Dia 2

242 11 1
                                    

Una mañana soleada les dio la bienvenida a los habitantes de México mientras algunos trabajando, otros disfrutando de las vacaciones de verano que les brindaba esa maravillosa época, o al menos para la mayoría, aunque no a todos ya que una rubia se levanto perezosamente de su cama quien se encaminó hacia la ducha la cual la despertó por completo quitándole todo resto de fatiga que tenía anteriormente.

Salió con su bata de baño mientras abría su closet para mirar lo que tenía, y ahora se vistió con una camisa de rayas rojas con azul marino mientras lo completo con un pants azul cielo, con unos zapatos grises.

Después fue a lavar sus dientes y al salir de su cuarto caminó hacia la sala para tomar su mochila y un refrigerio que se preparó rápidamente.

Notó que sus amigos ya no se encontraban por lo cual supuso que ambos habían salido por algo de la universidad.

Sin mas salió de su casa con sus llaves en mano de la motocicleta para subirse en ella encendiéndola y arrancar el motor hacia su trabajo.

Mientras conducía por las calles de México observaba que ese día en especial había demasiado tráfico por lo cual comenzó a desesperarse tomando un atajo en donde casi no habían autos pasando de un lado a otro.

Pronto en la carretera el semáforo indico el rojo y se detuvo junto con otros autos que estaban atrás y a sus lados.

Sintió como algo picaba en su cabeza y se quito el casco para observar que en él había un seguro el cual quito rápidamente.

Su mirada inconscientemente fue a sus lados notando que la señora que conducía en el auto de su lado izquierdo la miraba fijamente haciéndola sentir incómoda por lo cual volteo su mirada hacia su lado opuesto, notando que una anciana aparentemente de unos 70 años que conducía un ferrari increíble, la miraba con una sonrisa y un guiñó.

Eso fue lo mas extraño que pudo ver en su vida pero lo ignoró y volteó hacia enfrente colocándose el casco y el semáforo indico el verde y rápidamente arrancó a toda velocidad viendo por su espejo retrovisor como el auto de la señora la seguían tratando de llevarle la velocidad, después giro hacia el otro espejo notando que lo mismo sucedía con el ferrari de la anciana

Esto se convirtió en una carrera para Abril quien quería perder a ambas mujeres, mientras ellas se pitaban y se miraban rivales solamente por una cosa "Abril Garza".

Lo peor de todo era que la rubia iba adelante pero en medio de ambas y éstas cada vez se acercaban mas, Abril no creyó que eso se tratara de una broma ya que era algo extremo, sabía que algo no andaba bien y lamentablemente había otro semáforo que indicaba el rojo y frenó, al poco rato ambos autos que la seguían ahora estaban a la par junto a ella.

—Niña ven conmigo y te puedo pagar hasta la sonrisa—. Le ofreció la anciana que se asomaba por su ventana.

—No le hagas caso a esa anciana decrépita, yo te puedo llevar a donde tu quieras, incluso a las estrellas—. Le insinuó la otra mujer con apariencia de una vieja desempleada con una barriga enorme.

Abril solo trato de ignorarlas pero ambas seguían peleando entre ellas molestándola, tanto que el temperamento de Abril subió.

—¡Ya déjenme estúpidas viejas urgidas!, si tanto quieren ¿¡por qué no se consuelan entre ustedes!?—. Gritó para seguido arrancar su motocicleta a toda velocidad sin mirar atrás escuchando solamente su motor un indicio de que ya las había perdido y gritó de emoción, cosa que duró poco tiempo ya que pronto el sonido de las sirenas se hizo presente, maldiciendo se orilló deteniendo la moto.

¿Bendición o Maldición?  (Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora