Parte 8: Padres

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Durante los siguientes días Jemma fingía que no había pasado nada entre nosotros. En mensajes o si la visitaba, evitaba hablar del tema. Pero yo no dejaba de pensar en eso.

No dejaba de recordar sus ojos, su boca. Lo cerca que estuvimos. Ya no sabía qué era lo que sentía o por cuál de las gemelas lo sentía. El martes de aquella semana decidí faltar a la universidad e ir a visitar a Jemma. No sé por qué, pero pensé que eso resolvería las cosas. Sin embargo, al llegar a la mansión el mayordomo me dijo que el señor Thompson estaba esperándome.

No me agradaba el hombre y por cómo me miraba, el sentimiento era mutuo. ¿Por qué querría hablar conmigo? 

Su oficina era casi tan grande como el cuarto de Jemma. Las habitaciones pequeñas parecían no existir en aquella mansión. Desde su escritorio, el señor me indicó que me sentara. Tenía un traje formal, como siempre que lo veía.

- Señor- lo salude estrechando mi mano pero él no me extendió la suya. Mirándome de arriba a abajo como si me examinara

- Asique eres Jake... ¿Jake Hughes? 

- Así es

- Tu padre ha trabajado en algunos de los casos de mis amigos. Siempre gana.

Yo permanecía serio y en silencio. No entendía a dónde iba esta conversación.

- ¿Y tú, que quieres hacer? 

- ¿Disculpe? 

- Con tu vida. ¿Serás abogado, como tu padre? ¿Cuánto dinero ganarías al año? 

- Yo creo que...

-  No se acercaría a la suma que tendrías si te casaras con una de mis hijas, ¿verdad? - arqueó las cejas 

- No sé de que me habla 

El señor me ponía los nervios de punta. Quería salir de allí.

- ¿Creerías que las dejaría casarse con cualquiera? Si el candidato es alguien como tú, debo darles algo de dinero. ¿Es eso lo que quieres Jake? 

- ¿Dinero o casarme? 

No quería ninguna de las dos, por el momento 

- Puedo ofrecerte una gran suma. Ahora mismo haré uno de los cheques más generosos, si te alejas de mi hija.

Su oferta me ofendió. No me gustaba nada que él se creyera superior al resto, que pusiera un precio por sus hijas. Nada en él me agradaba.

- Señor- le dije ya enojado - no me interesan sus hijas por el dinero

- ¿Hijas?- arqueó una ceja- creí que solo te interesaba una. Jemma ¿no? ¿O debería decir Julie? 

Aparte la vista. El hombre comenzó a reír.

- Ni siquiera sabes cuál te gusta ¿no? 

- Yo no dije eso...

- Pero me doy cuenta. No sé que estás buscando, pero lo mejor sería que no te acercaras a Jemma. Ella debería estar concentrada. Puedes irte 

- Yo no..

- Dije que puedes irte- me interrumpió 

Salí de la oficina más confundido que antes. Ese hombre me ponía extremadamente  nervioso. En el pasillo me encontré con una mujer más grande que tenía los ojos de Julie pero la nariz de Jemma, asumí que era su madre. 

- Hola- me dijo sonriendo. Sonreía exactamente igual que Jemma- Soy Clara 

- La madre de Jemma y Julie- asentí extendiéndole mi mano- soy Jake.

Una chica especialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora