La zapatilla de cristal perdida : Ciudad de las cenizas

Episodio 04

Al seguir el camino correcto, los tres de distinguidos uniformes llegaron a la plaza central; tiendas y pequeños puestos, decoraciones coloridas como flores y banderitas cruzando un extremo a otro.

-"¡Bien! Hemos llegado."

Pronunció Dreamerella.

-"¡Se siente muy cálido y acogedor! Parece un tanto nostálgico, o sólo soy yo."

Opinó Neige mirando con curiosidad al resto de personas hablando y caminando.

-"Es verdad, la plaza es bastante linda pero... ¿No hay algo extraño?"

Interrumpió Yukiko un tanto extrañada, mirando a la dirección opuesta de Neige.

-"Neige-senpai es un influencer muy y muy conocido, pero no veo a nadie mirar a esta dirección..."

-"¡Oh, no usamos mucho la televisión ni celulares! La mayoría son adultos mayores y son un tanto tradicionales, así que es normal."

Yukiko sorprendida, no supo que decir, en cambio Neige estaba más concentrado en ver los puestos de comida.

-"¡Bueno, hay muchos puestos que recorrer! Y supongo que tendrán hambre."

Argumentó Dreamerella para luego caminar y así ser su guía una vez más; luego de unos minutos se encontraron con un puesto de comida y pidieron el plato más popular.

Era una gran calabaza caramelizada partida en varios pedazos.

-"... Creo que nunca vi una fruta tan grande."

Dijo exaltada la pelirroja mientras sostenía un tenedor pequeño.

-"¿Estará bien que comamos la calabaza ganadora de este año? ¿Es normal comerla después de que haya ganado ese listón azul?"

Preguntó para sí mismo Neige al recordar las palabras de la señora que les vendió la calabaza, aunque también se sentía exaltado y temía no poder acabarlo entre los tres.

-"¡Está bien! Es costumbre aquí compartir todo."

-"Bueno, si tú lo dices..."

-"Aunque, ¿por qué la calabaza es tan popular aquí? He visto en otros puestos vendiendo lo mismo pero en diferentes variedades."

-"¡Ah, es por un cuento para niños muy popular aquí! Desde niña me fascina."

Empezó a explicar la rubia antes de poder comer la calabaza caramelizada.

-"Una hada convirtió una calabaza en un carruaje para una chica que quería ir al baile, el cuento es tan viejo que prácticamente se volvió parte de nuestra cultura."

-"¡Oh, creo que lo escuché antes! Mi mamá me lo leía siempre cuando era hora de dormir."

Contó Yukiko mientras picaba qué parte de la calabaza iba a tomar.

-"Una hada convirtiendo una calabaza en un carruaje... Es bastante llamativo, pero puedo entender por qué a los niños les gusta tanto."

Imaginó Neige con una sutil sonrisa mirando a la calabaza como si fuera un carruaje majestuoso y celestial.

Dreamerella asintió con la cabeza, comprendiendo el sentimiento perfectamente.

Luego de la breve charla, los tres acabaron la calabaza gigante bañada en caramelo; estaba dulce y crujiente.

Y para la sorpresa de estos chicos, todavía podían comer un poco más.

Así que caminaron y caminaron hasta encontrar otro puesto diferente, pidieron el plato más popular de nuevo.

Era un budín de chocolate, sus ingredientes más importantes eran el chocolate y la leche.

-"¡Se ve delicioso! Necesito tomarle foto."

Comentó encantada la chica de ojos rosas, sacando su celular rápidamente para tomarle foto.

-"Es la primera vez que como budín de chocolate, pero suena apetitoso."

Dijo Neige sosteniendo una cuchara pequeña.

-"¿Saben? Dicen que si comes budín de chocolate, rápidamente sentirás la verdadera felicidad."

Agregó Dreamerella a la conversación, la menor miró con curiosidad a su superior.

-"¿La verdadera felicidad?"

Preguntó Yukiko y Dreamerella asintió.

-"Dicen que hace mucho tiempo, el postre favorito del rey eran las ciruelas, pero cuando su hijo se casó, la princesa organizó un baile y preparó budín de chocolate."

-"Espera, ¿lo preparó? Pero era una princesa."

-"Al parecer era un pasatiempo suyo, ¿no es curioso?"

Sonrió con gentileza la de ojos celestes.

Y así cada uno probó el budín de chocolate sin tener que compartir esta vez; era suave y dulce pero también tenía un toque amargo.

Los tres luego de comer, caminaron entre los puestos de nuevo.

-"Hmm... Quiero comer algo salado."

Habló para sí misma la menor en un tono bajo.

Dreamerella al escucharla, miró alrededor suyo con prisa, hasta señalar un puesto.

-"¿Y qué tal allí?"

Luego de unos minutos, compartieron mesa por última vez, parecía un desayuno completo.

Era Vichyssoise y tres vasos de agua caliente.

-"Vichyssoise... Nunca lo he probado."

Dijo Neige mirando con curiosidad el aspecto de la sopa, recordándole al puré de papas.

-"Siento que es más apropiado comerlo más temprano."

Pensó Yukiko para sus adentros, sosteniendo la cuchara a punto de probarla.

-"¡Es mi favorito! A mi padrastro le gusta y solemos desayunar Vichyssoise cada mañana con mis hermanastros."

Dreamerella probó la sopa, era suave y salada, pero tolerable.

-"¿Oh? No sabía que tenías hermanastros, Dreamerella-senpai."

-"¡Oh! ¿No lo dije antes? Bueno, somos muy unidos, de hecho, en este momento deben estar en hora libre."

Consideró la rubia que no tenía una mala relación con ellos, miró al cielo por unos momentos, seguía despejado el cielo.

-"Hablando de hermanos, Yuu-chan, ¿tú tienes?"

Preguntó el pelinegro mirando a su kouhai con interés.

-"¡Sip, así es! Soy la mayor, tengo dos hermanos mellizos."

-"¿Y tú, Neige-kun? Creo que es la primera vez que lo pregunto."

Entonó pensativa la joven de cabello sujetado, Neige negó con la cabeza.

-"No, pero ¡considero a Dominic, Grum, Shelpie, Hop, Timmy, Snick y Toby como mi familia! Vivo con ellos desde que era niño."

Dijo el amable pelinegro con una agradable sonrisa, podías jurar ver un aura de mucha luz rodeándolo.

-"¡Suena muy propio de ti, Neige-kun!"

No estaba sorprendida de la respuesta de su mejor amigo, lo conocía bien.

Por otra parte, Yukiko gozaba de su suerte de pasar tiempo con los que más admira.

Dreamerella desvió la mirada al distraerse, viendo el reloj de la torre y la hora que marcaba.

-"¡Oh! Es mejor terminar pronto, nos espera algo importante que entregar."

Juntó sus manos gentilmente después de hablar.

Los tres disfrutaron de su tercera comida y salieron de la plaza para volver a caminar en las calles concurridas.