Episodio 10

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Sin que el profesor se diera cuenta, Dreamerella llegaría a paso rápido hasta el pasillo donde había visto por última vez a sus amigos.

Seguían allí efectivamente, entreteniendo su tiempo en ver el resto de los cuadros de honor.

-"¡Neige-kun, Yukiko-chan!"

Exclamó la rubia al levantar ligeramente la falda de su vestido para poder permitirse seguir avanzando sin tropezar.

Los dos voltearon a la dirección de la voz femenina, había pasado unos largos minutos desde que supieron de ella.

-"¡Ah Dreamerella! ¿Llegaste a devolverle la llave?"

Preguntó el pelinegro.

-"No... Pero, ¡descubrí algo muy importante!"

-"... Será mejor hablarlo en un sitio más tranquilo."

Los tres se movilizaron al lugar de los establos donde no había ni una persona más que los animales y paja.

Confesó para proceder a contarles a los dos lo que vió y escuchó en esa torre a la última y única habitación.

...

Tanto Yuu como Neige estaban impactados, parecía un maestro común y corriente de cualquier escuela.

Pero sabían que Dreamerella no mentía ni bromeaba con este tipo de cosas.

¿Quién diría que lo encontrarían tan rápido en un lugar como este?

-"¡Bien hecho, Dreamerella-senpai!! Ahora podemos anticipar sus acciones otra vez."

Elogió Yuu con un tono positivo y entusiasta.

-"A las doce del mediodía, ¿no? Si va a ser como la última vez..."

-"¿No sería mejor usar una ilusión?"

Sugirió Neige al llevar una mano a su mentón y ladear la cabeza pensativo.

Las dos chicas pensaron en su propuesta, era cuidadoso pero no muy efectivo al final.

-"No es mala idea."

-"Pero creo que es mejor llevar la zapatilla de cristal."

Propuso la kouhai, era una idea arriesgada.

Los mayores miraron perplejos a la chica de primer año.

-"¡... Puedo explicarlo! ¡Siento que es una buena idea!"

Titubeó la nerviosa chica de ojos rosas, y comprensivamente decidieron escucharla.

Le sonrió la joven de ojos azules.

-"¡Te escuchamos, Yukiko-chan!"

Asintió el chico de ojos marrones estando de acuerdo.

...

Eran las doce del mediodía, y al mismo tiempo su segunda oportunidad de arreglar su error.

Pasaron por la misma ruta que antes y teniendo en manos el carrito que llevaba el regalo de la Reina.

Llegaron a la entrada donde el pase era permitido sólo a empleados y personas que dejaban cajas de abundante comida.

Estaban allí los mismos sujetos en el umbral de la puerta, tenían la misma cara pero esta vez usaban el uniforme correcto de la guardia real.

Y como esperaban al acercarse, uno de ellos levantó la tela de la caja blindada para verificar que era lo que había encargado la reina.

Al mismo tiempo era lo que quería el maestro Main.

Neige lentamente sacó su bolígrafo mágico de su bolsillo y recitó las palabras que escuchaba en su cabeza.

-"Con cada buena acción, una recompensa tendrás, con cada buena acción, un regalo recibirás... Viviremos felices para siempre... ¡Final afortunado!"

Aquel encantamiento consistía en manejar los hilos del destino a por uno feliz mientras que el usuario sea de naturaleza amable, gentil y que sigue a su corazón.

Continuamente, Yuu aunque era una chica sin magia alguna, poseía como herramienta su amuleto mágico que decoraba su cuello.

Al sujetarlo, brilló como una estrella en el cielo tras pensar en lo que deseaba en este momento.

Tiñéndose de transparencia, le tomó unos minutos para noquear a los secuaces sin que pudieran ver sus superiores.

Tomándole unos segundos para dejar de ser invisible, sacudió sus manos como si hubiera tocado polvo.

-"Bien, terminamos con la parte fácil."

Dijo Yuu con una sonrisa.

-"No creo que el profesor vaya a buscarlos... ¿Dónde podría estar?"

Preguntó Neige con un poco de preocupación.

-"Tengo una corazonada de dónde podría estar..."

Respondió Dreamerella pensando en un sólo lugar de esta ciudad que no muchos se quedarían a pasar el rato.

La torre.

La zapatilla de cristal perdida : Ciudad de las cenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora