Día 9

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Osvaldo y Juan miraban con total asombro a Abril, después de escuchar las palabras pronunciadas por ésta con cierto egocentrismo, mientras los miraba esperando su respuesta.

Lo sucedido hace unos momentos había sido la noticia por parte del castaño que llegó con autosuficiencia diciendo que había renunciado a su trabajo y que sin embargo ahora comenzaría a trabajar como modelo en la agencia donde patrocinaban a Sara.

Esa decisión repentina fue sorprendente para Osvaldo, e inclusive para Juan, quien difícilmente lograba sorprenderse por algo.
Ambos conocían a Juan perfectamente y sabían que esas decisiones apresuradas y detalles despreocupados se debían a su cambio de actitud que fue adoptando desde que el hechizo fue en ella.

Sin embargo ellos mismos fueron los que le aconsejaron que sacara provecho de ese hechizo. Cosa que realmente estaba haciendo. Sorprendiendoles a ambos por ese desenvolvimiento y seguridad que antes no solía importarle.

—No se queden callados y digan algo—. Pidió Ari meneando un pie mientras peinaba su cabello hacia atrás.

—Debo admitir que me sorprende—. Evidenció su sorpresa Juan. —¿No siempre decías que te agradaba trabajar en Sky Sweet?. Siento que fuiste algo presurosa con tu decisión—. Dijo completamente sincero.

—Yo concuerdo con la opinión de Juan—. Apoyó Osvaldo quien se cruzó de brazos con un semblante neutro que no daba la reacción que esperaba Ari.

—¿Acaso no escucharon que trabajaré como modelo?—. Ironizó con cierto desconcierto. Extendiendo los brazos mientras incrédula miraba a los hombres, al darse cuenta de que realmente no la estaban apoyando como ella esperaba.

—Es que realmente no se trata de eso, te conocemos y por eso estamos conscientes de que a ti no te han agradado ese tipo de ambientes—. Explicó Osvaldo mientras suspiraba.

—¿Por qué en vez de estarme cuestionando mejor me felicitan?—. Bufó rodando los ojos.

—Es solo que queremos asegurarnos de que realmente es lo que quieres para que esa felicitación no sea en vano—. Tranquilizó Osvaldo mientras miraba como Ari suspiraba cansada, mientras cogía su mochila.

—Al parecer no se convencen de lo que hago—. Tomó las llaves mientras se colocaba unas gafas obscuras.

—Abril —. Habló Osvaldo observando las intenciones de su amiga.

—¿A dónde vas?—. Preguntó Juan mientras miraba a la rubia que comenzaba a prepararse para salir.

— Sara viene por mí para ir a la agencia y comenzar los contratos, así que no me esperen para almorzar—. Avisó a sus amigos quienes fruncieron el ceño.

—Abril no puedes llegar tarde a casa; recuerda que pusimos reglas para no tener problemas—.Advirtió Osvaldo, observando como ésta abría la puerta para salir.

—Recuerda que ésta casa legalmente es mía y yo puedo hacer lo que desee fuera o dentro de ella—. Respondió con arrogancia. Provocando que tanto Osvaldo como Juan le miraran con sorpresa ante la contestación.

No esperó más dentro de la casa y por ello salió rápidamente mientras observaba como el auto de Sara llegaba y se estacionaba frente a su casa.

Sonrió al ver como bajaba el vidrio del lado copiloto, y lo primero que observó fue su pulcro rostro, el cual la miró con esa faceta coqueta que solía ser característica de la chica de tatuajes.

¿Bendición o Maldición?  (Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora