Jacarandá comenzó a llorar y reírse al mismo tiempo. Yo no entendía nada. No sabía si irme y dejarla allí o disculparme. Ella se sentó en el suelo.
- No quise interrumpir- dije y me aclaré la garganta
- Asique ahora lo sabes. He pasado tanto tiempo en el armario y ahora tú, que llevas dos días aquí, lo sabes. Lo peor es que seguramente ella no volverá a hablarme ¿No es gracioso?
- ¿Debería serlo?- dije confundido
Jacarandá se quedo en silencio mirando a la nada un momento. Quién sabe en qué debe haber estado pensando.
-Mira-le dije para calmarla. Además a mi no me estaba gustando ese silencio- yo no diré nada. Mi amigo Elliot es bisexual, solamente yo lo sabía. Fue así por muchos años. Entiendo que debe ser difícil para ti
-No tienes ni idea- negó con la cabeza- se supone que soy la heredera de la fortuna Thompson. Y mi padre ha dejado muy en claro su deseo de que nos casemos con algún hombre. Jamás comprenderás esa presión
- Quizá no- admití- pero aún así, no voy a meterme en tus asuntos. No le diré a nadie, ni siquiera a Jemma
- ¿Mencionas a Jemma antes que a Julie?- arqueó las cejas
- Bueno, es mi amiga. Me imagino que se siente sola aquí, con todas ustedes, y ella sin poderes.
- ¿Sin poderes?- preguntó confundida- ¿De qué estas hablando? Ella...
No pudo terminar la oración porque Jemma apareció.
- ¡Ahí estabas! Tenemos que volver a clase de baile, la instructora parece más enojada que de costumbre
Al igual que cuando nos encontró en el jardín, se quedo paralizada al ver a Jacarandá. Pero esta vez la veía con lágrimas en los ojos. Parecía preocuparse por su hermana mayor.
-¿Qué sucedió?
-Nada- se apresuró a decir la Jacarandá- estaba disculpándome con Jake por apuntarle con el arco el otro día
Se puso de pie, se sacudió su vestido y se fue. Jemma me miró confundida
- Se estaba disculpando- confirmé- pero se puso algo... sensible. Creo que realmente se arrepiente
- No importa- me dijo Jemma- debemos volver
Pensé que Jemma no quería saber mucho acerca de lo que sucedía. Quizá ya lo sabía.
De nuevo en la clase, la instructora casi no se acercó a mí. Parecía no poder ni mirarme a los ojos y Jacarandá no volvió al salón. De todos modos nadie se dio cuenta. Jemma me dijo que volviera el martes para el siguiente evento, mencionó que era uno de los que a Julie le aburrían, pero que ella me invitaba como amiga. Le prometí que iría después de clases. Elliot no tuvo tanta suerte con Justine.
Al salir mi amigo y yo fuimos caminando juntos. Las hojas del otoño cubrían todas las calles de Nueva York
- Si todas tienen poderes- me decía Elliot- ¿cuál es el de Justine?
- Ella puede hablar con animales, plantas. Seres vivos en general- le dije recordando las palabras de Jemma
- Interesante- dijo él- ¿Crees que le agradaría Bruno?
El siguiente martes, la clase del profesor Moreno se extendió más de la cuenta. Por eso, llegué mucho más tarde al evento, a pesar de que Elliot pasaba a buscarme con su auto. Al subirme al auto noté que llevaba con él a su perro Bruno.
- ¿De verdad? ¿Crees que con eso conseguirás algo?- le pregunté
- Nadie puede resistirse a Bruno, mira su carita.
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Una chica especial
Short StoryAdentro había una habitación más grande que un departamento. En un sector había una mesa con un juego de té. La chica se sentó y me sirvió una taza. Me hizo un gesto con la cabeza para que me sentara. A este punto parecía que había entrado en una pe...