Oh, Neige-senpai, Dreamerella-senpai!"
Apareció una voz nueva, pero familiar... ¡Era Yukiko Kunogi, la chica que fue invocada por el espejo y que apareció en la ceremonia de ingreso!
-"¡Yuu-chan! ¿Te gustaría unirte a nosotros para almorzar?"
Dijo Neige al ver cerca a la pelirroja, mientras que Dreamerella comía como un ratón hambriento.
-"¡Claro, me encantaría!"
Tan rápido como respondió, se sentó al lado de Dreamerella y puso la bandeja encima de la mesa con una sonrisa.
-"Me gustaría que fuésemos del mismo año, ¿por qué tuve que quedarme en primer año?"
Mencionó un tanto triste la kouhai mientras tocaba su comida, había elegido filete de conejo y de postre una tarta de moraa.
-"¡Oh, pero mira el lado bueno! Estamos los tres juntos hablando durante en el almuerzo."
Sonrió mientras cortaba finamente el pie de manzana antes de dar un bocado.
-"Tienes razón, ¡es típico de Neige-senpai ser positivo! ¿No es así, Dreamerella-senpai?"
Preguntó mirando a la mayor que ahora era capaz de meterse a la conversación, asintiendo con la cabeza.
-"¡Sí, tienes razón, Yuu-chan!"
Sonrió mientras dejaba los cubiertos por encima del plato, un minuto después, su teléfono sonaría.
-"Oh, un momento."
Hizo una seña con la mano, y con la otra, dejó el celular cerca de su oído mientras intercambiaba respuestas que no dejaban mucho a la imaginación.
-"Sí, ajá... Sí, sí... ¿De verdad? ¡Ah sí, no hay problema! ¿Dos estarían bien? Ajá, ¡okay, estaré ahí!"
Colgó rápidamente antes de brindar el contexto, pues no tenía nada que ocultar, y el rostro de sus compañeros estaban anonanados.
-"Dreamerella, ¿qué fue todo eso?"
Preguntó Neige un tanto confundido.
-"¡Ah! Es que el domingo regresaré a mi ciudad natal, "Ciudad de las cenizas"."
-"Ciudad de las cenizas... ¿No es una ciudad que se encuentra en el sur en el País del Piroxéno?"
-"¡Sí, así es! Hablaron con el director y tengo el permiso para volver a casa."
-"Pero, ¿por qué vas a regresar?"
Preguntó la menor intrigada antes de comer el filete de conejo.
-"Pues, al parecer me confiaron entregar algo muy, muy, muuy importante a la reina."
-"¡¿A la reina?!"
Exclamaron sorprendidos al mismo tiempo que parecía un poco gracioso, y ella asintió con la cabeza emocionada.
-"Originalmente iban a ser los dueños de la tienda quienes entregarían aquello, pero el señor se enfermó y no hay nadie quien pueda cuidarlo, su esposa me confió este trabajo ya que soy una cliente habitual."
Al sonreír fue rodeada de varios brillitos que casi encegarían a su kouhai, se tapó los ojos antes de perder la vista.
-"¡Eso suena increíble! Pero, ¿qué es lo que vas a entregar?"
-"Unas zapatillas de cristal, la Reina le gusta hacer fiestas a lo grande y que sean extravagantes, ¡puedo imaginarme que el pueblo hará una clase de festival!"
-"Zapatillas de cristal en una fiesta... ¡Es bastante llamativo!"
Comentó la chica de ojos violetas.
-"¡Un festival suena a que tu ciudad es muy animada!"
El chico pelinegro volvió a hablar después de la menor.
-"¡Sí, así es pero...! Necesitaré buscar a dos personas al final del día para me que ayuden a realizar este trabajo."
Respondió un poco preocupada, levantó su mano hacia la mejilla mientras miraba alrededor, al techo y al suelo.
-"¡Entonces déjame ayudarte, soy muy diligente y capaz!
Levantó animadamente la mano la jovencita de sonrisa tierna.
-"Bueno, si no te molesta, ¡también me gustaría ayudarte!"
Se unió el chico de boina negra.
-"¡Oh! ¿De verdad me ayudarán? ¡Gracias, volveré a llamar y les avisaré!"
Bajó su mano y tomó su celular para devolver la llamada, no tardaría mucho para cortar, luego de confirmar las asistencias, también le dejarían en claro que automáticamente tenían el permiso los otros dos.
-"Ciudad de las cenizas... Es un nombre curioso, ¿qué es lo que hace tu ciudad natal?"
Preguntó Neige con curiosidad antes de volver a comer un bocado.
-"¡Pues son muchas cosas pero...! Hay muchos zapateros que hacen un buen trabajo y los vidrieros también!"
Dreamerella definitivamente le tenía un amor a su ciudad natal, bebió un poco de su vaso lleno de agua.
-"Y de vez en cuando ambos colaboran, ¡son muy trabajadores!"
Dijo por último con un tono entusiasta, se sentía bastante conectada cuando se trataba de zapatos que podía usar.
-"¡Suena bastante elegante tu ciudad natal!"
Respondió encantada la pelirroja de cabello largo.
-"¡Estoy deseando a que llegue!
Contestó el chico de tez blanca y suave como la lana de una oveja.
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La zapatilla de cristal perdida : Ciudad de las cenizas
FanfictionÉrase una vez una chica llegó al baile real de un príncipe que regresaba de un viaje largo, bailó con él y marcando a la medianoche, dejó su zapatilla de cristal. Desde esa noche buscó su paradero y se casaron, ¡siendo felices para siempre! Dreamere...